Las dos caras de la fe

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Las dos caras de la fe

Pablo llegó a Listra y al llegar, se formó un tumulto, la Biblia que lo sacaron afuera de la ciudad y allí lo apedrearon tanto, que pensaron que estaba muerto. El tema de hoy es: Las dos caras de la fe.

Nos podemos imaginar el cuerpo de este hombre, lleno de sangre, golpes, heridas y hasta huesos rotos, tirado en el piso.

“Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar” 2 Corintios 11:25.

Vemos a Pablo describiendo como era su diario vivir.

“En caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos” 2 Corintios 11:26.

Y continua Pablo diciendo, que en trabajos y desvelos, claramente este desvelo era por esa preocupación de poder avanzar en ese servicio a Dios; debemos conocer las dos caras de la fe.

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Termina diciendo, en hambres y en sed, en frío y desnudez; en ocasiones nos parece que son muchas nuestras pruebas y dificultades.

Es bueno mirar esto porque nos quejamos mucho a veces y parece que se nos olvida que no somos de este mundo.

Nosotros somos del cielo y pronto estaremos allá. Nos gloriaremos de nuestra debilidad, así como Pablo lo dijo.

Pensemos en cual es nuestra debilidad, eso que nos quita el sueño, eso que nos entristece, esa situación que nos hace sentir mal.

Pero recordemos que él, nuestro Señor, se hace fuerte en nuestras debilidades.

Aunque te den la espalda, aunque se burlen de ti, incluso aunque tu familia te menosprecia, recuerda que el mundo no es digno de ti, porque eres hijo del altísimo.

Pablo estaba marcado por Cristo, no vivía como los demás, no era marcado por entretenciones o por placeres de la vida.

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Se necesitan hombres y mujeres en este tiempo, así como Pablo, marcados por Cristo.

La fe en la Biblia nos habla de tres aspectos importantes:

  • Nos sirve para salvación.
  • Nos sirve para ver milagros y prodigios.

Y ese último aspecto es en el que enfatizaremos.

Miremos esto: “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido”.

Aquí en este verso, se está hablando de esos grandes hombres de la Biblia que conocemos Moisés, Abraham, Elías, entre otros.

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Pero el texto continúa diciendo: “proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros” Hebreos 11:40.

El Señor para ti ha provisto cosas mejores, por eso, es importante conocer las dos caras de la fe.

Dios amó a todos los grandes hombres que conocemos en la Biblia, pero el amor con que nos amó a nosotros, no tiene comparación.

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Éramos pecadores no teníamos nada que ofrecer, no éramos justos, no teníamos fe, nuestro corazón no era conforme al de Dios, el amor que Dios nos ha dado es mucho más grande.

Sin tener nada, sin ser nada, vemos la misericordia más grande de Dios.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:8.

Miremos cuan grande amor nos ha dado Dios para que seamos llamado hijos.

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Hoy tenemos el título de hijos, si Dios es nuestro padre ¿Qué nos faltará? Si el es todo, en él lo tenemos todo.

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” 1 Juan 3:2.

Esta es nuestra esperanza, y debemos anclar nuestra fe en esta esperanza.

En el tenemos fuerzas, recobramos ánimo, recibimos respuestas. Si confiamos en él, él hará.

Pastor: Michael Secaira

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