Por qué no debes renunciar
“Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco” Salmos 92:10. «Por qué no debes renunciar», es el tema que abordaremos en esta ocasión.
Hay textos que están escritos en la Biblia y pueden inquietarnos en gran manera, porque todo lo que Dios ha permitido que se escriba en este libro sagrado, tiene una razón y un porque.
Vale la pena analizar hoy lo que el hombre del Salmo 92 en algún omento quiso relacionar.
Podemos preguntarnos ¿Qué relación tiene el aceite de la unción con las fuerzas de un búfalo? Ya que en el verso guía vemos estas dos partes relacionadas.
Al analizar lo que había en la mente de este hombre, sacaremos conclusiones que serán de mucha bendición para nuestra vida.
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El búfalo es un animal cuadrúpedo, mamífero, de mucha fuerza; pero la palabra ungir en el Antiguo Testamento se refería a derramar aceite sobre lo consagrado y lo separado para Dios.
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Lo ungido debía estar separado para el uso exclusivo de Dios.
La palabra ungir en nuestra época, es diferente, es un poder sobrenatural de parte de Dios que llega sobre un cristiano, con una señal audible de hablar en otras lenguas.
Es Dios llenando y dando de una facultad sobrenatural, para que nada ni nadie en esta vida te pueda hacer frente, ni vencer.
Es la primera señal, antes de recibir ministerios y dones.
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Hay creyentes llenos del poder del Espíritu Santo, pero con poco carácter, entonces podemos ir entendiendo a que se refería el salmista al unir fuerza y unción.
A muchos, cosas pequeñas los han sacado de la iglesia, han dejado que su corazón se dañe por el comportamiento de otro creyente, por un saludo no recibido o por cualquier cosa que solo refleja la falta de carácter.
Es bueno saber que este animal que no es fácil de domar se dice que para amarar un búfalo y tener las primeras cercanías con él, se necesitan aproximadamente 60 hombres con 60 lazos.
De tal manera, que cuando lo logran amarran luchan todo un día para poderlo cansar.
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Así como el búfalo éramos mucho, éramos difíciles, así como al búfalo le caen cuerdas, para domarlo.
Pero sobre nosotros dice la Biblia “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida” Oseas 11:4.
Muchos tropiezos hemos sentido en este camino, pero esa cuerda que cayó sobre nosotros fue irrompible y hoy estamos dentro de este cuerpo.
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No estamos aquí por ser los mejores, algunos nada queríamos con Dios, pero así como el búfalo es difícil de domar, así fuimos, pero cuando ese animal es domado, es de gran utilidad.
Esos somos tu y yo, al inicio pudimos haber resistido, pero la misericordia de Dios nos alcanzó y hoy tenemos cosas grandes que hacer en este servicio a Dios y grandes propósitos en él.
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No éramos nada; un búfalo que no es domado no es útil, pero hoy somos útiles por la misericordia y el amor de Dios.
Otra de las características de este animal, es que antes de llegar la carga a sus hombros, ya se ha postrado para que la suban en él; la carga de salvar al mundo debe ser de nosotros y debemos estar dispuestos a recibirla.
Este animal no renuncia, no debemos renunciar, es con las fuerzas del búfalo que debemos seguir. No tires la carga, sea cual sea tu situación, no renuncies.
Por: Rudecindo Garcés
