Cuáles son las promesas de Dios para tu vida

Un grito de las generaciones está basado en el acontecimiento bíblico registrado en el capítulo 4 del libro de Josué. Hablaremos sobre el tema: «Cuáles son las promesas de Dios para tu vida».

Querido lector, Israel conocía la obra de Dios, había visto a Dios obrando en el mar Rojo y cómo Dios les había guiado por el desierto en columna de nube y columna de fuego.

Pero aquí en el capítulo 4 de Josué, nos encontramos con un hecho trascendental en la historia de Israel.

Pues, Dios le había prometido esa tierra desde Abraham, Isaac, Jacob e incluso, José murió esperando ver la tierra prometida.

Para entender la magnitud de este acontecimiento que registra el libro de Josué.

Es importante recordar que Israel estuvo 430 años cautivo y otros 40 años más divagando en el desierto por causa de su rebelión, sin llegar a la tierra prometida.

Vea también: Tenemos una esperanza viva

Y ahora nos encontramos a Israel frente al cruce del río Jordán, ellos creían que había un lugar a la distancia que era la tierra prometida en donde fluye leche y miel, pero ninguno la había visto y mucho menos conocían el camino.

Pero cuando llegan a la orilla del Jordán, lo que en algún momento fue una palabra profética, una palabra de esperanza.

Ahora toma otro sentido, ahora no es solamente una palabra, ahora pueden ver la tierra, solamente hay un río que cruzar.

Ese momento para Israel representaba una promesa hecha a Abraham, era pasar de la promesa a un hecho real.

Era pasar de comer maná a una tierra donde fluye leche y miel, era dejar de ser peregrinos y extranjeros a ser dueños y propietarios.

Era el fin de un castigo por la rebelión del pueblo, pues Dios los introduciría a su tierra, representaba nuevos inicios, pero para Josué en particular también tenía mucha significancia.

Josué, nunca buscó protagonismo frente a Moisés; sin embargo, le tocó a él, el cumplimiento de esta palabra profética.

También te puede interesar: Visión profética

Una cosa es saber de las promesas de Dios y otra cosa que las promesas de Dios se cumplan en uno.

Así que, Israel no podía tomar posesión de la tierra, sino por un acto sobrenatural y como el pueblo de Israel acostumbraba a olvidar los milagros y proezas que el Señor hacía, entonces da unas órdenes específicas.

El Señor le dice a Josué que tomen 12 piedras, una por cada tribu, para edificar un monumento conmemorativo, pues el hecho que estaría a punto de suceder se les olvidaría.

Así cuando vuestros hijos pregunten: “¿Qué son ese montón de piedras allí?”

Israel podrá responder: “Jehová el Dios que nosotros tenemos que nos trajo con mano poderosa, contuvo las aguas del Jordán y en un acto glorioso nos condujo aquí, a la tierra prometida”

Es importante hablar del significado de un monumento, cuyo propósito es conservar la memoria de un hecho o de una persona y estos, pueden identificar a pueblos, naciones o culturas.

Dios no sólo quería que Israel no olvidara ese hecho, sino que todos los pueblos conocieran que la mano de Jehová es poderosa.

El pueblo de Israel no estaba solo, con él venía unos emblemas que representaban la presencia de Dios, el arca del pacto cargada por los levitas, a quienes el Señor les dice, que marchen adelante.

Y cuando los levitas pisaron el agua del Jordán, algo glorioso y sobrenatural, algo invisible pero real hizo detener las aguas del río.

El salmista dice: «¿tú qué viste oh mar y tú qué viste Jordán que te volviste atrás?”.

Era que el pueblo llevaba los emblemas de la presencia del omnipotente, esa presencia que no podemos ver, pero sí sentir.

También te puede interesar: Por qué Dios es omnipotente

El Señor les recuerda que no los sacó para dejarlos avergonzados, sino para hacerlos una nación fuerte, diferente a todas las naciones.

Quizá a los que presenciaron ese suceso portentoso se les olvidaría este hecho.

Pero allá adelante, se escucha un grito de las generaciones que se levantan con hambre y sed de conocer a Jehová y ese monumento es testigo del mover de Dios.

Con la muerte de Josué, y de toda esa generación, se levantaron otras generaciones que no conocían a Dios.

Se les olvidó contarles a sus hijos las maravillas de Jehová y se volvieron a adorar otros dioses.

El Señor los entregó a persecución, sufrimientos y hambre, y el pueblo intentaba volver a Jehová, se levantaban jueces.

Pero estos morían y nuevamente Israel se descarriaba. No había deseo de la presencia de Dios.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Cuáles son las promesas de Dios para tu vida.

Sin embargo, se levantó un hombre llamado Gedeón que no conocía a Dios, pero había en él una inquietud, quería experimentar la presencia del Dios de sus padres.

No se conformó con lo que escuchaba, quería vivirlo, ver su mano poderosa.

Gedeón, ofrece sacrificio a Dios y el Señor recibe su ofrenda, consumiéndola con fuego.

Es ahí donde Gedeón conoce el poder de Dios y llama a aquel lugar, Jehová Shalom, que significa, el Dios de paz, indicando la nueva relación de Dios con su pueblo.

Aun así, Israel en Lamentaciones vuelve a alejarse de Dios, pero el Señor quería mostrarse a los hombres.

Vea también: Una generación que conoce a su Dios

Dios quería darse a conocer, quería mostrarse a esa generación, que preguntara por su nombre.

Y muchos años después, llegó el gran día de pentecostés y su Espíritu Santo cayó sobre los 120 que estaban en el aposento alto, ahora Dios habita dentro del ser humano.

Entonces se levanta una generación como Cornelio, deseoso de la presencia de Dios, como aquel eunuco que en el camino decide conocer a Jesús y bautizarse en su nombre.

Dios levanta una iglesia que anhela, que tiene hambre y sed de Dios.

Desde que el Espíritu Santo cayó, se siguen levantando generaciones que gritan las maravillas de Dios, gente que se les ha dado la revelación del nombre de Jesús.

Ahora todos los pueblos conocen que la mano de Dios es poderosa, el mundo está lleno de la palabra de Dios.

Jesucristo, el Dios verdadero ha hecho visible su gloria en las naciones.

Un grito de las generaciones se sigue escuchando, el grito de esas generaciones venideras que vivirán en carne propia las maravillas de Dios.

El poder de Dios se moverá en tus hijos y en los hijos de tus hijos.

Se necesita una iglesia fuerte, que no se reserve nada para sí, que lo dé todo por la obra de Dios, que viva en integridad ante este mundo perverso.

También puedes leer: La vida cristiana es una carrera de relevos

¿Dónde están esos relevos, generaciones que quieren agradar y conocer a Dios?

Dios no quiere que lo conozcas en teoría, Dios quiere que tengas experiencias con él, quiere llenarte de poder, hacer milagros en tu vida.

Dios quiere gente que ama la sana doctrina, gente que testifique las maravillas de Dios. Eres el relevo de los que ya se han quedado sin fuerzas.

Querido lector, eleva un clamor al cielo y permite que la gloria de Dios invada tu vida, grandes cosas Dios hará en el corazón que se quebranta.

Deja que la sabiduría de Dios afirme tus pensamientos en él.

Por: Reinel Lasso