Por qué no creen en la unicidad de Dios

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Por qué no creen en la unicidad de Dios

Lo que hace la diferencia en nosotros es invocar el nombre del Señor Jesús para perdón de pecados. Hablaremos sobre: «Por qué no creen en la unicidad de Dios».

Abrir el corazón a él, ser llenos con el poder del Espíritu Santo y vivir para Dios eso hace la diferencia.

Necesitamos tener una convicción plena del nombre de Jesús.

El enemigo quiere tener atada a la gente, haciéndoles creer que Dios no es uno y él sabe que sí lo es, porque por mucho tiempo estuvo adorándole en el cielo.

En ocasiones al evangelizar y hablar de la unicidad de Dios, encontramos resistencia muchas personas dualistas, trinitarias y muchas otras, que creen algo diferente.

Pero debemos tener claro, que no es por ellos exactamente, a veces hay influencias del maligno que interfieren para que ellos no conozcan la verdad, al enemigo le convine que las personas no crean en la unicidad de Dios.

De modo, que necesitamos orar por ellos, interceder por ellos y debemos ganarlos como nuestros amigos, que no vean en nosotros algo diferente, más que el amor y la misericordia de Dios.

No debemos atacarlos o creer que son enemigos por no creer nuestra misma doctrina.

Al contrario, necesitamos ganarlos como si fuesen a pertenecer al cuerpo del Señor, con fe de que nuestra palabra será una semilla en sus vidas.

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Cuando hablamos de Jesucristo, a veces tenemos problemas en mencionar el nombre del padre del hijo, en la Biblia nos habla claramente de esa doble naturaleza que Jesús poseía.

«De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén» Romanos 9:5.

Aquí vemos esas dos naturalezas que operaban en Jesús, él nunca dejó de ser Dios para actuar como hombre y nunca dejó de ser hombre para actuar como Dios.

Sino en la misma naturaleza él actuaba en las dos naturalezas; en el capítulo 11 de Juan podemos verlo.

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Él llega a la casa de María y Marta y ellas están llorando porque su hermano ha muerto.

Él también sintió dolor, un sentimiento humano que lo hizo llorar, pero luego dijo: ¿Dónde le pusiste? Marta lo vio innecesario ya que su hermano había muerto y no había nada que hacer.

Marta lo llevó al lugar donde lo tenían y Jesús le dijo Lázaro ven fuera, ¿Cómo que en un momento estaba llorando y tiempo después tenía a Lázaro vivo?

Esas dos naturalezas se vieron; como hombre se unió al sentimiento humano llorando junto con ellos, pero momentos después resucita a Lázaro teniendo 4 días de muerto.

El apóstol Pablo dice, grande es el misterio y el misterio no está en la revelación, sino en que él es hombre sin dejar de ser Dios y es Dios sin dejar de ser hombre, las dos naturalezas están en su cuerpo.

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“Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí” Oseas 13:4.

“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” Zacarías 14:9.

Hay quienes equivocan pensando que Jesús es el hombre Dios y ése es el ministerio de la iniquidad, el hombre levantándose para hacer un dios.

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Jesús no es un hombre Dios, Jesús es Dios siendo hombre, manifestándose en carne, ese es el misterio de la divinidad.

Por eso, nosotros no creemos en la unidad de Dios, porque la unidad da lugar a creer que Dios pueden ser varias personas, Dios es unicidad, que es calidad de único.

A través de toda la Biblia notamos que la naturaleza divina tomó esta naturaleza humana, esto es lo que Dios había comprometido.

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Notemos que aún Jesús presentó su divinidad ante el mismo satanás, quien llegó con ganas de tentar a Jesús y Jesús le dijo: al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.

Somos testigos de las verdades eternas, por eso, debemos ser contundentes con nuestra palabra, hablar siempre a tiempo y fuera de tiempo.

Porque hay muchas almas que deben conocer la verdad, debemos ser agresivos con este mensaje, el mensaje de la unicidad de Dios.

Por: Luis Alfonso Girón

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