Estamos en tiempos peligrosos

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Estamos en tiempos peligrosos

En este tiempo, donde algunos miembros de nuestra iglesia se están apartando, no quieren ir a la iglesia, nos hace pensar que los tiempos son peligrosos y Cristo está a la puerta.

También podríamos decir como el profeta que recibe la inspiración Divina: «no conocieron que yo los cuidaba’’ Oseas 11:3.

El dilema que se presenta en los seres humanos es que si les va bien, se olvida de que por encima de él, hay alguien que obra para que les vaya así de bien.

Esta iglesia tiene muchos años por la gracia de Dios.

La Iglesia Pentecostal Unida de Colombia tiene más de ochenta 80 años, y está en pie, no por falta de problemas, no porque no haya habido divisiones, claro que sí.

Algunos han querido llevarse a grupos, personas, músicos y pastores reconocidos.

Pero el final de todos esos propósitos ha sido devastador, pero Cristo ha tenido misericordia con aquellas personas.

Pero cuando hablo de tiempos peligrosos, no solo es lo que les acabo de mencionar, sino que los ataques del enemigo que tiene contra nosotros no son como los de ahora años.

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Hace un tiempo nos amenazaban, ultrajaban y casi que nos pegaban en la cara y nos humillaban, entonces esto era una prueba para nosotros, pero ahora muy poco se ve eso.

Hoy por hoy hay unos ataques peores, al menos antes uno sabía que le daban un golpe y uno se sobaba en la casa, pero hoy el enemigo tiene estrategias aún más fuertes que las de antes.

El objetivo del enemigo es hacernos perder la capacidad de reacción frente a las pruebas que nos pone, una cosa es que te den un golpe.

Pero otra es que el enemigo se haga invisible, te dé por donde más te duela y no sepas en qué momento reaccionar y cuándo pasará.

Entonces para todos hay momentos peligrosos, por eso, cuando hablo de los tiempos difíciles, me refiero mayormente a la cadencia moral que hay en todas las generaciones.

Esto es algo tan natural, parece que Pablo cuando le escribe a Timoteo, ya vivía el problema, el cual en pleno siglo XXI siguen los mismos problemas.

Ahora, si uno lee en la palabra de Dios podemos ver que Pablo también escribiendo a Timoteo.

Observen lo que se presenta cuando está hablando de espíritus de error, doctrinas, demonios.

Lo cual, parece que los dos pasajes van en una misma similitud, dice así la palabra de Dios:

«Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos’’.

«Sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios’’ 2 Timoteo 3:2-4.

Cuando leemos estos pasajes Bíblicos nos damos cuenta de que hay algo interesante, y es, lo que decía hace un momento: «la decadencia moral’’.

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Este problema lo podemos ver en todos los puestos, niveles y lugares de nuestra iglesia.

En los pastores también se puede observar este problema, ya que ellos quieren ver qué enseñan nuevo, raro y extraño algunos predicadores de moda.

De lo cual van sacando una serie de ideas, y vas a mirar su manera de vida y de pastores no tienen nada.

Hay algunos que quieren mostrar que son bien espirituales y de ello no tienen nada, la decadencia moral nos lleva a pensar en lo que estábamos leyendo en 2 de Timoteo.

En la vida hay cosas con la que no podemos ser flexibles, tenemos que ser inflexibles en algunas cosas importantes de la vida y de la iglesia.

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Veamos una lista de cosas invariables:

  • El evangelio no admite cambio
  • El calvario no admite cambio
  • La gracia de Dios no admite cambio
  • La autoridad de la palabra de Dios, no admite cambio
  • La fe no admite cambio
  • Los principios y los valores, no admiten cambio

Ahora, cuando estoy dando una lista de cosas que no admiten cambio.

Me quiero referir a las cosas de las cuales no podemos desviarnos, no solo de los de Dios, sino de lo que uno mismo se traza en la vida.

No hay que desviarse de los propósitos que nos puede en la vida ayudar a ser mejores personas e hijos de Dios.

El primer propósito, sería con Dios, ¿Cuántos han hecho el propósito de seguir a Jesús? Y hoy ya no están.

Pero también hay un grupo que ha permanecido a pesar de la oleada, vientos fuertes, burlas.

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Los Hechos de los apóstoles están llenos de gente con propósitos, los evangelios están saturados de personas con propósitos.

Otro propósito interesante, es el qué hago conmigo mismo y mi futuro, a veces se dice: pobrecito, no surgió porque no le dieron oportunidad.

Pero ¿Cuántos pobres hay que no tenían con qué comer? Muchos, y ahora son unas personas que tienen altos cargos.

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Esto sucede porque cuando alguien desea proponerse algo, lo logra, pero también está el otro lado.

Donde vemos a jóvenes que son hijos de millonarios y estos no han hecho nada por su vida, no tienen propósitos, metas, sueños claros.

La razón de estas polarizaciones es que las cosas se dan no por habladuría de tener, querer, soñar, sino de proponerse.

Pero de la misma manera trabajar por aquello que se quiere alcanzar.

Ahora, es cierto que cuando te propongas algo no faltará el que te diga: «no puedes’’ o se ríen en tu cara y no creen en ti.

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Pero algo debes tener claro mi hermano, y es que de la mano del Señor Jesús es que podemos conseguir nuestros sueños y propósitos en este mundo.

Sin Dios en nuestra vida no podremos alcanzar nada, y si llegas alcanzar algo con tus fuerzas, te costará mucho y no serás feliz.

Porque lo hermoso de tener a Dios es que aun en lo poco o en lo mucho, con él siempre somos felices.

Pastor: Reinel Galvis

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