Puedes engañar a otros pero a Dios no

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Puedes engañar a otros pero a Dios no

Es necesario que Jesucristo entre a nuestro cuerpo espiritual, que es el templo del Espíritu Santo, por eso el mensaje de hoy es: «Puedes engañar a otros pero a Dios no».

Ya no habita Dios en tempos hechos por manos de los hombres.

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19.

Cuando salimos del templo en el que nos congregamos y se acaba el servicio, ese lugar queda vacío, porque está en nosotros el Señor Jesús y no en cuatro paredes.

Nosotros somos la iglesia.

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En ocasiones salimos del templo y olvidamos que somos nosotros la iglesia y que el culto debe seguir constante.

La Biblia menciona que Jesús entró a un templo, que habían convertido en una cueva de ladrones.

Y este cuerpo nuestro que es llamado a ser templo del Espíritu Santo, a veces lo hemos convertido en cueva de ladrones.

Es necesario decirle al señor Jesús que entre, que tome control de nosotros, pero es necesario que nos pongamos en las manos de Dios y bajo su control; déjalo entrar en su templo.

Debemos presentaron delante de Jesús, para que haga lo que considere necesario en nuestras vidas.

Meditemos en nuestro templo, pensemos por un momento en las cosas que el Señor Jesús debe limpiar y quitar de nuestra vida.

Son muchas las cosas que forman parte de nosotros, que impiden que el Espíritu Santo haga lo que quiere hacer.

Tu cuerpo espiritual hoy debe quedar limpio, para que Dios venga por poder a tu vida y haga cosas grandes, déjalo entrar en su templo.

Es importante creer la palabra de Dios, “La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego contra Jehová se irrita su corazón” Proverbios 19:3.

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Es por eso, que escuchamos personas de todas las cosas malas que le suceden en su vida, creen que el culpable y quien las provoca es Dios, pero no se acercan a él.

Hay quienes van de mal en peor y aun conociendo el evangelio no han querido que Dios transforme sus vidas.

Nosotros hemos visto su gracia y sabemos que si nos acercamos a él veremos grandes maravillas y entenderemos la verdad.

Si quieres algo serio con Dios, déjalo entrar en su templo, cuando se lo permitas, hará cosas grandes.

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Hay quienes se humillan ante Dios y le dicen que quieren serle fiel, pero no sueltan cosas que saben que hay en su vida, que deben soltar.

Algunos pierden la libertad de Cristo y la bendición completa de él, por agarrar o por no soltar cosas insignificantes del mundo, cosas que no valen la pena y que no se comparan a las maravillas de nuestro Dios.

Cada quien sabe lo que debe cambiar y quitar de su templo, él Señor Jesús está dispuesto a bendecirnos a todos, pero él no entra en lugares sucios o invadidos de otras cosas que no son de él.

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Puedes engañar a otros pero a Dios no.

Podemos engañar a muchos en la iglesia, pero él conoce nuestro corazón y hasta nuestros más íntimos pensamientos.

“Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” Salmos 139:3-4.

Para que Dios pueda hacer, lo que debe hacer en ti, déjalo entrar en su templo, para que barra toda impureza de tu vida y tome el control de ella.

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Seamos sinceros ante Dios y si esas cosas que tenemos, nos cuesta dejarlas, con confianza digámosle que nos ayude.

Que él quite todo lo que nos entorpece la entrada a su presencia, que elimine todo lo que no permita que él habite en nuestra vida.

Seremos libre de todo lo que nos aleja de él, siempre y cuando seamos sinceros y le dejemos morar en su templo.

Por: Rene José

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