Cuál es la peor decisión en la vida

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Cuál es la peor decisión en la vida

Cuando Dios creó al hombre, creó a la creatura más maravillosa. Hablaremos sobre el tema: «Cuál es la peor decisión en la vida».

Dios no creó al ser humano como máquinas en serie, como computadoras que obedecen a unas funciones que ya están predeterminadas y solamente es digitar y dar una orden.

Él creó al ser más maravilloso que existe, resaltando que lo hizo a su imagen y semejanza.

Podremos darnos cuenta que en la creación, el Señor con solo su palabra fue creando día a día cada parte de este inmenso mundo, la Biblia nos dice:

“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” Salmos 33:6.

Pero con el hombre no fue así, al hombre Dios lo creó con sus manos, le infundió aliento de vida.

Lo hizo a su imagen y semejanza, le dio uno de los más grande regalos que existe que es la libertad.

Libertad de pensamiento, libertad de expresión, libertad de decisión; Dios no creó a un esclavo, él creó un ser libre e independiente.

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La palabra del Señor nos dice: “escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” Deuteronomio 30:19.

Es decir, implícito está que en el hombre tiene la capacidad de decidir y decir si o no.

Lo antes dicho nos deja claro, que si nosotros como creyentes pertenecemos a este hermoso pueblo llamado iglesia.

No lo estamos por obligación o por imposición, no estamos amarrados ni a la fuerza; Estamos aquí porque se nos habló de uno que podía salvarnos, liberarnos y nos daría una vida nueva.

Es por eso que servimos a Dios, porque creímos en su palabra, lo aceptamos y estamos dentro de este pueblo porque queremos ser salvos.

Así que cada día nos reafirmamos más a él y no nos arrepentimos de haberle dicho a nuestro Dios que si permitíamos que morara en nuestras vidas, no fue un si obligado ni a la fuerza, fue un si de amor.

En el escenario de juicio donde se encontraba nuestro salvador Jesús sentado en el banquillo de los acusados, señalado.

Cuestionado de una manera sesgada y mal intencionada, con falsos testigos y gente la cual tomó la decisión de acusarle y con falsas pruebas irse en contra de él, se encontraba también otro hombre llamado Barrabás.

Aquel hombre representaba el crimen, el robo, los vicios, la inmoralidad; Barrabás representaba el desorden social, la anarquía, representaba un río de maldad.

Todo lo contrarío a nuestro Señor Jesús, el cual representa paz, amor, gozo, felicidad, prosperidad, respeto, calma.

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Encontramos el lamentable hecho donde las personas prefirieron culpar a Jesús y tomar la fatal decisión de irse en su contra.

Dentro de nuestra iglesia ya no se encuentran esos religiosos los cuales pidieron que nuestro Señor Jesús fuese crucificado y lo entregaron, pero si se encuentra presente Jesús.

El Señor Jesús está esperando que tomes una decisión respecto a él.

Nosotros ya no tenemos nada que ver con todas esas personas las cuales acusaron a nuestro Señor, pero sí tenemos que ver en una decisión que Jesús espera que tomemos.

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Así como ellos tenían la capacidad de decidir entre acusarle o no, nosotros también tenemos el libre albedrío de decidir si aceptamos que el Señor entre a nuestras vidas o cerrarle la puerta.

Un día nos presentaron a Jesús, nos encontrábamos desviados en nuestros caminos, perdidos en el pecado y la maldad.

Muchos tal vez pensando en quitarse la vida, sintiendo que no tenía solución a sus problemas.

Pero de pronto aparece alguien el cual nos presenta al salvador, y es nuestro momento más importante, donde tenemos una oportunidad de oro, una oportunidad trascendental y única en nuestra vida.

Llega un momento de decisión, en el cual podríamos decir: Señor Jesús, yo te acepto en mi vida o en el peor de los casos, rechazar al Señor y no permitirle entrar a nuestro corazón.

¡Es ahora el momento de decidir!

Aquellos que estando el Señor en el escenario del juicio lo acusaron, no entendieron que tuvieron la más grande oportunidad de sus vidas.

La tuvieron frente a sus ojos, tenían a Jesús a su lado y pudieron haberlo aceptado.

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Pero ellos decidieron tomar la decisión más fatal, sus corazones estaban tan cerrados para Jesús.

Llenos de odio, orgullo, que aun cuando el gobernante trató de convencerlos y que cambiaran de decisión, dijeron ¡no!

La palabra de Dios nos dice: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” Juan 1:11.

Al tomar la fatal decisión y decir, no al Señor Jesús y decir si a Barrabás, entonces todo lo que representa Barrabás se pasea por las calles, las casas se encuentran llenas de ese espíritu y de ese ambiente de muerte y desorden.

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Las ciudades, los países, nuestros jóvenes están enloquecidos, los pueblos están llenos de odio, guerra por todos lados, viudas, huérfanos, niños en las calles, la tierra gritando y pidiendo solución.

Tenemos a nuestro lado la solución a esta crisis mundial, está en una simple decisión, es ahora el momento de tomarla.

Que no nos pase como aquel pueblo que teniendo a Jesús a su lado lo rechazaron y tomaron esa fatal decisión.

El Señor nos sigue dando la oportunidad y está en nuestras manos decidir si queremos que él empiece a morar en nuestros corazones.

Abre tu corazón a Dios, déjalo entrar y verás que su espíritu te llenará de gozo, paz, amor, fe, mansedumbre, tranquilidad y podrás así ser luz para este mundo el cual pide a gritos una ayuda.

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Hay un pueblo llamado iglesia el cual le dijo a nuestro Señor, sí, y aunque a nuestro Señor lo coronaron de espinas, hoy en día lo coronas de gloria.

Si ellos como pueblo le dijeron, vete, Jesús, nosotros le decimos: No te vayas Jesús, quédate en nuestras vidas.

El Señor Jesús en este momento está extendiendo su mano para todo aquel que quiera recibirle.

Y que ya tomó la decisión de aceptarle, no esperes más, es ahora el tiempo de tomar la mejor decisión de tu vida.

Pastor: Vicente Arango

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