La adaptabilidad de Dios

1738

La adaptabilidad de Dios

Hoy Jesús quiere que conozcamos a través de este artículo la adaptabilidad de Dios para venir a salvar al ser humano.

Si hay alguien diferente en este mundo, ese es Dios, quiero describirte unas de los miles de diferencias entre este ser único y el hombre.

Dios es Espíritu y nosotros somos carne, él no tiene hambre, nosotros sí, Dios no se cansa nunca, pero nosotros sí, Dios no tiene mañana ni ayer, nosotros tenemos el tiempo.

Puedes leer: El Espíritu Santo no pasa de moda

Otra diferencia, a Dios no le duele nada, pero nosotros tenemos dolores, el Señor no se muere, nosotros tenemos la muerte.

Entonces, Dios nos quiso ayudar, pero había una diferencia abismal entre él y nosotros, así que, el Señor tuvo que resolver ese problema.

¿Cómo nos podía ayudar? Siendo nosotros tan diferente a él, ¿Sabes qué hizo Dios? Se hizo como uno de nosotros.

Se mudó a nuestra casa, comió, se vistió, vivió en el tiempo, sufrió el dolor y probó la muerte como nosotros, porque ya que nos quería ayudar, se debía adaptar.

La Biblia dice: «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo’’ 1 Corintios 11:1.

Porque somos sus hijos amados, si nosotros queremos predicar el evangelio a todo el mundo y a toda criatura, tenemos que entender que el mundo tiene muchas diferencias y que cada criatura es distinta.

Nos tenemos que adaptar y encontrar la manera de comunicarnos, porque Dios nos enseñó así, no es insistiendo en que somos diferentes, sino pasando por encima de las diferencias.

Quisiera contarles, que en una ocasión estaba en una convención predicando, y a mi lado tenía dos traductores de diferentes etnias indígenas.

Y puse el ejemplo acercándome a ellos: «somos diferentes, tenemos tres vestidos diferentes’’.

Pero aprendí de un arahuaco, a quien el jefe de la tribu le dijo: «Esa religión es para los blancos, no para nosotros, mira que ellos se visten diferentes’’ y el hermano con esa sabiduría le responde: «corta, pelo, quita ropa, todos iguales’’.

Dios nos hizo iguales, las diferencias externas no tienen importancia, la palabra del Señor dice: «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura’’ Marcos 16:15.

Estamos desarrollando el tema: «La adaptabilidad de Dios».

No importa cómo se vistan, sus bienes materiales, lo que coma, la Biblia dice:

«Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación’’ Hechos 17:26.

Dios es sorprendente, él siempre busca la manera para que el hombre le entienda, el día que escogió derramar de su Espíritu Santo, él seleccionó una fecha especial.

Te puede interesar: El Espíritu Santo como herramienta principal

Y menciona la Biblia que había hombres piadosos, de todas las naciones debajo del cielo, reunidos en Jerusalén, y de repente hubo un estruendo del cielo y un viento recio llenó toda la casa y se aparecieron lenguas repartidas como de fuego.

Estas lenguas, se sentaron sobre cada uno de ellos, y fueron todos llenos del Espíritu Santo, pero quiero decirte, que todos los que estaban allí, entendían una lengua.

Si estás entendiendo este escrito en español, es porque lo hablas y hay un aprendizaje en tu cerebro que comprende la codificación española.

Pero ese día Dios dijo: «no les voy hablar en ese idioma que todos entienden, les voy hablar a cada uno, en la lengua que aprendió desde que era niño’’.

Dios está interesado en que cada niño, adolescente, joven, adulto, anciano, escuche la grandeza de él en su propio idioma.

Vea también:  Sin poder no podemos hacer

Yo nací hablando español, pero me fui a un país a estudiar donde hablaban inglés, y yo aprendí ese idioma segundario.

Pero cuando me tocaba predicar o dar gracias a Dios por los alimentos, yo no hablaba en inglés.

Sentía que no decía nada, por eso prefería orar en español, porque el lenguaje nativo les daba sazón a mis palabras.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

La adaptabilidad de Dios.

Yo quería que Dios supiera que, no solo le estaba diciendo cosas, si no que, el hablar mi idioma nativo me permitía abrir el alma en la oración y predicación.

Entonces Dios ese día le habló a cada uno en la lengua que sabía.

Así que hermanos, si queremos proclamar el evangelio a toda criatura, tenemos que entender, que no todo el mundo habla español.

El apóstol Pablo, menciona algo muy importante: «a todos me hago de todo, aunque yo ame lo mío, si amo a la gente, me tengo que adaptar’’.

Si usted quiere predicar, entonces adáptese, porque para que podamos decir.

Que hay gente de toda tribu, nación y de toda lengua, tenemos que olvidarnos de que somos colombianos y que hablamos español.

Este es un evangelio polígloto, de todas las lenguas, porque esta palabra de Dios pertenece a todos los pueblos.

No es una riqueza de los hispanos, es un tesoro para todos los pueblos, aprendamos de Dios.

Yo he viajado por muchas partes, y me extraña que un colombiano vaya al extranjero, a buscar comida colombiana.

El mundo es grande, la palabra etnia, quiere decir nación, así que, hay muchas naciones, con ropas, comides, formas de pensamiento, diferentes, pero el evangelio es para todos.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

La adaptabilidad de Dios.

Dios es para todos, la salvación es para todos, el poder del Espíritu Santo es para todos.

Yo quiero decirle a alguien que no hable español, Dios ama al presidente de su país, a un indígena.

Dios ama al mamo de su tribu, y el Señor lo quiere salvar, y nosotros suplicamos al Señor que nos dé la palabra y manera apropiada, para que él reciba el evangelio.

Todos los hombres Dios los conoce y los ama, dice la palabra de Dios:

«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna’’ Juan 3:16.

Nuestro corazón debe amar todas las razas, pueblos, por eso seguimos a Cristo.

Ya que, es una demostración de que sí podemos compartir, convivir y disfrutar de una misma salvación. La adaptabilidad de Dios.

Pastor: Álvaro Torres

Artículo anteriorHay uno más importante
Artículo siguienteSer maestro es un ministerio