Conocemos a Dios a través de su palabra

Los seres humanos creemos conocer a Dios por nuestras experiencias en el evangelio, y por momentos creemos que éste está centrado en mover las emociones del hombre. Hablaremos sobre: «Conocemos a Dios a través de su palabra».

Esto pasa porque sentimos cosas cuando nos acercamos al Señor, como mínimo usted a sentido indiferencia.

Pero generalmente el hombre piensa que si ve y se siente algo, entonces allí Dios está obrando.

Entonces muchos hemos orado por peticiones desde hace muchos años, y es ahí donde viene el desánimo.

Porque no vemos y sentimos que ocurre algo, y por consecuencia creemos que eso significa que el Señor no está haciendo nada.

Pero el evangelio no es de sentimientos, el evangelio es de conocimiento, todo sucede primeramente en nuestra mente.

Entonces se hace necesario que ésta sea renovada, y conozcamos para poder experimentar, en otras palabras, para poder ver y sentir el evangelio.

Entonces no esperes sentir algo especial, por eso, te invito a que abras tu mente y corazón para entender lo que es el evangelio.

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Y cuando tu entiendas lo que el Señor hizo en la cruz del calvario, yo te garantizo que tu vas a sentir algo, porque es imposible quedar indiferente ante una muestra de tanto amor.

Jesucristo desde siempre les explicaba a los discípulos diciéndoles: «y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres, Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ¿Seréis libres?’’

«Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres’’ San Juan 8:32-36.

Si te sientes atado por cosas y ves que no avanzas, sino que estas estancado espiritualmente, quiero decirte, que eso se debe a la falta de conocimiento.

Porque como dice la palabra del Señor: «conoceréis la verdad’’, a partir de ese aprendizaje adquirido, empezaremos a ver el evangelio de la manera correcta.

Entonces se hace urgente que aprendas a conocer al Señor, porque entre más tú le busques, más le sentirás, tendrás victorias.

Te volverás un cristiano consciente de lo que él te ha entregado, y entonces aprovecharás todo ese conocimiento para impartirlo en tus hijos y usarlo mejor.

Todo empieza en la mente, lo que pensemos nos hace sentir y eso se va traducir en un comportamiento.

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Dice la palabra de Dios: «Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo’’ Proverbios 23:7.

Por eso, debemos cuidar nuestros pensamientos, si yo estoy deprimida, entonces mi comportamiento siempre será negativo.

Y si pasa lo contrario, intento siempre estar alegre, eso lo voy a reflejar en cada cosa que haga, incluso en el rostro se notará la diferencia.

La Biblia dice: «El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate’’ Proverbios 15:13.

La mentalidad que yo tengo sobre la vida, va afectar la forma en cómo yo vivo la vida.

Entonces el evangelio tiene que liberar una operación inicialmente en nuestra mente.

Lo primero tiene que quedar limpio de todo pensamiento que obstaculiza el movimiento del Señor en nuestra mente y de la única manera en que esto puede suceder, es que aprendamos a conocer a Jesucristo.

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Conocemos a Dios a través de su palabra.

Vemos en la palabra de Dios, cuando Jesús le dice a la mujer samaritana: «Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva’’ San Juan 4:10.

Podemos observar en este texto claramente, que esta mujer ignoraba a quién tenía al frente.

Por eso, Jesús le dice: «si conocieras el don de Dios’’, pero por falta de conocimiento, ella hablaba porque se dejaba llevar por lo que veía.

Entonces ella no sabía pedir lo que necesitaba y del mismo modo no sabía recibir lo que ella necesitaba.

Pero en el momento en que ella entendió que quien estaba en frente de ella era el mesías, dejó su cántaro, se apartó de la vida que llevaba, salió corriendo y le dijo a su pueblo, que había encontrado a alguien especial.

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Les dijo a todos que se había encontrado con alguien que le había dicho todo lo que ella había hecho en su vida, y le decía a la gente, que ella creía que ese era el mesías.

Ese conocimiento que ella adquirió hizo que su vida, diera un giro de trecientos sesenta grados.

Pero lo hermoso de esta historia, es que no solamente la vida de ella cambió, sino la de toda una población porque una mujer conoció a Jesús.

Entonces con el conocimiento que adquieres cuando te acercas a Dios, no solamente tu puedes ser libre, sino que mucho también pueden liberarse por el conocimiento que tú has adquirido.

De nosotros dependen muchas personas, de manera intencional y algunas otras no, si no sabías.

Quiero darte la noticia, que hay gente que sigue tus pisadas y si tú no tienes conocimiento de Dios, no solo te estás errando cada día tú, sino todos los que te siguen.

Entonces Jesucristo necesita que lo conozcas, la boca no se te puede llenar diciendo que tú sabes quién es Dios, cuando solamente has escuchado cosas de él.

¿Cuántas prédicas has escuchado en tu vida cristiana? Me imagino que muchas, pero eso no te sirve en gran manera, si tú mismo no tienes el interés de conocerlo.

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Es por eso, que escuchamos constantemente a nuestros pastores y líderes dicen que necesitamos un encuentro con el Señor.

Porque eso marcará un antes y un después en la vida espiritual de una persona.

Conocer a Jesús te hará libre de la depresión, alcohol, vicios que solamente Dios y tú saben que tienen.

Te invito a que le busques en oración, ayuno en su palabra y el Señor, que no rechaza un corazón humilde, te hablará y así poco a poco le conocerás.

Por: Yvette Torres