Es hora de despertar a los valientes
Sería bueno que hoy comprendiéramos en su totalidad y sin excusas, que ya es hora de despertar. Hablaremos sobre: «Es hora de despertar a los valientes».
En el lenguaje original, le vocablo hebreo despertar, obedece al hecho de motivar para la acción; en la Biblia un sinónimo de despertar, es levantarse.
Es poner en acción lo que ya tenemos, no lo que se nos vaya a entregar, sino el recurso que ya se nos ha dado.
La gran mayoría de los creyentes, tenemos claro que función cumplimos como parte del cuerpo de Cristo.
Ya es hora de despertar, debemos levantarnos; sería bueno tomar como ejemplo cuando se va a hacer un rescate, en situaciones como esas, no va una sola persona y no solo se necesita un recurso, hay un gran equipo detrás de un rescate.
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Se necesita maquinaria, quien opere esa maquinaria, valentía de hombres y mujeres y muchos más recursos.
Se necesita un sentir de misericordia cuando se ve que algo o alguien está en peligro, se necesita ese sentir para la acción, para llevar las ayudas y llegar hasta donde se debe llegar.
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Esta generación, el Espíritu Santo la ha estado preparando para ir al rescate de las almas perdidas.
El profeta Joel muestra un panorama desgarrador, lo que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta.
No había nada que hacer; los sacerdotes y levitas administradores del templo de Jehová, dejaron de hacerlo y se fueron a sembrar a los campos.
El culto a Dios había sido borrado por completo, y dejaron de llevar el grano, el trigo y el mosto; los sacerdotes se quitaron sus vestidos sacerdotales y se pusieron vestidos de trabajo.
Todo lo que había era confusión, gemido y lamento, no había ofrenda, se había perdido la visión.
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Este era un panorama desolador, la nación toda estaba dolida, pero el Dios de todo saber le dice a su pueblo que clame.
Ya es hora de despertar a los valientes, “proclamad ayuno, convocad asamblea.
Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia” Joel 2:15-16.
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Israel tenía que hacer un clamor que invadiera no solo a toda la nación sino a todas las naciones.
El proyecto de Dios involucra a todas las naciones; la misión encargada por Dios es muy grande, es por eso, que ya es hora de despertar.
Hay una misión tuya y mía, que salvará naciones para vida eterna. A Dios lo conmueve el que está dispuesto y le dice: ¡Señor, heme aquí!.
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Se necesita un personal preparado, lleno de la unción de Dios.
Este es un proyecto diseñado por Dios, en su corazón; por su misericordia somos salvos y él quiere que anunciemos de esta salvación, para que los perdidos alcancen misericordia.
Hay lugares que necesitan urgentemente un enviado de Dios, no hay que mirar lugar, no hay que defender de nada ni nadie, Dios hará la obra, pero ya es hora de despertar.
Por: Jorge Elías Simanca
