No juegues con la gracia de Dios

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No juegues con la gracia de Dios

En el pasaje de Joel 2, podemos ver dos anuncios de tocar trompeta y quien manda a tocar es Dios, hablaremos sobre: «No juegues con la gracia de Dios».

“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte”, la situación del pueblo de Dios en ese libro no es la mejor, la devastación es comparada con los cultivos cuando son visitados por las plagas.

De manera, que la situación espiritual del pueblo en este libro, es terrible, es un pueblo que está devastado por la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta.

Esas cuatro plagas devoradoras, la una se come las raíces, la otra se come las hojas y la otra la sabia, Dios representa esto, con los ejércitos invasores de su pueblo.

El pueblo falló por su desobediencia, por su falta de búsqueda, por su falta de temor.

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Aunque cantaban con sus labios, su corazón estaba lejos y aunque hacían muchos sacrificios al Señor, estos no le agradaban a él.

Los ejércitos entraron y el pueblo quedó devastad sin esperanza, pero Dios es bueno y encontró el sendero para devolverle al pueblo la esperanza.

Aunque el primer anuncio de la trompeta indicaba juicio y devastación, el segundo fue diferente:

“Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia”.

Si nuestra búsqueda es constante, si todos somos convocados y hacemos ayunos y oración, el poder de su gloria caerá sobre nosotros.

Si esta iglesia se llena de Dios, nos solo nosotros seremos beneficiados, nuestro alrededor también, nuestros vecinos, nuestros amigos, en nuestro trabajo y escuela, verán la obra de Dios.

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No juegues con la gracia de Dios, la gracia se ha manifestado para salvación a todos los hombres.

Enseñándonos, que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo justa y sobriamente, aguardando la esperanza bienaventurada de nuestro Dios.

Por el contrario, hoy debemos decirle, ¡tócame Jesús!, debemos dar libertad para que él entre.

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Vemos en la Biblia, que aunque en esta nación había destrucción social, moral y en todas las áreas, Dios encontró un sendero para armar un movimiento sin precedentes.

“Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas”.

Si nos llenamos totalmente, el mundo verá las maravillas de Dios, aunque la sociedad se presenta como espinos, no obstante, la iglesia se presenta como lirios entre espinos.

Aunque la humanidad huele mal ante la presencia de Dios, la iglesia es un olor grato ante él. Digamos hoy, tócame Jesús, para que todos te vean a través de mí.

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Dios esta haciendo cosas grandes en estos últimos tiempos y quiere usarte, tiene planes grandes contigo y con los tuyos.

Pero el quiere que te humilles, él quiere escuchar tu voz decir, Jesús tócame.

No importa lo que estés viviendo, si te encuentras ausente de la presencia de Dios, con solo clamar a Jesús hoy habrá un nuevo comienzo.

Por: Jorge Elías Simanca

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