Manual de homilética – Parte 2

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Manual de homilética – Parte 2

Manual de homilética – Parte 2 enfocado a jóvenes principiantes en el arte de la predicación 

En un preámbulo de lectura y proceso de adquisición del conocimiento a cerca de las cosas divinas, deseo agradecer a todos los visitantes de esta página por su pronta solicitud de más materiales a cerca de la homilética en el área de la predicación y de la pedagogía.

Enfocar este texto en un campo más amplio es mi principal objetivo, además, de enriquecer nuestro conocimiento acerca de la teología de la predicación.

Como áreas indispensables para la tras mitología de la educación religiosa, especialmente a los jóvenes que inician los primeros pasos tanto en la vida cristiana, como en la predicación.

Teniendo en cuenta la importancia de propender hacia una fundamentación teórica de las sagradas escrituras, se requiere que en nuestros días, cada predicador conozca las pedagogías vigentes.

Enmarcado dentro de un proceso didáctico y uniforme, que evoca la base regular de los procesos de enseñanza- aprendizaje como:

  • La clasificación
  • La orientación
  • La alineación educativa

Llámese religiosa como social.

Desde el punto de vista general y educativo, la didáctica es considerada como una técnica aplicada en la teoría de la instrucción, de la formación y la estructuración de la educación, enfocada en procesos orales o sistematizados, en cuya función se destacan modelos de tipo:

  • Teórico
  • Gráfico
  • Explicativo
  • Metódico
  • Sistematizado

En los últimos tiempos, muchos estudiosos confunden la didáctica con la homilética, esta última es estimada como la ciencia que se encarga de reglamentar el fluido del locutor hacia el interlocutor.

Vea también: Cómo interpretar la Biblia

Además, de llevar el mensaje para satisfacer las necesidades forzosas del vocablo, en el cual nos desplegamos a plena complacencia del intermedio ocasional.

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Manual de homilética – Parte 2.

La homilética se constituye como el transmisor del mensaje al oyente, al cual queremos llegar, constituyendo así, un intercambio de códigos altamente coordinados y ordenados en espacios de tipo comunicativo.

Es apremiante conocer, que la homilía contiene las reglas sistemáticas y el material proporcionado para formar eventos comunicativos sencillos, que desbordan la satisfacción del oyente.

Así como el célebre pintor, que con un lienzo, pinturas y pinceles, pinta un acreditado paisaje con aguas corrientes, que satisface la visualidad del público observador.

La historia de la homilía, enfatiza la enseñanza con la enorme variedad de modelos didácticos, ya que en su mayoría, algunos modelos enfocaban su carácter instructivo en entes conformistas y repetitivos.

Aislando el desarrollo de metodologías aplicables a la sociedad en constante aprendizaje, perdiendo así, la atención directa del receptor y en consecuencia de ello, esta clase de metodología ha perdido sentido y criterio pedagógico en la historia.

Por su parte, la nueva pedagogía del hacer científico, critica como respuesta al verbalismo y al abuso de las memorizaciones típicas de los modelos tradicionales.

Sin embargo, los nuevos modelos activos y característicos de la “escuela nueva”, buscan la comprensión y la creatividad, mediante el descubrimiento y la experimentación de los diferentes métodos.

Además, suelen tener un planteamiento más científico y democrático, que pretenden desarrollar las capacidades de autoformación del público oyente.

Actualmente, la predicación se sistematiza a las aplicaciones de las ciencias cognitivas, a la didáctica que ha permitido que los nuevos modelos didácticos sean más flexibles, mostrando así, enormes complejidades y el dinamismo de los procesos de la enseñanza como del aprendizaje.

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Partiendo de este concepto, se considera que en los últimos tiempos la didáctica ha tenido una metamorfosis trifásica:

  • Didáctica general: aplicable a cualquier individuo.
  • Diferencial: que tiene en cuenta la evolución y características del individuo.
  • Especial: que estudia los métodos específicos de cada materia en sus aéreas respectivas.

En síntesis, se considera que la didáctica y la homilética, son dos armas de mucha utilidad, para la aplicación de procesos pedagógicos en campos abiertos de la enseñanza.

Precauciones que debe tener en cuenta el predicador antes de iniciar una conferencia

Si bien es cierto, que la didáctica facilita el proceso de enseñanza, también es recomendable seguir procedimientos ligados a esta, que promueve un acceso directo a la sociedad a dirigirse.

