Crecimiento espiritual a través de la oración

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Crecimiento espiritual a través de la oración

La oración es algo que todos los cristianos debemos llevar en nuestra alma, aunque este sentir se ha perdido mucho hoy en día y necesitamos un crecimiento espiritual a través de la oración.

Pero sé que dentro de la iglesia del Señor, aún hay hermanos que le piden al Señor que restaure de nuevo la oración y el ayuno en su pueblo.

La palabra del Señor dice: «Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto’’ Cantares 2:14.

Estas palabras que leemos en cantar de los cantares, le está diciendo el amado a su amada, no es ella a él, es él a ella, empieza entonces a llamarla diciéndole:

«Paloma mía, muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz’’.

Podemos dividir el versículo en dos partes importantes, la primera: muéstrame tu rostro, y la segunda: hazme oír tu voz.

Esto quiere decir, que el amado está pidiendo que le muestre su rostro, y él quiere escuchar su voz.

En otras palabras, Dios quiere que hablemos con él, porque él quiere oír la voz nuestra, quiero hacerte una pregunta.

¿De cuántas cosas no carecemos espiritualmente por la escasez de oración?

Mi hermano yo creo, que si de verdad nosotros creyésemos más en el poder de la oración, oraríamos más.

En la Biblia, vemos que el apóstol Pablo, era un hombre de mucha oración, él anhelaba ardientemente conocer a Dios, y por eso, en su carta dice:

«Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo’’.

«Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo’’.

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«Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe’’.

«A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos’’.

«No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús’’ Filipenses 3:7-12.

Estas son palabras como flechas agudas, la oración no es un pasatiempo, Pablo no dice que debemos orar a fin de cantar mejor o a fin de predicar o a evangelizar mejor, dice: «a fin de conocerle mejor’’.

Tiene un encuentro personal con Dios cada vez que oramos, debe ser nuestra mayor preocupación y necesidad.

Porque si nosotros queremos conocerlo a él por medio de la oración, estaremos destinados a salir de la mediocridad.

Si la meta es conocerle, no puede ser según la carne, sino según el Espíritu, cuando Pablo dice:

«Orando en todo tiempo, con toda oración y suplica en el Espíritu’’.

Vemos que dice de qué modo lo debemos hacer, no dice que en la carne.

Esto de orar en el Espíritu no se consigue de la noche a la mañana, tampoco con oraciones de minutos.

Yo te pregunto ¿tu conoces a Dios o lo distingues?, porque son dos cosas totalmente diferentes.

Podemos poner el caso de que alguna persona famosa y reconocida en el mundo o en la iglesia, usted la distingue, la ha visto en tarimas, grandes lugares y demás.

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Pero no los conoce en realidad, podríamos decir, que quien conoce esa verdadera manera de ser de esas personas, son sus familias.

Esto se puede explicar desde el punto, que la familia son las personas con las que se comparte la mayor parte del tiempo de nuestro día.

Y en ese compartir, se va conociendo en realidad cómo es una persona.

Hermano yo quisiera decirte, que entre más tiempo nosotros pasamos con Dios a través de la oración, más lo vamos a conocer.

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Mire que, los discípulos no le dijeron al Señor: «enséñenos a predicar’’, y hay que predicar, tampoco le dijeron: «Señor, enséñanos a cantar’’ y claro que hay que hacerlo.

Pero por qué será que le habrán dicho al Señor enséñanos a orar, y la explicación es que el cristiano que aprende la verdadera oración, que es la del espíritu, entonces traerá consigo muchas bendiciones.

Una persona que aprenda a orar en el espíritu, entonces sabrá predicar con unción, cantar y que la presencia de Dios e derrame, evangelizar y que muchas almas se conviertan a los pies del Señor.

Pero no todos los cristianos oran en el Espíritu, también encontramos tristemente cristianos que miran la oración como la sanguijuela, que solamente pide, pide o como la ley del embudo, todo que caiga adentro.

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La oración es un diálogo, no es un monólogo, esto es tan importante porque podemos ver la sabiduría que le a dado Dios a las personas.

Que no pueden hablar y escuchar y que a través de las mímicas pueden comprender lo que se les está diciendo.

De la misma manera hermano, los seres humanos nos comunicamos a través del diálogo.

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Crecimiento espiritual a través de la oración.

Un par de personas pueden permanecer mucho tiempo juntos, pero si no hablan, cómo se van a conocer.

¿Sabía usted que nosotros reaccionamos en todas las áreas de nuestra vida de acuerdo a lo que oramos?, depende como usted maneje la oración, así maneja su vida.

Cuando usted está orando por una cosa, pero está haciendo otra, eso choca la oración y por eso, no se cumple lo que le estás pidiendo al Señor.

Por eso, razón tenía alguien cuando dijo: «es tan fuerte lo que haces, que no escucho lo que tú dices’’.

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A veces uno encuentra en la iglesia unas personas con unos vacíos espirituales, impresionantes.

La persona de oración hasta en el saludo se conoce, el joven y la dama que ora, siempre está alegre y en victoria.

Por eso, mi hermano, te incito a que busques cada día de la presencia del Señor y no te dejes envolver de las vanidades de ese mundo, busca a Dios en oración y todo cambiará en ti.

Por: Luz Marina de Galvis

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