No busques más excusas

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No busques más excusas

Si usted quiere ser libre para servirle a Dios, para responderle a Dios, tiene que disponerse a dejar que Dios lo llame. Hablaremos sobre el tema: «No busques más excusas».

Él no hace acepción de personas, a veces uno ve en la iglesia algunas personas que manejan un complejo de inferioridad muy tremendo y esto es muy malo.

Tanto es malo el completo de inferioridad como el de superioridad pero aquellos que manejan el de inferioridad nunca pueden salir adelante, siempre se sienten derrotados.

Uno es de acuerdo a lo que uno piensa que es, si usted piensa que es un derrotado, siempre será un derrotado.

Pero el Señor no nos ha llamado a vivir en derrota, nos ha llamado para vivir en victoria en el nombre de Jehová de los ejércitos.

Que muchos de los hombres grandes de la Biblia salieron de la nada, Dios no está buscando cuna de reyes, ni gente de sangre azul.

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El mayor reciclador se llama Jesucristo, la Biblia dice, que él escoge de lo más vil para avergonzar a los sabios, a los grandes y a los poderosos.

Usted es un potencial, tiene que levantarse, tiene que levantar la cabeza.

Lo que necesitamos hoy en día es jóvenes con autoridad de parte de Dios, no jóvenes acobardados, no jóvenes que se paran ante lo imposible y se imposibilitan.

Si usted quiere ser libre tiene que estar dispuesto a enfrentar los problemas que otros le huyen.

La lucha más grande es nuestro propio yo.

Pablo dijo, yo tengo un enemigo muy grande. Cuando él dijo esas palabras todo el mundo estaba a la espera de quién era el que iba a señalar.

Él dijo, ¿Quieren saber cuál es el enemigo más grande que yo tengo? Es mi propia carne.

El enemigo más grande que tú tienes que enfrentar no es tu papá, no es tu mamá, no es la iglesia, no es el pastor, no andes buscando culpables.

Si logras entender que el enemigo con el que tienes que luchar es tu propia carne, podrás vencer.

Dios nos desafía de una manera especial porque quiere ayudarnos, cuando no tenemos nuestras propias metas es fácil que los demás nos las impongan.

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Cualquiera puede pasarnos su agenda si no sabemos quiénes somos, salvo que usted enfrente sus debilidades y trace con mucha atención sus zonas vulnerables.

Usted tiene un asiento reservado, el lugar que Dios le tiene a usted, él no quiere que otro lo ocupe.

Que el Espíritu Santo nos haga entender a dónde podemos llegar con Dios.

Tú no eres lo que los demás dicen que eres, tú eres lo que Dios dice que tú eres.

El Señor efectuó una inversión muy costosa y personal para cada uno de nosotros, nosotros valemos mucho, no importa que tus zapatos estén remendados, eso no le impresiona a Dios.

A Dios le impresiona un corazón contrito y que se emocione por la causa de él, a Dios no le impresiona tu sabiduría, ni cuánto te has quemado las pestañas en la universidad.

A él le impresiona una persona que le diga, Señor, yo no tengo más que una vida para que tú la perfecciones y hagas con ella lo que tú quieras.

Usted no tiene porqué sentir celos de otros, el diablo es el que pone la cascarita para que nos deslicemos, caigamos y después es él quien nos señala.

Dios no señala, él perdona, él no rebaja, él sube, el diablo es el que no quiere que salgamos de la mediocridad.

Sí podemos, dicen que las mujeres somos el sexo débil, sí somos frágiles, femeninas es otra cosa, una cosa es ser frágil y otra cosa es ser débil.

Aquí nadie es débil, los hijos de Dios somos fuertes porque tenemos al espíritu de Dios poderoso.

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No busques más excusas.

Hay un secreto para salir de la pobreza y la mediocridad, necesitamos tener un encuentro con Dios como lo tuvo Jacob.

Si usted no cree que ya no tiene fuerzas para librar batallas pero sí tiene una familia que puede tomar la bandera y librar batallas para la honra y gloria de Dios.

Si alcanzáramos a entender cómo está la venida del Señor cerca, la maldad se ha multiplicado.

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Todo eso se está viviendo por eso, debemos levantarnos y hacer lo que debemos que hacer la gloria del Señor.

El que quiere agradar a Dios tiene que sacrificar algo y ya la gente no quiere sacrificar nada.

Ya la gente quiere servir a Dios pero no quiere sacrificar nada y la Biblia dice:

“El que quiere venir en pos de mí tiene que negarse a sí mismo”.

“Vale la pena renunciar a lo que sea con tal de servir a Dios”.

Dios quiere que estés solo para hacerte el tratamiento que necesitas, para encontrarte con Dios como tiene que ser.

Si queremos tener un verdadero encuentro con Dios, si queremos salir de pobreza y de la mediocridad espiritual.

Tiene que haber un momento en la vida donde nos tenemos que quedar solos con Dios.

¿Quieres conocer secretos de Dios para tu vida? Comienza desde esta noche a buscar esa intimidad a solas con Dios.

Cuando tú te puedes arrodillar y decir, Señor, qué no te gusta de mí, que no te agrada, que tienes que quitar, lo que quiero es servirte, agradarte.

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No busques más excusas.

Cuando usted le expresa esas palabras a Dios, usted comienza a salir de la pobreza espiritual.

Y cuando se sentía arrinconado, va ir saliendo como las águilas, comienza a venir sobre usted el poder sobrenatural.

Dígale al Señor, enséñame a orar y a medida que usted va haciendo esto, eso se va a fortaleciendo y Dios nos va separando para cosas grandes.

Un proceso no se logra de la noche a la mañana, hay jóvenes que ayuna un día y con eso se quieren sostener el mes.

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Usted puede haber cometido muchos errores y cometido fallas, tenido caídas, uno no es un derrotado porque haya tenido caídas sino porque no se levanta de ellas.

Nos gusta ser bendecidos pero no nos gusta ser quebrantados, si usted quiere ser alguien usado por Dios, quiébrese, pártase, quebrántese.

En qué estamos empleando nuestras fuerzas, en las pantallas perdiendo el tiempo mientras los demás se pierden, no, no le sirvas a Dios de cualquier manera.

No busques más excusas, se nos está acabando el tiempo.

Por: Luz Marina de Galvis

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