El plan de salvación

La Biblia dice, que por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios, pero este Dios maravilloso siempre tiene un plan y el plan de la salvación es su muestra de amor más grande.

Así como por un hombre entró el pecado y alcanzó a todos los seres humanos, así mismo por un hombre llamado Jesús llegó la salvación al mundo.

La situación de la raza humana estaba determinada, el hombre quedó sin herencia, había una gran sima que distanciaba y distancia aun, al hombre de Dios.

El pecado ofende a Dios, porque él es soberanamente santo, no puede el hombre tener intimidad con Dios porque el pecado es una barrera o una muralla que se crea entre el ser humano y Dios.

Para que esa pared intermedia se destruya, Dios tomó la iniciativa porque el hombre estaba impedido, es decir, Dios inició el plan de salvación.

Claramente el hombre en su estado pecaminoso no podía levantarse, muchos pudieron intentar hacerlo, pero Dios dice, que todos esos intentos sin él de por medio era en vano.

A través del profete dice: ”Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor” Jeremías 2:22.

No había manera alguna para el hombre levantarse de ese estado.

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Cuando Dios ve al ser humano tan hundido, sin manera de estar cerca de él, sin ninguna esperanza, se trazó el plan de salvación para la raza humana.

Este plan, es un plan de redención, quiso Dios dejar su trono de gloria para venir al mundo y reconciliar consigo mismo al hombre.

Una vez creado el plan de redención, ordenó Dios que se impartiera el anuncio de ese plan; habló Dios por medio de Isaías sobre el propósito diciendo: «yo mismo iré y os salvaré».

Cuando Dios determina ejecutar el plan de salvación, tomó el vientre de la virgen María y se engendró allí.

“He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” Mateo 1:23.

María, dio a luz en Belén de Judea, este día hubo gozo en las alturas, allí nació Jesús y creció como naturalmente crece un ser humano.

A la edad de 30 años, se dispuso él mismo a dar la noticia, diciendo y haciendo el llamado.

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Él no vino a condenar al mundo, pues este mundo ya estaba condenado y perdido, no había esperanza, pero Jesús vino a ser la esperanza.

El hombre necesita un salvador “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Lucas 19:10.

Él sabía que para salvar el hombre debía sufrir en la cruz del calvario y allá abrió sus brazos mientras el soldado romano traspasaba su costado.

Y el agua que salió de él era para saciar la sed del hombre y la sangre para limpiar sus pecados.

Este acto es digno de ser reconocido, el plan de salvación es digno de agradecer.

Usted y yo debemos tener muy claro que si creemos en él no seremos condenados, ese creer no es un concepto solamente, es una forma y estilo de vida.

El que cree en Dios debe guardar su palabra.

“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” Tito 1:16.

El mundo en que vivimos se quiere esconder en una barata y falsa práctica religiosa, pero Dios es celoso de esto y es santo.

La Biblia es clara al decir, que a su presencia no entrará cosa inmunda, el mundo hoy se a arrodillado ante imágenes y figuras.

Pero con Dios las cosas son diferentes, él no murió por religiosos y nada más, el murió por todos.

Pero a su patria celestial solo entrarán quienes tengan sus vestiduras sin manchas ni arrugas.

El que no cree será condenado, “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” Juan 3:19.

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Cristo vino al mundo a acabar y destruir las obras de las tinieblas porque él es la luz.

Las tinieblas son:

• Desobediencia
• Maldad
• Orgullo
• Rencilla
• Y todo tipo de pecado.

Muchos aun conociendo el plan de salvación, muchos aun conociendo esta garantía y gracia infinita deciden no tomarla.

Lo de Dios les ofende o les estorba, a lo de Dios no prestan atención, pero es bienaventurado el que abre su mente y rinde su corazón ante la gloriosa palabra de Dios.

“¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” Juan 6:68.

El hombre tiene una condenación, pero Dios aun está dando una oportunidad, él no quiere que sea tarde para ninguno de nosotros, él desea que todos seamos salvos, que todos busquemos de él.

Dios envía siempre su palabra a tiempo y aun hay oportunidad para hacer parte de este hermoso plan, el plan de salvación, él nos está hablando para enseñarnos e instruirnos.

El Señor Jesús quiere lo mejor para nosotros, quiere que todos procedan al arrepentimiento porque el tiempo es poco y lo que viene es terrible para este mundo.

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Pedro, hace un análisis de todo lo que le espera a este mundo y al final dice: “cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir”.

• Tiniebla
• Tormento
• Llanto
• Gemidos

Eso es lo que vendrá ese día, el día que la oportunidad se acabe y la puerta de la gracia para el ser humano se cierre.

Pero aún hay tiempo, aun está vigente el plan de salvación para todo el que desea ser parte.

Cuando el tiempo se acabe habrá mucha gente buscando para oír palabra.

Pero ya no habrá quien predique la verdad, aún hay palabra de vida eterna extendida.

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Esta palabra cuando llega:

• Libera
• Transforma
• Restaura
• Limpia
• Purifica

Hay salvación aun porque el salvador aun está con los brazos extendidos esperando por tu vida.

Este es el plan de salvación de Dios, te ama con amor eterno y quiere hacer de tu vida, una vida eterna.

Pastor: Danilson Ortega