La salvación se puede cuidar o descuidar

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La salvación se puede cuidar o descuidar

La palabra Señor significa dueño, amo. Un dueño o un amo es quien tiene dominio sobre algo o alguien. Hablaremos sobre el tema: «La salvación se puede cuidar o descuidar».

En ese sentido se aplican las expresiones:

  • Señor de los ejércitos
  • Señor del reino

En un reino no hay dos señores, hay uno solo que gobierna, dirige y el Señor de este reino está posesionado aquí.

Cuando nosotros no conocíamos al Señor, éramos esclavos del pecado y de nuestro adversario, el diablo.

No podíamos hacer lo que queríamos, somos testigos, muchas veces lloramos y dijimos ¡No voy a beber más!

Pero solamente se quedaba en palabras porque en aquel momento llegaba el deseo y nos hacía hacer eso que muy en el fondo no queríamos a hacer.

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Es que había algo que se enseñoreaba de nuestra vida, eso se llamaba pecado, había alguien que nos tenía atados.

Él fue cruel con cada uno de nosotros, se convirtió en un verdugo, queríamos ser libres pero no podíamos.

Hasta que un día se apareció el Cristo resucitado, fuimos a ese evento y recibimos ese poderoso mensaje del Señor y penetró nuestras vidas.

Entonces nos llevó al arrepentimiento, caímos de rodilla y ese día tuvimos un encuentro personal con Jesús, las cadenas fueron rotas y nuestra vida comenzó a ser diferente.

Ahora que ya eres parte de este reino, de este pueblo, ya no te perteneces a ti mismo, no podemos hacer lo que queramos.

Fuimos vendidos pero también gratuitamente fuimos comprados y no de oro y plata, sino a precio de sangre santa, sin mancha, sin contaminación que es la que nos ha limpiado y la que quita el pecado del mundo.

Históricamente el título de Señor, indicaba la superioridad con respecto a los esclavos de los que eran amos.

Es apóstol Pablo dice, Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1 Corintios 6:19.

Quiere decir, que ya tu voluntad no es tuya, las veces que hemos querido hacer las cosas a nuestra manera, las veces que no hemos tenido en cuenta a Dios.

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Jóvenes que en algún momento dado, han puesto sus ojos en el hombre o la mujer equivocada.

Y aunque tú sabes que no te conviene, sin embargo, tú sigues empeñado en esa relación, están sucediendo cosas que en el fondo te están marcando, están dejando cicatrices.

Estás en el templo y te sientes mal, hay un dedo señalador del enemigo que te dice, que no eres digno de que levantes tus manos, que adores a Dios y de repente estás en un laberinto sin salida.

Pero quizás tú no deseas, anhelas ser libre, tal vez, no supiste ni cómo, ni cuándo, pero en un momento de descuido el enemigo aprovechó.

Haz intentando romper con esa relación y nos has podido.

Hay jóvenes que están atravesando situaciones difíciles, internas que a veces no eres capaz de hablar porque te da miedo de decir lo que te pasa.

La palabra volver es regresar. Eras ferviente en la oración, consagrado, eras de bendición en la iglesia donde te congregas, trabajabas duro.

Pero hay cosas que han venido ocupando ese lugar de Dios, ya no eres el mismo, aquel que llegaba temprano y doblaba sus rodillas antes de iniciar el culto.

Hoy estás en el culto y pareciera que estás en otro lugar, algunos tienen una actitud muy indiferente a la presencia de Dios.

Mientras Dios está allí latente, palpable, tú estás como si él no estuviera presente.

Pero tú ayer no ibas al culto a hablar, cuando tú comenzaste tus primeros pasos en la vida cristiana, había en ti un hambre, una sed.

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Necesitamos que esa sed y esa hambre comience a despertar en esos que están en un letardo espiritual.

Ayer eras humilde pero hoy tienes dinero y ese te ha hecho daño, por causa del dinero te has enorgullecido.

No te importaba si te ensuciaba el pantalón, a ti lo que te importaba era estar en la presencia de Dios, tener una experiencia viva con él.

Pero hoy no, hoy todo ha cambiado para ti.

Dios está tocando hoy, ¿estarás dispuesto abrirle la puerta del corazón?

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La palabra principio significa primer instante de algo, comienzo o causa.

Era lo más importante en tu vida, comenzaste a caminar con el Señor, las cosas que no se cultivan con el paso del tiempo se deterioran o se marchitan.

Se mantienen intactas dependiendo del cuidado que se tenga de ellas.

¿Qué significaba para ti ir a la iglesia?

No importa si me tengo que revolcar pero con tal de que yo vuelva a ese principio, que pase lo que tenga que pasar.

No importa si lloramos bonito, lo que importa es que él haga lo que tenga que hacer en nuestra vida.

¿Qué significaba para ti orar, leer la Biblia, servir, sentir la presencia de Dios?

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La salvación se puede cuidar o descuidar.

Si hoy tuvieras la valentía de tener un reconocimiento, ¿no será que tu vida está descuidada, que has caído en la rutina?

Rutina significa hacer una cosa de manera repetida y es peligroso que la rutina nos lleve a la indiferencia.

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” Hebreos 2:1-3.

La salvación se puede cuidar o descuidar.

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Cuando uno tiene hambre de Dios no está mudo, no está indiferente, cuando uno tiene hambre y sed, le habla con el corazón, de los íntimo, de allá dentro le dice ¡Ayúdame, te necesito!

Ayer clamabas con el alma, era fácil que lágrima rodaba por tu mejilla, tenías intimidades especiales con Dios.

Pero hoy, ¿no será necesitas volver al principio?

Pastor: José Luis Ramírez

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