La armonía no puede ser aparente
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados. Hablaremos sobre: «La armonía no puede ser aparente».
Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” Efesios 4:1-3.
Este pasaje tiene un mensaje en lo dice y en lo que implica, es decir, a veces la Biblia dice más en lo que no dice, que en lo que está escrito.
Porque en lo que dice, de una vez te sugiere lo que aparentemente no está escrito.
La definición de “solícitos”, es usar velocidad, hacer esfuerzo, ser pronto o ferviente, procurar con diligencia, ser solícito.
Solícitos y guardar son las dos palabras que están emparentadas, viene de la palabra “Tereo”.
Vigilia, guardar de pérdida o daño, guardar por estar alerta, prevenir que escapen, implica una fortaleza o líneas militares, cumplir un mandato, detener o tener en custodia, mantener intacto.
Estas dos palabras “solícitos y guardar”, le dan una fuerza a la idea.
Nosotros nos encontramos con una verdad en estas escrituras y es que la unidad del espíritu hace referencia a la armonía.
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Lo que pasa es que nosotros tenemos un problema con la palabra espíritu, en seguida pensamos que es el Espíritu Santo y no solo eso, sino en el bautismo del Espíritu Santo.
Y con eso hemos perdido el sentido de lo que dice la Biblia en diferentes partes.
Pero aquí está hablando es de la unidad del espíritu, claramente se nos está hablando de una armonía.
La armonía no se da como si fuera una maleza, hay que cultivarla y construirla y tiene unos elementos.
Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” Efesios 4:3.
En realidad la humildad está explicada en la Biblia con palabras sencillas.
Pero nosotros tenemos unos paradigmas que queremos decir lo que la Biblia no quiere decir.
La Biblia dice, que la humildad es tener un concepto mesurado de sí mismos y actuar en consecuencia al concepto que yo tengo de mí.
La Biblia dice, que no tenga más alto concepto sí que el que debe tener.
La humillación no es tirarse al piso, eso es lo que creen los judíos y nosotros no somos judíos.
Ellos no tienen ninguna humildad, se tiran al suelo pero que eso no quiere decir que son humildes.
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La lección que el Señor les dio a los discípulos no fue exactamente de humildad, fue de grandeza.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”.
Yo me humillo echando toda mi ansiedad sobre él.
Nosotros vamos a conservar la unidad del espíritu se necesita humildad, mansedumbre y que nos soportemos los unos a los otros.
La palabra “espíritu”, quiere decir, corriente de aire, respiración, soplo o brisa.
Por analogía, es decir, las personas trataron de explicar el comportamiento del espíritu y lo más cercano que pudieron encontrar es “el espíritu es como el viento”.
Y eso es lo que dice Jesucristo, el viento sopla y oye su sonido pero ni sabe para dónde va, eso es una analogía, una comparación.
Por analogía un espíritu humano o el alma racional, implica principio vital y disposición.
Esta acepción de la palabra espíritu es la que no hemos entendido por eso, hemos tenido muchas discusiones y hasta hemos mandado un poco de gente al infierno.
Porque nosotros decimos, “el que no tiene el espíritu de Cristo”, nos metemos es el neuma y no en la disposición.
“El que no tiene la misma disposición, el mismo ánimo no es de Cristo aunque haya hablado en lengua”.
Esa acepción es la que encaja aquí porque es la que está hablando de armonía, solícitos en guardar la armonía de nuestra disposición o de la disposición de Dios hacia nosotros.
Me parece que la palabra armonía para nosotros no ha sido tan importante y resulta que la Biblia sí la subraya notablemente a través de toda la escritura.
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La armonía no puede ser aparente.
La armonía que no hemos subrayado suficiente no es un animismo, es armonía porque es soportándonos y cuando uno soporta es diferente.
La Biblia dice, “estaban todos unánimes” y qué quiere decir “unánime”, en armonía, quiere decir, que están en un mismo sentir, se había puesto de acuerdo en una misma cosa.
Y entando en armonía, juntos, de repente cuando menos lo esperaban vino sobre ellos el Espíritu Santo, fueron todos llenos.
La armonía, la unidad del espíritu es muy importante y termina diciendo, “en el vínculo de la paz”.
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Todas las palabras claves de estos versículos nos llevan a pensar una sola cosa, armónicos, humildes, mansos para mantener la paz, y la paz es la armonía interior.
La unidad del espíritu, está hablando de la armonía y esa armonía se va a dar en la medida que yo soporte pacientemente a los que no me caen bien en el vínculo de la paz.
En pocas palabras, lo que nos está diciendo es que la unidad se puede desbaratar y que de pronto no existe y por tanto hay que construirla.
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Lo que necesitamos es la armonía, no el unanimismo. La Biblia nos enseña que, el que se une al Señor, un espíritu es con él.
La armonía no puede ser aparente, tiene que ser real.
La armonía es uno de los fundamentos de la creencia cristiana porque somos un cuerpo, un espíritu, somos uno.
Nosotros no somos pertenecemos a una comunidad, somos parte de un cuerpo que es diferente.
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Nosotros como leemos la Biblia por versículos y capítulos los divorciamos del contexto general de escritura y se nos olvida.
Cuando la Biblia habla de deberes en el Nuevo Testamento, no lo hace pensando en el esfuerzo que la persona va a hacer para cumplir, lo hace en el contexto del nuevo pacto.
El cristianismo es muy fácil o es imposible, la armonía se construye y somos uno en el espíritu.
Pero en el vínculo de la paz, no podemos ser uno si no hay paz y la paz es lo que nos hace ser diferentes.
Álvaro Torres
