Cómo puedo escuchar la voz de Dios

Recuerde una cosa, no es su visión, no es mi visión, sino la visión de Dios. Hablaremos sobre: «Cómo puedo escuchar la voz de Dios».

Les animo a regresar con poder, valor y misión, a retomar las ciudades que le pertenecen a la iglesia del nombre de Jesucristo.

Yo no regreso sin mis manos llenas, voy a tomar lo que le pertenece al Señor Jesucristo.

Jehová me ha hecho vivir como él dijo, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés.

He aquí, soy de 85 años pero aún estoy más fuerte como en el día que Moisés me envió, no me siento débil, ni temor, yo pienso regresar a la ciudad y quitarle al diablo lo que le pertenece a Dios.

Quiero que usted regrese para una guerra porque él no se va a dar fácil, no venimos a él con lanza y espada, sino con una visión para impactar la ciudad que Dios nos ha dado.

El diablo por siglos ha dominado los territorios porque detrás de cada reino visible hay uno invisible porque no estás peleando lo que ves, sino que no ves.

Y allí está el secreto, el diablo se ha burlado bastante, ahora nos levantamos como ejército para marchar otra vez a las ciudades y tomarlas para atrás.

El diablo ha dominado con este espíritu de violencia a nuestra juventud espiritual y físicamente si es posible.

Ya no es tiempo de correr del diablo, es tiempo de pararse y decirle, salte de aquí de esta ciudad, ya no perteneces aquí, vengo el nombre de Jesucristo para tomar lo que le pertenece a Dios.

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Cuando uno se arma bien, no hay posibilidad de perder pero si va y regresa lo mismo, Dios es soberano.

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” Santiago 2:19.

Es tiempo de hacer correr al diablo, de decirle, ya no vas a perturbar la iglesia del Señor porque voy a retomar ese altar para Dios.

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No hay doctrina más despreciada por la mente natural, que la verdad Jesús es absolutamente soberano.

El orgullo humano y los demonios odian la sugerencia de que Jesús ordena todo, controla y tiene señorío de todo.

Porque resiste esta doctrina pero su visión es nuestra misión.

Nosotros sabemos que sin misión el pueblo perece pero visión es donde queremos llegar, misión es la realidad de cosas, visión es ya ver a nuestros familiares hablando en nuevas lenguas aunque no ha pasado.

Misión es seguir batallando, dándoles el testimonio, visión es tener nuestra iglesia llena aunque no esté llena, misión es todos los obstáculos que el diablo presenta para llegar a la visión, pero yo voy a llegar.

Aborrecen la verdad bíblica que dice, que nada viene acontecer sino por los eternos decretos de Dios.

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Dios dijo y se hizo, él ordenó y se llevó a cabo, Jesús nos está esperando y entonces la promesa de misericordia se efectúa.

Pero mientras uno está en la misión, en el campo de batalla parece que no se puede ver la visión.

Este término me llamó mucho la atención “Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia”.

Porque cuando ya hayas derribado las fortalezas que han cercado, cerrado y rodeado nuestras ciudades, cuando las hayas derribado, jamás será removido el aviamiento.

Jehová le dijo a Israel: “Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros”.

Tu visión nunca será quitada porque vendrán voces y hay veces que el hombre de Dios no encuentra respuesta, se siente solo.

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Y qué va hacer el hombre cuando se derriben esas fortalezas, dice que detrás de tu espalda vendrá una voz que te dirá, no te vayas a la izquierda ni a derecha, mira este es el camino, sigue.

Hay veces que la iglesia no sabe lo que está pasando pero Dios sí y nos muestra el camino.

Cuántas veces no hemos entrado en confusión pero hemos escuchado la voz que nos dice por dónde andar.

El diablo te va a decir cosas en el oído pero él es un mentiroso, Jesús es soberano.

Por: Abel Aguilar