Pies de ciervas

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Pies de ciervas

Algo tuvo que haber sucedido en la vida de Habacuc para que expresara ciertas palabras como lo vemos en Habacuc 3 desde el verso 17. El tema que trataremos hoy es: «Pies de ciervas».

“Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. d Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas”.

Los ciervos y ciervas son animales muy sensitivos, con el mínimo ruido, se alertan para huir de algo o alguien que los ponga en peligro; saltan de piedra en piedra con demasiada agilidad y suben la montaña con mucha facilidad porque tienen pies de ciervas.

Brincan arroyos y pasan montañas, los pies de ciervas están hechos por Dios de una manera que pueden estar parados en una pequeña saliente de la montaña de ocho pulgadas o un pie.

Y muy arriba, aunque estén los barrancos bastante profundos, pueden casi estar parados en la misma montaña porque tienen pies de ciervas

Sus pies están seguros, y aunque existen peligros para todos los demás animales, los ciervos saben que no deben temer.

En el libro de Habacuc 3, Dios estaba enojado y les dice; van a ver lo que voy a hacer, levantaré a los caldeos (son hombres feroces, tienen rostros de águila, son como leones), y también expresa que castigará a su pueblo. Y así lo hace.

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Habacuc intercede y ora, y vemos como del este libro de la Biblia salen unas frases muy hermosas, como en el capitulo 2 que dice: “… más el justo por su fe vivirá” y también “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer…”

En resumen, Dios le dice a Habacuc, que así como el levantó a los caldeos para azotarlos, así también los puede bajar, porque él es Jehová poderoso.

Luego de esto, Habacuc responde y termina su pasaje con el primer versículo mencionado anteriormente, que dice que pase lo que pase, él se alegraría en Jehová porque Dios le daría pies de ciervas.

Hay cuatro estaciones en la vida del ser humano:

  1. Antes de llegar a Cristo: No teníamos esperanza ni salvación.
  2. Cuando llegamos a Cristo: Empezamos a vivir y caminar en él.
  3. Cuando estemos con el Señor en su gloria: Esta es nuestra esperanza, de verle y moral por toda la eternidad con él.

Pero aún no estamos allá, aunque lo anhelamos, aun estamos aquí en la tierra. Aquí en la tierra usted puede adoptar una tercera posición en la vida, y tenemos dos opciones.

Al estar aquí en la tierra podemos vivir una vida victoriosa en Cristo o una vida derrotada. Recordemos que esta iglesia lleva mas de 80 años en victoria.

Hay muchas cosas negativas que nos rodean, y en ocasiones nos vemos como miedoso, con ciertos anomalías o deformidades, cosas que no nos dejan.

Podemos querer hacer y lograr algunas cosas, pero vemos nuestros defectos, nuestro carácter, vemos nuestra persona.

Vemos nuestras situaciones y circunstancias. Aunque adentro del corazón existe un anhelamos, parece que no se puede y que estamos encerrados, sintiéndonos presos de nuestras mismas emociones.

Pero hoy Dios pregunta ¿quieres alcanzar lugares altos en esta vida, ahora que estas en esta tierra?

Entendamos que Dios no mira nuestras anomalías o defectos, él quiere ver solo nuestro deseo por eso que queremos alcanzar.

Hoy él no pide que le digas a que le temes o que te detiene, que complejos te hacen sentir menos, ¡NO!. Hoy Dios te pide que le muestres solo tu Deseo.

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Él quiere saber si quieres subir a los lugares altos donde te quiere llevar.

Quizá hoy estés enfermo o tu familia esté distante de Dios, todo eso lo sabe Dios, conoce tus faltas y problemas, para él nada de eso es desconocido, lo que sufres para Dios no es un misterio, pero hoy solamente quiere saber si tienes deseo de ser victorioso en él.

Él nos pone pies de ciervas, él nos lleva a los lugares altos con facilidad, donde no sintamos temor.

No cabe duda que si tenemos deformidades, pero Dios cuando mira a su iglesia la ve preciosa, nos mira como su amada, como un enamorado a su enamorada.

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Dios sabe que luchamos, que enfrentamos dificultades, pero ha prometido estar con nosotros siempre y él es fiel.

Dios no te ve como eres, él te ve como vas a ser; no podemos ser presos de nuestras propias emociones.

Todos hemos vivido momentos difíciles, donde no entendemos por qué pasamos por ciertas situaciones, pero Dios nos recuerda que todos los caminos por donde él nos pase, son necesarios.

Lo que debemos aprender es a amarlo mas a el que a los lugares altos a donde él nos llevará, cuando pasamos por la dificultad él nos hace dependientes, para que cuando alcancemos nuestro objetivo tengamos siempre presente que fue él.

Queremos avivamiento, queremos sanidades, queremos ver resurrecciones, pero el Señor quiere ver que le amemos a él más que sus milagros.

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La iglesia se tiene que enamorar cada día más de su Señor.

En el camino hacia la victoria siempre tendremos dolor y sufrimiento, ese es el camino de Cristo, “…En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33.

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No es un secreto que en medio del camino lloramos y algunas cosas no las entendemos, en este camino se sufre, pero no te detengas.

En el momento mas fuerte, en momentos de dolor, podemos clamar a él porque nunca nos abandonará, aunque fuerte sea el temor, el dolor y la desesperación, él estará con nosotros.

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En los momentos duros podemos clamar al rey pastor, no nos podemos detener.

Esta iglesia no debe seguir los milagros, los milagros nos siguen a nosotros porque estamos detrás de nuestro rey.

Dios nunca nos ha dejado, nunca nos ha desamparado, cuando lo hemos necesitado, clamamos y el llega, entonces por qué dudamos.

El nos mostrará su gracia y gloria, ¿Quieres subir a lugares altos? No te preocupes Dios te dará pies de ciervas.

Por: Samuel Valverde

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