No dejes de tomar agua de la peña

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No dejes de tomar agua de la peña

El Espíritu Santo obra de múltiples formas en la vida del creyente, donde nosotros a veces ni siquiera logramos darnos cuenta, todo lo que el Señor hace en la vida de cada quien. Hablaremos sobre «No dejes de tomar agua de la peña».

Precisamente en el momento en que nosotros escuchamos hablar de Dios.

El Espíritu Santo comienza a operar en nuestra vida y comienza a darnos entendimiento de que estamos fallándole a Dios.

Entonces llegamos ante la presencia de Cristo dolidos por nuestras acciones.

Allí es donde aparece la primera etapa del proceso de formación de un cristiano, que es el arrepentimiento.

Nos arrepentimos por una acción del Espíritu Santo, porque dice la palabra que el Espíritu Santo es el que convence al hombre de pecado.

Entonces, si alguien se ha arrepentido de sus acciones, es porque ya ha sido tocado por el Espíritu de Dios.

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No dejes de tomar agua de la peña.

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Pero el Espíritu Santo sigue trabajando en la vida de cada quien, de tal forma que va sembrando en el corazón del hombre un anhelo de renunciar totalmente a su vida pasada y constituirse en un ser nuevo.

Es allí donde la persona decide bautizarse en el Nombre de Jesús para perdón de sus pecados.

Cuando uno se bautiza en el nombre del Señor, hay una acción del Espíritu Santo diciéndonos en ese momento, que estamos muriendo para el mundo.

Pero al mismo tiempo, estamos naciendo para Dios y para la obra de Dios.

Porque el bautismo es muerte y al mismo tiempo es resurrección, morimos para el mundo, pero nacemos para Cristo.

Entonces, con el bautismo el Espíritu Santo aparece algo maravilloso en nuestra vida, algo que solamente está dentro de la misericordia del Señor.

Porque cuando nos bautizamos en el Nombre de Jesús, hay una caducidad de nuestras faltas.

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Porque las cosas viejas pasan y he aquí todas son hechas nuevas, por la obra del Espíritu de Dios.

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Pero el Señor no se conforma con esa acción en nosotros, él siempre ha querido que nosotros tengamos muchas cosas más de él.

Dios sabe que nosotros actuando solitariamente no podemos hacerle frente a las acechanzas del enemigo.

El diablo no nos teme ni retrocede cuando llegamos por nuestra linda presencia, él retrocede cuando estamos llenos de la autoridad de lo alto.

Y él le retrocede es a Cristo porque sabe que él fue el que lo venció en la cruz del calvario.

Entonces el Señor no conforme con que volvamos a su camino, no conforme con que limpiemos nuestras faltas, quiere darnos un regalo especial.

Ese regalo no es que el Espíritu llegue de tiempo en tiempo a nuestro corazón, sino que él quiere vivir dentro de nuestro ser permanentemente.

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Pero para eso debemos tener un encuentro personal con Cristo, debemos dejar que Dios nos llene y haga su voluntad en nosotros.

Así que el Señor les dejó dicho a sus discípulos “No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros” y ese “vendré a vosotros” no era otra cosa, que les iba a dar el Espíritu Santo de verdad.

Esa es la ventaja que nosotros tenemos en este tiempo, que en nuestros corazones sentimos a Dios todo el tiempo, y estamos siempre tomado de su mano.

Si deseas ampliar un poco más, por aquí debajo te dejaremos una enseñanza, que será de mucha bendición para tu vida.

Por: Álvaro Bovea

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