Es momento que nos llenemos de fe en Dios

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Es momento que nos llenemos de fe en Dios

En ocasiones Dios permite las cosas para ver tu reacción, él nos conoce más en la reacción que en la normalidad, porque en ese momento hay impulsos y rapidez en lo que decimos y hacemos. Hablaremos sobre el tema: «Es momento que nos llenemos de fe en Dios».

Casi todos los seres humanos tenemos esta particularidad, en ciertos momentos tenemos impulsos donde hacemos.

Y decimos cosas que en una normalidad serían hechas y dichas de manera diferente.

En un momento de dificultad, la reacción nunca sería igual a la que se tiene en un momento cotidiano.

Encontramos en la Biblia los Salmos, vemos que muchos los escribe David, y son escritos en momentos de dolor, de persecución, de confianza y prueba, porque en ese momento la vida y situación de David era esa.

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David, vivía de cueva en cueva y Adulam, por ejemplo, era una cueva en la que se encontraba cuando le llevaron la noticia de la muerte de Saúl.

Y su grito al recibir esta noticia, se escuchó casi en toda la llanura.

Es una ocasión al estar huyendo llegaron a donde se encontraba el arca y comieron de un pan que no debían comer.

En otra ocasión, cuando tenía escasez de armas, David preguntó si había alguna y le recordaron que estaba la espada con la que él había vencido a Goliat.

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Cuando hay un pasado con honra, hay un presente con honra y habrá un futuro con honra.

Y eso es lo que les menciona Jesús a aquellos hombres, que querían acusar a los discípulos por el día de reposo, estar haciendo cosas que no eran permitidas.

Jesús, les da a entender que ellos se estaban fijando en el templo, en las ceremonias, en los rituales, en el pan.

En el que entraba y en el que salía, sólo son personas que observan y están para emitir juicios.

Jesús también les menciona que había uno mayor que el templo, alguien que tenía más derecho de hablar, alguien superior, se refería a él mismo.

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Es momento que dejemos de mirar lugares, lujos, posiciones, es momento de dejar de emitir juicios.

No hemos sido llamados para eso, somos llamados a adorar su nombre y llevar un glorioso mensaje.

En la escasez y en la dificultad, en los problemas y angustia debes saber que hay uno mayor.

Mayor que cualquier obstáculo y muchas veces Dios permite las cosas para ver tu reacción, para ver si para ti es más importante el problema o él.

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Hay uno mayor que las enfermedades, hay uno mayor que el templo, dispuesto a perdonar, a sanar a salvar.

Uno que quiere escuchar tu oración y actuar a tu favor, pero deja de ver las cosas como mayores que él.

Nosotros somos un templo, y es un privilegio saber que el Señor Jesús habita en nosotros.

Tu cuerpo es un lugar exclusivo para adorar y glorificar, tu corazón, tu vida, tu alma es un sitio especial para que el Dios todopoderoso more en ella.

Es momento que nos llenemos de fe y entendamos que muchas situaciones son necesarias para crecer, pero Dios es más grande que todo eso y él nunca nos abandonará.

Pastor: Reinel Galvis

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