Cómo servir a Dios en tiempos difíciles

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Cómo servir a Dios en tiempos difíciles

“Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo” Juan 12:32. Hablaremos sobre el tema: «Cómo servir a Dios en tiempos difíciles».

La hora que vivimos es una hora que tiene unas características especiales, no por lo importante que sean las características, sino por lo difíciles que son.

Pero para momentos difíciles se necesitan hombres con características especiales.

En la Biblia podemos encontrar momentos decisivos, determinantes, momentos en los que se vive o se muere, en que se está de pie o se cae, se detiene o se avanza.

No hay oportunidad para un término medio, son momentos claves y Dios siempre ha tenido en todos los momentos difíciles de la historia, gente clave, gente con características especiales que no tiemblan ante las circunstancias.

Hombres y mujeres que no tuvieron miedo de los leones, no temieron la ira del rey, sus piernas no temblaron, se mantuvieron de pie en medio de las fuertes circunstancias.

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Claro está, la historia también deja ver mucha gente que fue vencida, que desertó, que volvió atrás.

A muchos de ellos, la Biblia no los menciona con nombre propio, pero muchos de los que sí menciona, sus nombres brillan por su derrota.

En esta oportunidad, hablaremos de momentos difíciles en los que Dios siempre ha tenido a alguien con quien contar.

Porque Dios es Dios de recursos, él siempre tiene algo especial para dar y eso especial es lo mejor.

Hubo un momento en que el pueblo de Israel pensó que servir a Dios no tenía mucha importancia, que con ser seguidor del Señor era suficiente.

Pero no es lo mismo ser un simple seguidor, que ser un servidor. Ser una persona comprometida es mucho más trascendental.

Hubo mucha gente que siguió a Jesús, pero fue temporal, sin embargo, hubo otros que se comprometieron con el Señor y fue un compromiso eterno.

Jesús dijo: Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” San Juan 12:26.

“Donde yo estuviere, allí estará mi servidor”. No dice: “ahí estará mi seguidor”.

Porque el que sirve a Dios es una persona cercana a él, es una persona que conoce a Dios, es una persona que ama a Dios y está dispuesta a darlo todo por él.

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Retomando con la situación de Israel, vemos que en ese momento decisivo de la historia, Dios levanta un hombre llamado Josué, quien reúne a todo el pueblo para levantar su voz en medio del caos que se vive.

Él les dice: Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:15.

El verdadero seguidor es un verdadero servidor y es el que sigue en medio de cualquier circunstancia.

Ese fue el caso de Josué, un hombre que estuvo de pie para dar testimonio de lo que es servir a Dios.

Estamos desarrollando el tema: «Cómo servir a Dios en tiempos difíciles»

Por otro lado, con el paso de los años, llegó otra crisis mucho más fuerte, porque se llegó a pensar que Dios y Baal eran lo mismo, no había diferencia, seguir a Baal era lo mismo que seguir a Dios.

Esto conmovió el corazón del profeta Elías, esa situación debía terminar ya. Dios no tiene nada que ver con Baal, Baal no existe porque Dios es uno solo.

Según muchos, Baal era el dios del fuego; así que para sus seguidores eran muy común ofrecer sacrificio en los que hubiese fuego.

Pero Dios levanta un hombre como Elías para que se ponga de pie, para que levante su mano y diga, que Jehová es el verdadero Dios, que es el verdadero Señor.

Entonces, Elías convoca a 450 profetas de Baal.

En ese día quedaría escrito en la historia quién es el verdadero Dios, cada bando levantaría un altar y orarían cada uno, y el que respondiese con fuego, ese es Dios.

Los profetas de Baal, pensaron que tenían ventaja al tener ellos al dios del fuego. Ese momento de crisis sirvió para demostrar quién era el verdadero Dios.

Hay muchos seguidores que al llegar la crisis cambian a Dios por cualquier cosa, que no tienen identidad y olvidan las maravillas que Dios ha hecho en sus vidas.

Así que los profetas de Baal oraron, pero pasaron las horas y Baal no respondió.

Llegó el turno para Elías porque siempre llega la hora de Dios, no para siempre el pecado reinará, cuando llega Jesucristo la historia de la humanidad cambia.

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Cómo servir a Dios en tiempos difíciles.

Elías antes de orar, bañó el altar con agua, levantando él sus brazos, hizo una oración muy sencilla:

“Sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas”.

Ese día, cayó fuego del cielo y consumió todo el sacrificio y todos confesaron, que Jehová es Dio, él es el incomparable Dios de Israel, no hay nada semejante, él es excelso y sublime.

En otra oportunidad, el pueblo de Israel se encontraba cautivo por los persas, una situación difícil, pero sobre todo, Dios tenía el control.

Es cierto, que el enemigo destruye naciones y hace daño al mundo, pero el nombre de Jesús es superior.

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Cristo es dueño y Señor de los gobiernos, de las naciones, de los reinos, y no fue la excepción del mandato del rey Asuero, él creyó que el escoger a Esther como reina de Persia, era su propia decisión.

Ignorando que el Dios todopoderoso ya tenía un plan trazado con esta servidora para liberar al pueblo de Israel de la cautividad.

Una mujer de la casa de Israel, indefensa, sin padres, al cuidado de su tío, pero con un Dios que hace maravillas.

Estamos desarrollando el tema: «Cómo servir a Dios en tiempos difíciles»

Ella halló gracia delante de los ojos del rey en el momento en que el enemigo quería exterminar al pueblo judío de la faz de la tierra.

Pero en medio de esa crisis, Dios permite que Esther sea elegida como la nueva reina de Persia.

Había un edicto, un mandato para matar al pueblo judío, pero Esther entendió el por qué Jehová le había permitido ser reina.

Colocó en riesgo su vida, presentándose delante del rey sin previo aviso, para pedir la abolición de dicha orden.

La hora en la que vivimos es dura, una sociedad cruel que solo piensa en lo superficial, una generación malvada, soberbia.

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Cómo servir a Dios en tiempos difíciles.

Que ha puesto a Dios a la distancia, que a lo malo le llaman bueno, no tienen a Dios en sus labios, ni en sus corazones.

Pero en esta hora la iglesia ha sido llamada para hacer algo extraordinario, somos esos servidores con características especiales, para hacer frente ante tanta maldad.

La actitud tuya ahora es crucial, ¿Qué piensas hacer, desertar o avanzar?

Ante esta sociedad cargada, perdida en sus deleites y pasiones, sin afecto natural, no podemos ser indiferentes.

En medio de esta crisis hay una iglesia, cuyo Dios le ha dado un mensaje, por el cual atraerá al mundo.

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Como él fue levantado de esta tierra, nosotros somos los que llevamos el mensaje que atrae a los demás.

Es hora de comprometerse con Dios, de defender nuestra identidad y que no nos tiemble la voz cuando tengamos que hablar de Jesucristo.

El poder del nombre de Jesús es atracción, el mensaje que transforma, lo proclama la iglesia de Jesús.

Cuenta al mundo las maravillas que Dios ha hecho en tu vida, habla de su amor y su poder, eres en este tiempo el llamado a servir a Dios.

Pastor: Marcos Pabón

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