Llevar el evangelio es compromiso de todos

Celebramos algo que apareció obviamente por una causa, pero nos comprometemos a seguir llevando a cabo el compromiso de causa para seguir mirando los efectos porque llevar el evangelio es compromiso de todos.

Lo que quiero presentarles es el resultado de vuestro trabajo y un llamado a echarle más leña a esto.

Que muchos más se añadan a este programa de Dios para poder continuar mirando sus maravillas.

Si usted quiere tener el poder de Dios, ser sano, libre, lea atentamente y verá.

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Para nosotros tener una cosecha grande, siempre la cosecha produce regocijo, porque se hacen planes y muchos participan.

Porque es el resultado de un sufrimiento terrible y que después del calor, la lluvia, los insectos pero siempre el que va llevando la semilla, la lleva con una esperanza.

Cuando el Señor llama a alguien y lo envía, cuando ese hombre llega allá, Jesús hacía mucho rato ya estaba allá, ya tenía lista la gente, la casa, todo.

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Porque cuando el programa es de él, la cosa es diferente.

Estamos seguros y sabemos, excepto los que no se han encontrado con Jesús, que todo aquel que se encuentra con el omnipotente ya no busca más.

Porque él es excelente, no hay jerarquía, potestad y principado que se pueda parar frente al Dios de esta iglesia.

“Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas” Salmos 126:6.

Seguimos siendo testigos del poder de Dios.

Si el Espíritu Santo vive en usted y si es lleno de él, no le de miedo, vaya tranquilo, pero si no está lleno ni se vaya aparecer por allá porque de allá no sale.

Pero si estás lleno de Dios puedes ir a África y cualquier lugar del mundo.

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Esta iglesia es diferente, somos el pueblo de Dios, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, con propósito para anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de la nada a su luz admirable.

Hemos llegado donde nadie ha llegado, una cosa es lo que digan los talleres de antropología cultural no son malas, son buenas en el terreno humano.

Pero otra cosa es cuando Dios tiene un programa y va impulsado por el combustible de la intercesión, de la oración y del ayuno.

Pastor: Silvio Solarte