De allí, se ha considerado resaltar algunas precauciones que el predicador debe tener en cuenta, antes de emprender su discurso:

1. Tener en cuenta que la didáctica es una disciplina, con nuevas metodologías para proporcionar las locuciones de una forma inteligible y comprensible, que alberga el estado afectivo de las personas.

Además, posee la substancia del estudio en los procesos de la enseñanza y por ende, el esfuerzo, que es el producto de la parte esencial de la pedagogía.

Quien se ocupa de los sistemas prácticos de la cultura y las directrices teóricas de la formación para el mundo contemporáneo.

2. El sistema dogmático pedagógico, es el sistema de la conferencia para la orientación educativa, hacia un público general del docente hacia el educando, del conferencista hacia al público, del locutor hacia el interlocutor.

Empleando la didáctica como una herramienta que fundamenta y regula los procesos de la enseñanza y del aprendizaje, sean por temas generales o temas específicos.

3. Cuando usted anuncie un tema, cíñase a él. Si piensa hablar de la fe, no se involucre en otros temas diferentes al que anunció, algunos tienen por costumbre anunciar un tema que nunca desarrollan, eso indica que es principiante o neófito en la materia.

Esta clase de ajuste es el proceso donde se producen cambios esenciales en el esquema cognitivo para incorporar una información nueva, cambia totalmente el esbozo y la sustancia de la locución.

4. Estudie bien los textos si tienen coherencia con lo que piensa predicar, sepa de antemano lo que se propone a presentar ante el público.

Muchos empiezan con Génisis y terminan con revelación, con numerosos temas socavados y el oyente sale con dolor de cabeza, esto indica claramente falta de preparación del predicador.

5. Tengan sus pensamientos ordenados y bien clasificados, es decir, ideas claras hacen buena impresión.

Recuerde, que el público tiene más nociones de lógica, mucha pedagogía y asimilaciones académicas, que lo que usted se imagina.

Estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2» pero también te puede interesar: La predicación del evangelio de Jesucristo

Es menester recalcar, que este proceso de concordancia y asimilación, es donde se incorpora una nueva información a un esquema cognoscitivo preexistente, adecuado al sistema integral con ideas claras.

Que es el esquema de la coherencia, que amplía el tema para aplicarlo a menudo al mundo oyente sea religioso, social o secular.

6. Unos de los requerimientos importantes para los instructivos y discípulos, son la adaptación y la asimilación de las nuevas didácticas, esto demanda la capacidad común del ser humano.

Que permite mantener concordancia entre el mundo que nos rodea y los esquemas cognoscitivos que se fusionan entre sí.

7. Unos de los requerimientos importantes para los instructivos y discípulos, son la adaptación y la asimilación de las nuevas didácticas, por lo cual, debemos evitar tantos chistes en las locuciones.

Una buena ilustración en su momento oportuno, da muchas claridades en su tesis pero las ficciones graciosas, además, de echar por debajo la seriedad del mensaje, convierten al catequista en un charlatán.

8. La capacidad común del ser humano, permite mantener concordancia entre el mundo que nos rodea y los esquemas cognoscitivos que se fusionan entre sí.

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De allí, no se deben usar vocablos vulgares, los cuales, son poco agradable al oído de las personas formales, rebajan la dignidad del mensaje y del legado conferencista.

No podemos cambiar las verdades, pero podemos decirlas de manera que resulten siempre interesantes y benéficas.

Globalizando los contenidos anteriormente expuestos, se enmarca, que en el mundo de la homilética, existe un océano de mensajes de diferentes clases, con sus nombres propios y reglamentos internos.

Si el joven predicador llegara a conocerlos y dominarlos, tendrá ríos de mensajes inagotables para presentar a los oyentes y siempre el mensaje tendrá un pensamiento nuevo.

Recuerde que estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2»

A continuación, se hará viable algunos que permitan la facilidad de desglosar los sermones más fáciles de predicar, como los sermones de asuntos.

Estos son considerados, como aquellos que despliegan o desenvuelven un tema con argumentos independientes de un texto o pasaje.

Es decir, con los mensajes que usan textos independientes, con diferentes libros del Antiguo y Nuevo Testamento, que en consideración de estudiosos, opinan que son los más fáciles y prácticos que se le aconseja al joven principiante.

Para empezar a enseñar o predicar hasta que tenga un poco de técnica en el arte de la predicación.

De lo anterior, se despliegan esquemas de conformación cognitiva, que permiten la adquisición de habilidades propias para el desenvolvimiento de nuevos ejes temáticos, hacia un público a la espera de un mensaje grato.

