A Dios no lo limitan las circunstancias

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A Dios no lo limitan las circunstancias

“Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara” Romanos 4:19. Es necesario que hoy miremos mas allá de las circunstancias. Hablaremos sobre: «A Dios no lo limitan las circunstancias».

Usted no puede vivir sin considerar las circunstancias, eso es casi imposible.

Dios no ignora las circunstancias, ni nos pide que las ignoremos, pero más allá de ellas, hay algo mayor, hoy podemos ser realistas y partiendo de ese realismo encontrar nuestra solución.

María pensó en sus circunstancias cuando se le apareció el ángel y le dijo, que ella tendría un hijo, inmediatamente pensó que ella no tenía marido.

Dios no le pide a nadie que no piense en lo inevitable, pero sí que mire más allá de las circunstancias.

Somos seres humanos y no podemos evadirlas, no podemos dejar de sentir dolor o angustia.

Y Dios no pide que lo hagamos, él nos dice, que mas allá de las circunstancias hay una luz.

Hoy no te preocupes por tus circunstancias, reconócelas, porque si crees algo grande puede pasar.

Había un paralítico que sus amigos querían que fuese sano.

Así que van a la casa donde Jesús estaba y estaba todo muy lleno, no podían entrar, pero buscaron la manera y se subieron al techo.

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Quitaron las tejas y bajaron a su amigo, sin importar las condiciones o el trabajo que debían hacer ellos lo hicieron.

Jesús al ver esto le dijo al paralítico: “A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa” Marcos 2:11, y así sucedió.

No importaron las circunstancias para los amigos de ese hombre, porque miraron más allá de las circunstancias.

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También encontramos en la Biblia que un hombre de más de 90 años quería tener un hijo y su esposa que estaba también mayor y además era estéril, anhelaba tenerlo.

Las esperanzas notoriamente eran pocas, muy pocas, pero dice la Biblia, que aquel hombre no se desanimó porque su cuerpo era muy viejo.

Él no desconocía su vejez, y tampoco que el vientre de su esposa nunca había dado hijos.

Pero contra esas circunstancias le creyó a Dios, porque Dios le dijo, que no solo uno, sino como le número de las estrellas que había en el cielo sería su descendencia.

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No se desanimó por su cuerpo, sino que se fortaleció en confianza y en fe.

Sabiendo que Dios le había hecho una promesa y nadie más que él tenía el poder.

Hoy ese mismo Dios es el Dios del que hablamos y en quien confiamos, así que debes mirar mas allá de las circunstancias y ver su poder.

Dios está dispuesto a hacer, tenemos un Dios al que no lo limitan las circunstancias.

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Aunque frente a ti hoy solo veas un desierto, mira mas allá de las circunstancias y confía en que florecerá y habrá aguas en el nombre de Jesús.

Todos conocemos la historia de Job y su proceso, uno muy duro donde no tenía nada más que miseria, veía su piel y su enfermedad.

En situaciones muy fuertes, como seres humanos, enfrentamos desesperación y angustia en circunstancias similares a las de Job, pero así como él dijo debemos creer y pensar:

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“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” Job 25:26.

Entreguemos todo a Dios, aun esas circunstancias, solo confiemos y él se encargará.

Pero que no nos limiten circunstancias, que nada nos impida ver la obra de Dios en nuestras vidas.

El conoce todo y no es indiferente a las situaciones, nosotros solo miremos más allá de las circunstancias.

Pastor: Álvaro Torres

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