Cuál es el plan de Dios para el enemigo
“El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” Marcos 1:15. El tema a tratar en esta ocasión es: «Cuál es el plan de Dios para el enemigo».
El hombre fue creado por Dios y él lo hizo perfecto, fue creado con santidad y pureza en su alma, apartado del mal, pero un día aceptó la propuesta del enemigo antes que la de Dios.
Voluntariamente el hombre desobedeció el mandato de quien lo había creado con sus propias manos.
El lugar que tenía el hombre era un lugar de honor, un lugar de privilegio. Por la desobediencia el hombre pasó de un lugar honorable a ser esclavo de satanás.
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Había una consigna sobre todo ser humano “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23.
Usted y yo éramos esclavos, pero el cautivo sería rescatado, vino Jesús a morir para defendernos y levantarnos del lugar donde nos encontrábamos.
Un lugar de miseria y dolor, y así poder tener el alcance del reino de Dios.
Dios en su infinita misericordia no dejó al hombre sin esperanza, llegó a dar esperanza.
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“Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” Isaías 35:4.
Hoy hay un pueblo que sabe que su Dios vino a morir para salvarnos y su esperanza es verle cara a cara en las nubes.
Ese mismo pueblo le conoce y declara que el Jehová del Antiguo Testamento, es el mismo Jesucristo.
Dios se manifestó en carne para darnos salvación, su infinito amor y misericordia fue derramado para toda la raza humana.
El enemigo tenía este mundo envuelto, el reino de las tinieblas está organizado, listo para hacer el mal.
”Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celeste” Efesios 6:12.
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El enemigo tenía el plan muy bien armado para subyugar al hombre y mantenerlo en la perdición.
Perverso era este plan, convirtiendo a los hombres en adúlteros, fornicarios, homosexuales, llenos de vicios y lujuria.
Pero con el nacimiento de Jesús, justo desde ese momento, se anunció un nuevo reino en la tierra, un reino glorioso y poderoso.
El reino de los cielos está entre nosotros, es el evangelio de nuestro Señor Jesucristo; hoy somos privilegiados de pertenecer a este glorioso reino.
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El alcance del reino de los cielos es universal, no tiene fronteras ni limites, nada ni nadie lo puede detener.
«Este reino es indestructible».
Un reino que vino a arrebatar de las garras del maligno a los seres humanos, un reino vestido de amor y misericordia, un reino de gracia y bondad.
Somos hoy privilegiados al pertenecer al reino de Dios, pero debemos ser voceros, debemos anunciar las buenas nuevas de salvación con gozo y alegría.
Si ya le conocemos debemos llevar este evangelio a todo el mundo, que muchos sean salvos.
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Que muchos junto con nosotros proclamen a gran voz que el rey de reyes y Señor de señores es Jesús, el mismo Dios manifestado en carne.
El alcance del reino de los cielos es para todos, su gracia se extendió sin excepción, vino a dar vida y a darla en abundancia, vino a morir para hacernos vivir, resucitó, se levantó y vimos su gloria.
No dejes de anunciarle, no dejes de proclamarle, el rey de gloria te ha hecho su hijo, tienes herencia, pero aun tienes almas por salvar, almas a las cuales anunciarles de esa gracia y amor.
Por: Juan Carlos Arévalo
