Cómo puedo cambiar mi actitud ante Dios

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Cómo puedo cambiar mi actitud ante Dios

Todos tenemos emociones, pero debemos pasar de la emoción a la acción y eso no sucederá, a menos que cambie nuestra manera de pensar. Hablaremos sobre: «Cómo puedo cambiar mi actitud ante Dios».

La Biblia dice, transformados por la renovación del entendimiento.

La Biblia también nos dice: conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

En el idioma griego el verbo en presente, hace referencia a una acción continua, es decir, continuamente conoceréis y continuamente serás libre.

Es importante para nosotros comprenderlo, porque hemos pasado por un trayecto de más de 80 años y el camino no ha terminado.

En este camino hemos tenido obstáculos que básicamente han sido mentales.

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No hablaremos de un compromiso de domingo a domingo, vamos a hablar de lo que nos ha impedido tener un compromiso fuera de los domingos.

Mientras no podamos conocer o ver lo que nos impide el camino, corremos el riesgo de estancarnos y encerrarnos.

Cualquiera que sea la emoción que tengamos no cambiará nuestra actitud.

En la iglesia pasamos momentos agradables en la presencia de Dios y también en comunión con los hermanos, pero los eventos se acaban y son ocasionales.

Debemos poner los pies en la tierra y hacer lo que Dios nos mandó a hacer, debemos pasar de la emoción a la acción.

Si no dejamos que Dios intervenga en nuestras emociones, no podremos cambiar de actitud, debemos dejar que sea él quien tome control, para que tengamos un cambio.

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Si no rompemos con nuestros paradigmas, nos vamos a estancar; las emociones, el llorar y el tener un momento agradable en la presencia de Dios, no cambiará nuestra actitud.

Gracias a Dios por todo lo que nos hace sentir, pero no es eso lo que va a cambiar nuestra vida, eso puede incentivarnos, pero el cambio viene después.

Tengamos el valor de dejar que Dios tome el control de toda nuestra vida.

Esos paradigmas o esos moldes mentales que tenemos nos impiden crecer no sólo espiritualmente, sino en nuestra vida personal.

Nos encasillamos a veces en paradigmas tan inflexible, que ahí nos podemos quedarnos, pero la invitación hoy es a no quedarse ahí, debemos romper esos moldes si queremos transformar el mundo.

Debemos olvidarnos de muchas cosas para cumplir con la misión. Pasemos de la emoción a la acción.

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Es necesario que nos enfrentemos y hablemos de algo que conocemos como un día sagrado, el día domingo.

Este día no es sagrado, eso es un invento; históricamente los hemos dedicado a descansar.

Pero es hora de que cambiemos y que pasemos de la emoción a la acción.

Entendamos que romper por estos paradigmas, nos abrirán los ojos y seremos el cambio que necesitamos.

Algunos creen que el día domingo tiene alguna razón bíblica y es porque dice, que Jesús resucitó el primer día de la semana.

Pero esto no debería hacernos moldes, Jesús pudo haber resucitado cualquier día de la semana.

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Lo grande no fue el día que resucitó, lo grande fue que resucitó y esta iglesia debe pasar de la emoción a la acción.

Liberémonos de todas esas cosas que nos hemos sembrado en la cabeza, para que el Señor Jesús siembre esa nueva semilla que florece y que debe dar buenos frutos.

Tenemos esquemas familiares, sociales, religiosos y culturales hebreos que están inmersos en la palabra de Dios.

Y cuando leemos la Biblia, a veces no lo hacemos de la manera correcta y nos hacemos paradigmas del Antiguo Testamento, de la Biblia.

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Entendamos que esa cultura malentendida por nosotros, nos ha llevado a creer cosas que no son verdad.

Como por ejemplo, hay quienes creen que algunos nombres condenan y otros santifican; es verdad que Jesús cambiaba los nombres, pero era algo del pasado y de aquella cultura.

Nosotros necesitamos tener claro ese contexto judío en el que se mueve la Biblia, para no cometer errores, para no quedarnos con paradigmas y que luego nos hagan daño.

Sin darnos cuenta, podemos estar copiando el modelo de estructura social que tenía el pueblo hebreo y no va a funcionar en esta época, ni en esta cultura, la situación es totalmente distinta a la de ellos y a la de ese tiempo.

Ya es momento de pasar de la emoción a la acción.

Pastor: Álvaro Torres

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