Cuál es la ofrenda que agrada a Dios

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Cuál es la ofrenda que agrada a Dios

Vamos a analizar la palabra forma concerniente a una práctica muy antigua en la historia de Caín y Abel. Hablaremos del tema: «Cuál es la ofrenda que agrada a Dios».

Luego vamos a traer la historia a este tiempo para poder comparar lo que nosotros estamos haciendo hoy, si estamos de parte de Caín o tenemos actitud de Abel.

Comenzamos diciendo a manera de introducción que todas las cosas tienen su forma y su esencia.

Para hablar de ellos podemos tomar un ejemplo, todas las frutas tienen una forma, ninguna es exactamente a la otra, todas son diferentes.

Pero todas, aunque tengan su forma diferente, tienen también su esencia, la forma es lo externo.

Pero todas concuerdan con algo que está en el interior y es que tienen una sustancia, tienen un contenido, lo que llamaríamos esencias.

Miremos una práctica que se vivió en la antigüedad, una cosa que no podemos cambiar, ni agregarle, ni quitarle y esa práctica es el culto.

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Esto que practicamos nosotros algunos días de la semana, esto es realmente invariable, no se puede transferir, no se puede negociar.

Si miramos la historia, tenemos que decir, que lo mas antiguo que existió es el culto, y el primer culto lo realizaron dos personajes.

Un agricultor y un ganadero, es decir, que el primer culto fue hecho por dos profesionales en su rama, Caín y Abel.

Aunque la Biblia no lo mencione, ellos debieron haber organizado un itinerario para ese culto.

Tuvieron que haberse tomado el tiempo para planear un día y una hora para ir a hacerle un culto a Jehová, al Dios del cielo.

¿Qué era el culto para los antiguos?

Era el reverendo homenaje que se le ofrecía a un ser superior, era el reconocimiento que se le daba a alguien por encima de todo lo que existía, y en ese caso era Dios.

Estos dos hombres organizan el culto, se toman el tiempo para ir a ofrecer sacrificios a Dios.

Y llevan en sus manos el primer ingrediente que hubo en el primer culto que fue la ofrenda, es lo primero que parece en la estructura del culto.

Caín y Abel llevaron al culto algo esencial, y fue el primer elemento inyectado al culto.

Por eso, no podemos nosotros excluir la ofrenda del culto porque quedaría incompleto, si usted mira las cartas de Pablo o Pedro ellos hablan de las ofrendas y el dinero.

Ahora bien, la ofrenda que ellos traen, cada uno lo hace voluntariamente, no es una ofrenda obligada, no es impuesta.

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Se aparecen los dos al culto con su ofrenda y podemos ver que Dios fue el primer recolector de la ofrenda del culto, fue Dios mismo.

Y me llama la atención que Dios recogió una ofrenda diferente a la que recogemos nosotros, porque en ese primer culto traen del fruto de la tierra.

Pero cuando Dios la recogió miró a Caín y a su ofrenda, primero lo detalló a él y luego miró lo que traía.

Dice también la Biblia, que se apareció Abel, pero le llamó la atención a Dios que se apareció no con cualquier ofrenda como la de Caín.

Sino que Abel fue y sacó lo mejor que tenía de su ganadería, pudo haber sacado lo peor, pero fue al rebaño y sacó de sus mejores animales.

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Cuál es la ofrenda que agrada a Dios.

Entonces Caín se sorprendió de la ofrenda que trajo su hermano.

Dios los miró a ellos dos y calificó la ofrenda de ese primer culto y le agrado la ofrenda de Abel.

Porque no vino a ofrecerle cualquier cosa, sino que vino a ofrecerle a Dios lo mejor que tenía.

Tan impactante fue esa ofrenda, que vemos en el libro de Hebreos después de 3500 años a Abel en la lista de los héroes, la ofrenda de un hombre que impactó a Dios.

Tanto, que dice la Biblia, que después de muerto la ofrenda de Abel hablaría por él, como en el día de hoy.

Y Abel aparece en la lista de los héroes, aunque no mató a nadie, no destruyó imperios, no cautivó reyes como David.

No tuvo la fuerza de sansón, no fue un gran evangelista, pero cuando él vino al culto trajo lo mejor que tenía, lo perfecto, el primogénito a Dios.

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En la antigüedad era la forma, ahora nosotros tenemos la esencia, es decir, que en nuestros cultos ahora no solo hay agricultores y ganaderos.

Hay de todo pueblo, de toda nación, de toda lengua, no hay preferencias de los estratos sociales, no hay acepciones.

A Dios no le impacta la forma en que nosotros nos vistamos, o que tengamos dinero o bienes, a él eso no le asombra en el culto.

Lo que a Dios le impacta es un cristiano que llega al culto y saca del alma, y del corazón lo más puro.

¿Será que aquella ofrenda que trae aquel hermano que este distraído en el culto, que está vacío llega a agradarle a Dios?

No, esa ofrenda es pobre, a Dios le agrada cuando una persona trae lo mejor de sí, su mejor adoración y derrama su alma ante él.

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Cuál es la ofrenda que agrada a Dios.

Cuando un hermano se sale de la forma y se mete en la esencia, por mas grande que sea el problema.

Por mas difícil que sea la dificultad, Jesucristo lo renueva, no hay enfermedad, problema o dificultad que siga sublevando su vida.

Muchos hermanos vienen a culto a criticar y mirar lo que hacen los demás, hablar de los que están participando del culto.

Pero Dios no necesita jueces en la iglesia porque el único que puede juzgar y redargüir corazones es Jesucristo.

Si usted no ha sido liberado del problema que tiene es porque siempre trae cualquier ofrenda al culto.

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Siempre con la misma situación difícil, pero no nos encerramos con Dios a ofrecerle un culto genuino y lleno de adoración.

Dios no espera la oveja mas gorda de los inconversos, Dios espera la mejor ofrenda de sus hijos.

Alguien que entregue su vida entera como ofrenda, alguien que entregue su mejor alabanza y adoración, alguien que no se conforme con poco y busque agradarle.

Pastor: Leonel Muñoz

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