El cuerpo del mensaje 

Toda enseñanza o materia a trasmitir, se acomoda de diversas sucesiones o partes divididas entre sí.

Por ejemplo: se toma un tema simétrico, se escoge escrituras de varios libros y se une cada parte en su lugar, hasta formar un cuerpo que la homilía, le llama sermón o enseñanza, no obstante, se requiere que se unifiquen entre sí.

Divisiones del sermón

  1. Tema principal
  2. Texto
  3. Introducción
  4. Temas secundarios
  5. Aplicación
  6. Ilustraciones
  7. Conclusión
1. El tema principal 

Es el nombre de la enseñanza, que se va a llevar a cabo por medio de un material que se ha consultado, además de ser el precepto que pasa por todo el discurso desde el principio hasta el fin.

Haciendo una conclusión: este es el material que se ha colectado, exponiéndolo cada parte en su orden y luego, sacamos como resultado un título el cual se llama el tema principal.

2. El texto

Es la lectura bíblica, que sirve como base donde se afirma el tema principal, este texto se le llama el “texto áureo”.

Además, se le anexa los otros pasajes que hemos colectado en diferentes libros, se recomienda que tengan referencia y acorde con el texto principal.

Que a su vez, refleja luz amplia que se puede ver el objetivo del sermón.

3. La introducción 

Es el encabezamiento del mensaje, debe ser corta e interesante, sometida al tema principal y el primer tema secundario, debe ser el puente entre el tema principal y el primer tema secundario, cuya alternativa es:

  • Declarar a los oyentes el significado del tema.
  • Despertar el interés del auditorio.
  • Se usa para preparar los ánimos, para oír el mensaje.
4. Los temas secundarios 

Los temas secundarios también se les llaman las divisiones del mensaje, que al mismo tiempo son las diferentes partes del cuerpo del sermón.

Son las partes en que se divide el discurso o enseñanza, es el camino que lleva al blanco, al objetivo deseado, el cual, se resume en el tema principal.

Se puede clasificar, que los temas secundarios desarrollan o desenvuelven al tema principal, luego, los temas secundarios son desarrollados por los puntos, los cuales, los daremos a conocer en los sermones de textos.

5. La aplicación

La aplicación es valerse una verdad o verdades al público oyente, durante el desarrollo del sermón, es decir, en los temas secundarios, en los puntos o en la conclusión, el predicador debe ir aplicando la verdad cuando vea la oportunidad.

6. Las ilustraciones 

Las ilustraciones, sirven para ilustrar una verdad en el mensaje, ésta debe tener coherencia con lo que se venía tratando, una ilustración bien acorde, puede el oyente recibir una luz bien clara de comprensión de la verdad dicha.

Se dice que una ilustración es una historia, de un incidente o un hecho con que se puede ilustrar una verdad espiritual.

Las ilustraciones se parecen a los tragaluces de una vivienda, donde penetra la iluminación oportuna.

7. La conclusión 

La conclusión es un breve resumen de lo que se dijo, por lo general debe ser corta y estar en acorde con el desarrollo que se venía dando, es con el fin de terminar el sermón.

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Glosario propio por la homilética para estas clases de sermones

  • Tópico

Es aquel que guarda relación entre otras cosas, relativo o determinado lugar, se usa en los discursos porque guarda relación una cosa con otra.

  • Áureo

El texto áureo es el texto central, es el texto de oro, es el texto de valor, es el texto rey porque dirige todo.

  • Simetría 

Es la armonía adecuada de las partes de un todo entre sí y con el todo mismo, es decir, que tenga correspondencia del todo, como el circunvalar de 360°.

  • Unidad

Es la unión y la conformidad de toda la enseñanza o mensaje, deben ir unidas las partes, unas con las otras, de tal manera, que el texto, la introducción, los temas secundarios, los puntos, las ilustraciones y la conclusión enseñen lo que es el tema principal del sermón.

  • Orden

Es la colocación y la distribución del material colectado, ocupando el lugar que le corresponde a cada cosa en las distintas partes del sermón.

  • Proporción 

Es la debida conformidad o correspondencia, que una parte del sermón tiene con el todo.

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Los sermones pueden ser agrupados en varias partes 

1. Temas generales

Los filológicos consideran, que estos mensajes son los que se predican con un tema independiente de un texto o pasajes, son los más factibles dentro de los predicadores principiantes.

Además, se caracterizan por su facilidad y son aconsejables a empezar con estos, hasta que tenga la pericia o la técnica de la locución.

