El infierno no es para ti pero te lo estás ganando

2032

El infierno no es para ti pero te lo estás ganando

Un imperio es un dominio o gobierno, poder o potencia, un imperio lo compone un rey de reyes porque el diablo era rey de reyes, pero no señor de señores. Desarrollaremos el tema: «El infierno no es para ti pero te lo estás ganando».

Nabucodonosor fue rey de reyes, pero nunca fue señor de señores porque el único que es rey de reyes y Señor de señores es Jesucristo el Señor.

Entonces un imperio lo constituye un rey de reyes, un territorio, también unos adeptos y una ley.

El imperio del diablo obviamente lo involucra a él como rey de reyes, también lo involucra el pecado, la muerte y el infierno, mucha gente está enseñando que el infierno no existe, pero, infierno sí hay.

El infierno fue hecho para el diablo y sus ángeles no para el hombre, pero si el hombre se va detrás del pecado allá va a terminar.

Además, el imperio del diablo incluye los imperios de la tierra, ya que en la tentación de Jesús el diablo le mostró todos los reinos porque los gobiernos políticos del mundo no los dirige Dios.

La Biblia dice “El mundo entero está bajo el poder del maligno”.

Entonces el hombre fue creado por Dios y para no morir con la capacidad de vivir mil años, como el hombre pecó por causa del pecado, entró la muerte y la vida se cortó y pasó el hombre a vivir 120 años.

Y como siguió pecando y como se sigue pecando, la vida se sigue acortando.

También te puede interesar: El fuego del cielo te libra del fuego del infierno

El Señor dijo, si comieres del árbol ciertamente morirás y la palabra “muerte” significa “separación” y cuando el hombre pecó entraron varias clases de muerte.

  • Muerte espiritual

Es la separación del hombre con Dios, por eso a la persona que vive en pecado, se dice que está muerto y él nos dio vida a nosotros cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados.

La persona que vive el pecado está muerta para Dios, está separada de Dios.

  • Muerte eterna

Es la separación totalmente con Dios, cuando una persona muere sin Cristo ya no hay esperanza.

  • Muerte física

Es la muerte del cuerpo, cuando hay separación del alma y del espíritu “El cuerpo sin espíritu está muerto”.

La muerte y la condenación se la gana el ser humano por causa del pecado, o sea, la muerte es la condenación por la paga de las acciones del ser humano “Porque la paga del pecado es la muerte”.

El ser humano pasó de ser inmortal a mortal, pasó de amigo a enemigo “Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios” y uno tiene que tomar una decisión, soy del mundo o de Cristo.

Cuando Adán pecó se formó el imperio de satanás porque en el Edén triunfó satanás con el pecado, con la muerte y desde allá viene ese imperio.

Entonces la muerte empieza a ejercer su dominio en la vida del hombre.

La muerte comenzó a coger velocidad y aparece la muerte de los patriarcas y se apodera de todos los seres humanos porque todo el que nace tiene la muerte asegurada.

También te puede interesar: El hombre en el huerto del Edén

Porque la muerte que hace parte de ese imperio se apoderó de todos los seres humanos “Antes de la ley había pecado y había muerte”.

Entonces todos los seres humanos estamos contaminados por dos clases de pecados:

  • Concupiscencia

¿Quién le enseña a uno pecar? Uno nace con esa ley, pero cuando empieza a crecer esa ley se desarrolla y el ser humano comienza hacer cosas y el padre dice: y quién le enseñó a este niño hacer tal cosa.

El ser humano desde Adán nace condenado porque pertenece a ese imperio del diablo, entonces por ese imperio que se implantó por el pecado de Adán por todas partes, se ve la muerte en la naturaleza y los animales.

Porque cuando el hombre pecó vino maldición para todo.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

El infierno no es para ti pero te lo estás ganando.

Desde Génesis se vislumbra la obra de la cruz de que Cristo a través de la muerte iba a traer beneficios.

Por eso encontramos en el Antiguo Testamento los sustitutos, un cordero muriendo en reemplazo del hombre.

La muerte es un problema y la gente dice, ¡todo tiene solución menos la muerte!, eso es una mentira, la muerte sí tiene solución, es mas, eso está solucionado.

Seol es el lugar de los muertos diferente al sepulcro, el sepulcro es una cosa y Seol otro.

La muerte no es un espíritu, ni un demonio, es el fin de la vida, pero Cristo vino a darle fin a la muerte porque los que hemos creído en Jesucristo tenemos vida y en abundancia.

La muerte gobierna hasta que llega a la vida.

El diablo vino para hurtar, destruir y a matar, entonces la vida vino, es decir, Cristo, a enfrentar cara a cara porque la muerte pertenecía a ese imperio que ha hecho mucho daño.

También te puede interesar: A quién le quieres servir a Dios o Satanás

Para destruir a ese imperio se necesitaba de alguien poderoso, que venciera al diablo, que le quitara el aguijón a la muerte y se necesitaba alguien que arreglara el problema del infierno.

Apareció alguien montado un pollino y ese ser que venía a enfrentar la muerte, el pecado y al infierno se llama Jesucristo.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

El infierno no es para ti pero te lo estás ganando.

Venció la muerte cuerpo a cuerpo y el diablo creía que había vencido, pero al tercer día resucitó y dijo: “Yo tengo las llaves del infierno y de la muerte”.

Cristo también tiene un imperio, el imperio de satanás no es de ahora y para siempre pero el imperio de Cristo sí es para siempre.

El diablo anda por ahí arrastrado, sobrellevando pecado.

Pero es que no puede hacer nada más y al que le gusta, se queda ahí, pero necesita alguien que tenga un imperio más poderoso.

La puerta está abierta para el que quiera pertenecer al imperio de Cristo, que tiene unos súbditos que somos nosotros, una ley que es la palabra de Dios y un imperio que es el reino de los cielos.

También te puede interesar: ¿Qué tiene Satanás en ti?

Cristo redujo la impotencia a satanás, él es un impotente.

A fuera el diablo llena a la gente de pecado, solo hay dos imperios o el de satanás o del Señor.

Decídase por Cristo que aquí es donde lo va llenar del Espíritu Santo y de santidad.

El dueño de este imperio hace temblar demonios, hay salvación y vida eterna, el rey de este imperio es Jesucristo.

Por: Jhon Castaño

Artículo anteriorEl Espíritu Santo no es un lujo
Artículo siguienteManifestación del anticristo