Las promesas de Dios siempre se cumplen
Dios es Dios de respuestas, entendiendo la palabra respuesta como soluciones, salidas, vías de escape, misericordias insospechadas, son nuevas cada mañana. Hablaremos del tema: «Las promesas de Dios siempre se cumplen».
Hay gente que se mantiene firme cuando las cosas andan bien, pero cuando hay amenazas como se distorsiona un poco el asunto.
La promesa es que los que confían en él son como el monte de Sion, no se mueve sino que permanece para siempre.
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El Señor le prometió a Abraham una descendencia incontable como las estrellas y los granos de arena.
El tiempo pasó, del dicho de Dios al cumpliendo pasó mucho tiempo, lo suficiente para que Abraham se angustiara un poco.
Si Dios te lo prometió, quédate tranquilo, no te desesperes.
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Entonces Abraham recibió una visita angelical porque Dios conoce nuestra condición, él se acuerda que somos polvo.
La mayoría de los antiguos tuvieron visitas angelicales después de las promesas, a Gedeón Dios lo visitó, a Elías Dios lo visitó en la cueva donde pedía que Dios le quitara la vida.
Dios sabe tu grado de fe y por encima de lo que tú crees, él hace más.
Abraham creyó en Dios y dice la Biblia, que su fe le fue contada por justicia.
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Te inculcaron principios de fe desde tu niñez y aunque el diablo, y sus legiones te estén ofreciendo una vida pública llena de cosas, no obstante eso se acaba, pero lo que Dios te ofrece es perdurable.
“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” 1 Juan 2:17.
Es decir, que no importa que lleguemos a viejos, no importa que la enfermedad visite nuestro cuerpo porque nuestro interior se renueva día a día.
A Moisés le inculcaron esos principios de fe, pero hubo un momento decisivo.
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Hay momentos en que nuestros padres deciden por nosotros y nos toca hacer lo que ellos digan, pero llega el momento en que no, nos toca decidir.
Se le aparece Dios a Moisés, yo soy el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob y quiero ser el Dios tuyo, para que saques a mi pueblo de la esclavitud con mano fuerte.
Ya no era papá, ni mamá era Moisés y Dios, Dios y Moisés. ¿Qué dices Moisés? Moisés dice, aquí estoy Señor.
Si Moisés aun con todas las limitaciones que tenía, porque Moisés no tenía el Espíritu Santo todos los días como lo tenemos nosotros.
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Él es especial, así que no se deje encasillar con conceptos raros.
Tu vida va entrar en un momento de restauración, de fuerza espiritual, vas a ver y a entender cosas que antes no podías ver, ni entender.
Dios te está llamando para algo grande y especial, pero necesitas creerle, has estado cuestionando tu propia fe, pero él te está llamando.
Ya no te hagas el sordo, que sí puedes oír, no te hagas el ciego, que sí puedes ver.
Por: Jorge Elías Simanca
