Jesús es el camino la verdad y la vida

Jesús vino en su manifestación en carne, a buscar y a salvar lo que se había perdido, vino a cumplir la primera etapa de su plan misionero y lo hizo en su condición humana. Hablaremos sobre el tema: «Jesús es el camino la verdad y la vida».

“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré” Juan 16:7.

Jesús estableció el reino y en esa manifestación en carne el ofreció su cuerpo como ofrenda por nuestro pecado, él se propuso a venir a salvarnos.

Para salvarnos del pecado, debía necesariamente mediar muerte, porque la paga del pecado es la muerte.

Pero Dios no puede morir entonces se manifestó decidió venir como hombre, a morir por nosotros.

Es ahí cuando vemos que Dios, el creador del universo, la majestad del universo, se despojó así mismo, se humilló a sí mismo y por amor murió.

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Eso que nadie más podía hacer, Jesús lo hizo, porque él siempre hará lo que tú no puedas.

A algunas personas se les puede hacer difícil comprender, que Dios se humilló hasta ese grado en que lo hizo, y parece que creyeran que eso es como lastimar su grandeza.

Pero tal humillación de Dios, no lo hizo, ni lo hace pequeño ante nuestros ojos, por el contrario, ante nuestro corazón lo engrandece.

Cuando vemos hasta dónde llegó el Señor Jesús por amor, nuestro corazón se enamora más.

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Físicamente hablando él no trajo nada extraordinario, él se confundía entre la multitud, tanto que Juan tuvo que señalarlo.

Tuvo que recibir una revelación, tanto así, que Judas tuvo que decirles a los soldados quién era Jesús.

Cuando se fue su cuerpo mandó su espíritu, que lo llena todo.

Lo hizo de esa manera para extender su reino por todo el mundo, por eso, hoy sabemos que la victoria está asegurada y cuando él venga convencerá al mundo.

El Espíritu Santo es el que va a la cabeza de las misiones, él decide dónde y qué persona va a cualquier lugar.

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Nosotros podemos hablar, pero es el Espíritu Santo el que hace que esa palabra penetre en la vida de las personas.

Esto es porque Jesús hará lo que tú no puedas hacer, él llegará a donde nosotros no podamos llegar.

Nosotros somos quienes hacemos alguna invitación a nuestros servicios, pero es el Espíritu Santo quien convence, es el predicador quien se dispone.

Pero la obra es hecha por Dios, quien llega hasta el oído y toca corazones es el mismo Espíritu Santo.

Jesús hará lo que tú no puedes hacer; que glorioso saber que no estamos solos y que por él está en pie esta iglesia.

Es el Espíritu Santo el que toma el corazón de las personas y los hace llegar a sus pies y así mismo los convence para que se bauticen y para que perseveren en este camino.

Así como nos ha pasado a cada uno de nosotros, que tenemos plena seguridad que todo esto es obra del Espíritu Santo.

Esto no es obra de hombres, Jesús siempre hará lo que nosotros no podamos.

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No hay un evangelista, maestro o un expositor de las sagradas escrituras por poderoso que sea en la palabra que pueda decir, que son sus capacidades o sus habilidades, todo esto es porque el Espíritu Santo ha hecho obras extraordinarias.

“Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo” Hechos 9:31.

Hoy somos colaboradores y servidores, hoy hacemos lo que podemos, pero Jesús hará lo que tu no puedas, basta con estar dispuestos a llevar este glorioso mensaje y el hará el resto.

Pastor: Vicente Arango