El misterio de la voluntad de Dios

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El misterio de la voluntad de Dios

Cuando leemos la carta de Pablo a los Efesios conocida para algunos como la carta de las epístolas. Hablaremos sobre el tema: «El misterio de la voluntad de Dios».

Ella nos aporta la respuesta y nos dice: si es posible vivir una vida diferente.

El capítulo 1 de este libro nos habla de todas las bendiciones que tenemos en Cristo, la Biblia dice, que nos bendijo con toda bendición espiritual.

Nos escogió antes de la fundación del mundo, nos predestinó para hacer adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo según el puro afecto de su voluntad.

Y todo esto era para alabanza de la gloria de su gracia con el cual nos hizo amados.

Se nos dice, que en él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.

Riquezas que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, nos dió a conocer el misterio de su voluntad.

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En él tuvimos herencia, porque fuimos predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

Todo esto concluido con la afirmación de que en él, nosotros habiendo oído la palabra, el evangelio de nuestra salvación y habiendo creído en él, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

En este libro podemos encontrar más que un ruego o requerimiento, el apóstol da un mandamiento; sed pues imitadores de Dios como hijos amados y andad en amor.

Estas solicitudes del apóstol a la iglesia están sustentados porque es natural que cuando tenemos un ruego, debemos de sustentarlo en algo, tiene que haber un respaldo.

Y mirando el sustento del requerimiento nos surgen entonces las tres razones principales por las que el apóstol se atreve a afirmar que podemos vivir una vida diferente.

El ruego lo conecta el apóstol Pablo como el llamamiento cuando dice: «Os ruego que vivan de una manera digna, que vivan quienes como nosotros hemos sido llamados a hacer parte del pueblo de Dios».

Y ese llamamiento es una expresión de la voluntad y la soberanía de Dios.

Sin embargo, hay un llamado general a la salvación porque Dios quiere que todos los hombres sean salvos.

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Pero hay llamados específicos a la iglesia que no se le hacen al mundo como la totalidad de los hombres, sino que hay llamados exclusivos para la iglesia.

Cuando hablamos a cerca de esta posición encintamos la primera razón por la que es posible vivir una vida diferente:

  • El llamado

Este ha sido un llamado exclusivo porque ha sido llevado a aquellos que han sido elevados a esta posición.

Una posición inigualable e insuperable, la posición que nosotros tenemos en Cristo nadie la puede igualar.

  • El cambio

La Biblia en esta parte nos habla de un viejo y un nuevo hombre, ese nuevo hombre es creado según Dios, este hombre nuevo tiene un sello característico.

El nuevo hombre desecha la mentira, el nuevo hombre es verdad, el nuevo hombre tiene la ira bajo control, airaos, pero no pequéis.

El nuevo hombre es honesto, el que antes robaba o hacía mal, ya no lo hará más.

Ahora trabajará con sus manos en lo que es bueno para que tenga que compartir con el que padece necesidad, el nuevo es solidario y edifica con sus palabras, es compasivo y perdonador.

  • Imitarlo a él

Nosotros podemos imitarlo a él porque somos sus hijos, esto no se lo dice él a los que que no son sus hijos.

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Quiere decir, que tenemos el código genético que él tiene, es en ese sentido que lo podemos imitar a él.

Los que lo quieren imitar a él, tienen que haber nacido de nuevo y nosotros hemos nacido de nuevo.

Cuando se habla de los mandamientos de Dios en el contexto del antiguo pacto.

Se habla de algo que para los que oyeron ese requerimiento se les hizo imposible poder cumplirlo por causa de su debilidad, su naturaleza pecaminosa.

Pero ahora que el Señor ha hecho una obra en nosotros, los mandamientos que él nos da no nos son gravosos.

A nosotros no nos tienen que decir, mire, vaya al culto, porque es que esto nos gusta, a nosotros no nos tienen que decir, que cantemos porque estos nos.

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Es en ese sentido que los mandamientos del Señor no nos son gravosos por la participación de su naturaleza porque él nos hizo partícipe de su naturaleza.

Cuando Dios nos da un mandamiento para nosotros no son una carga, son un deleite.

La oración para nosotros no es una carga es un gozo, por eso, el mandamiento de andad en amor no es un problema, así que la invitación es a vivir como hijos amados.

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El misterio de la voluntad de Dios.

Antes de conocer a Dios vivíamos en la oscuridad, pero ahora le conocemos hemos pasado a luz.

El mundo de las tinieblas es el mundo de las luces tenues, de las puertas cerradas, del que nadie lo sepa, del que nadie se entere, ese es el mundo de las tinieblas, pero nosotros andamos a la luz.

Por eso, nosotros no participamos de las obras de las tinieblas, sino que las reprendemos.

Vivimos como hijos de Dios, vivir de esta manera es vivir en nuestra posición como hijos del creador.

Nosotros pensamos bien lo que hacemos y el andar en sabiduría redunda en beneficio nuestro.

Si alguien es beneficiado somos nosotros porque nos lleva a aprovechar bien el tiempo, nos lleva a buscar y anhelar agradar a Dios.

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Porque es que esta bien que nos pregunten, ¿Cuántos están contentos con el Señor? Y todos diríamos ¡amén!

Pero aquí no se trata de que usted esté contento con él, aquí se trata de que Dios esté contento contigo, esto es andar como sabios.

Andar como sabios es comprender cuál es la voluntad de Dios para mi vida, vivir como hijos amados obedeciendo su palabra.

Vivir como hijos de luz desechando todo lo malo, vivir bajo el temor y voluntad del Espíritu Santo.

Esta es la manera más bonita de vivir nuestra vida y ofrecerla servicio del Señor.

Pastor: Fernando López

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