Todo cristiano debe tener un propósito

Cuando se habla de exclusividad, se hace con la firme intención de despertar en el creyente un interés muy intenso sobre la importancia de lo que estamos tratando. Hablaremos sobre el tema: «Todo cristiano debe tener un propósito».

“…Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones” Éxodo 30:31.

La Biblia nos menciona, lo importante que era el aceite de la unción y todo cristiano debe tener un propósito marcado con respecto a lo que es la exclusividad del aceite de la unción.

Entendamos que Dios es muy peculiar en sus cosas, hay cosas de Dios que son propias de él y él tiene mucho cuidado y es detallista de ellas.

Lo primero que miramos en el capítulo 30 de éxodo, son los ingredientes que componían este aceite de la unción; Dios fue muy específico al detallarlos.

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• Mirra excelente
• Canela aromática
• Cálamo
• Casia
• Aceite de olivas

Dios tiene mucho cuidado porque a él le gusta mucho la calidad, lo original, por esta razón, da las cantidades exactas de cada ingrediente, para la preparación de este aceite.

Estas especias finas eran mezcladas y filtradas dejando un maravilloso perfume, un olor fragante, creando el aceite de la santa unción.

Todo lo que el aceite de la santa unción tocaba quedaba impregnado de la fragancia y por su olor característico, se sabía que el ungimiento había pasado por allí.

Es decir, las personas podían determinar al pasar por algún lugar, si olía a unción porque era un olor fragante.

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Este ungimiento tenía unas asignaciones específicas para realizarlo, no se podía ungir cualquier cosa, el aceite era exclusivo, así que no todo se podía ungir.

Pero la Biblia es específica de dónde debería ser derramado el aceite de la unción.

Al hablar sobre ungir a Aarón y a sus hijos, primero estos debían ser lavados y vestidos para posteriormente ungirlos.

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Y Dios es detallista en esto, porque el agua hace referencia a la palabra de Dios.

Esa limpieza que necesitamos primero antes de ser ungidos; esta iglesia ya ha sido lavados con la palabra de Dios.

También debemos vestirnos y esto habla de la justicia Dios, él fue desnudado cuando vino a manifestarse, fue despojado de sus ropas, para vestirnos a nosotros con su justicia.

Ya estamos también vestidos de la justicia de Cristo, y desde aquel entonces, la justicia está sobre la iglesia.

Luego de estos dos pasos: ser lavados y vestidos, se podía ungir. Nosotros podemos ser ungidos con el aceite de la unción.

Cuando se sentía ese olor sabían que era huella de Dios en ese lugar o sobre esa persona.

Este aceite no se derramaba sobre cualquiera, solo sobre alguien que Dios estipulara, por eso era exclusivo, tampoco se podía hacer otro semejante, existía la exclusividad del aceite de la unción.

Esa fórmula venía del cielo y nadie podía imitarla, incluso quienes preparaban ese aceite estaban llenos de la presencia del Señor.

Este superior ungüento era indispensable para la consagración y cuando era derramado sobre algún objeto o lugar, tomaba un título de santísimo.

Luego de Aarón ser ungido, no podía salir del santuario, no podía contaminarse; él decidió el santuario antes que quedarse con sus parientes, entendía la importancia y la exclusividad del aceite de la unción.

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Así como él, debemos entender el privilegio de haber sido ungidos por Dios, no podemos salirnos del santuario.

No podemos distraernos ni contaminarnos, estamos dentro de la exclusividad de Dios, somos llamados sus hijos.

El Señor ya nos ha lavado y vestido, somos hijos del gran rey, ya estamos ungidos, debemos demostrar esa libertad, esa alegría, esa esperanza, esa fe y amor.

Que nada te robe la unción y que ese olor no se aparte de ti, que donde te vean reconozcan que sobre ti fue derramado ese Santo Espíritu.

Pastor: David Alomia