Esta clase de sermón, son los mensajes que tratan de un asunto general, tales como:

  • Salvación
  • Arrepentimiento
  • Gracia
  • Amor
  • Fe
  • Esperanza
  • Tentación
  • Bautismo
  • Perdición
  • Infierno
  • Gloria
  • Arrebatamiento
  • Segunda venida
2. Temas especificativos

Cuando se principian a individualizar, los temas generales pierden su valor general y pasan a ser de asunto especificativo.

Los asuntos especificativos, son los que se caracterizan y distinguen en especial el uno del otro, es decir, que cada asunto general fácilmente puede dividirse en muchos asuntos especificativos y si esto se hace.

Tendremos una gama de mensajes con la misma iluminación pero sin frecuentar repeticiones del mismo, por ejemplo:

a). Asunto general, se llama asunto general la palabra que no lleva acompañamiento de ninguna índole, por ejemplo:

  • El amor
  • La fe
  • El bautismo
  • El arrepentimiento
  • La santidad
  • El infierno
  • La gloria
  • El pecado

Todas estas palabras individuales son asuntos generales.

b). Cuando las mismas palabras van acompañadas, pierden su valor general, por ejemplo:

El amor:

  • El amor de Dios
  • De Jesús
  • Del padre
  • A los perdidos
  • El amor de los esposos
  • Amor hacia la humanidad

Todas estas palabras acompañadas, se catequizan en asuntos especificativos y cada una de ellas pueden convertirse en un tema independiente, es decir, que una palabra general, se puede cambiar por especificativa y se convierte en un mar de temas con ideologías diferentes.

C). Otro anexo, un ejemplo más:

Mensaje general: El “bautismo”, mensaje especificativo:

  • El bautismo en el nombre de Jesús
  • Del Espíritu Santo
  • De fuego
  • De muerte

Salió un solo tema general y varios temas especificativos, entre otros.

Cuando el predicador aprende a dividir los asuntos generales en asuntos especificativos, tendrá una fuente inagotable de asuntos y temas para sus sermones y enseñanzas, claro está, si el predicador es estudioso o de no, será una repetidora de la repetidora.

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Consejos útiles para los predicadores de esta clase de sermones, tener bien:

  • Arreglado el bosquejo.
  • Presente los temas secundarios.
  • Estudiados los puntos.
  • Recordado todo el material.
  • Memorizados los textos bíblicos.
  • Acorde las ilustraciones.
  • Donde va a aplicarse la verdad.

En relación con lo anterior, se conocen otros tipos de sermones, los cuales hacen parte del proceso de enseñanza a un auditorio u oyente.

A continuación, desglosaremos las características más relevantes de los sermones anexos a este grupo de enseñanza.

Tipos de sermones

  • Sermones con «divisiones textuales».

Estas clases de sermones están amparadas por un texto específico en el cual se lee, de este texto se obtienen las divisiones principales del mismo, como las divisiones del sermón y se escoge un título para cada división como tema secundario.

Son recomendables para el nuevo predicador, hacerse de los comentarios del doctor A.P.Symes en su guía sobre homilética en el “arte de la predicación”.

Presenta muchas nociones oportunas, además, una gama de mensajes con ilustraciones amenas para el predicador interesado en la predicación.

Igualmente, la retórica del “centro de literatura cristiana”, tal como: “Auxilios para predicadores laicos”, que contiene más de 20 ilustraciones amenas para el arte de la predicación.

Los compendios manuales y los diccionarios bíblicos son indispensables, “solicítelos en librerías bíblicas”.

Por medio de estas clases de sermones, se obtienen las “divisiones principales” como temas secundarios y se escoge un título para cada división.

Damos unos ejemplos del doctor P. Symes:

Texto: “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos”. 1 Samuel 7:3.

Le damos la idea de la forma como se arma “este mensaje”.

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1. Tema principal: «El arrepentimiento”.

2. Introducción: Ilustrar, qué significa la palabra arrepentimiento y luego, comente el estado de Israel con Dios en el tiempo del juez Samuel.

3. Primer tema secundario: ¿Qué significa para ellos el arrepentimiento? Volverse de todo corazón a Jehová, “esto simboliza” tomar una determinación de reconciliación con Dios y establecer una disciplina a no volver más al pecado.

4. Segundo tema secundario: La demostración de las obras del arrepentimiento:

  • Destruir los dioses mitológicos que ellos tenían.
  • Especialmente “Astarot”.
  • Preparad con el arrepentimiento el corazón para servirle exclusivamente a Jehová.

5. Tercer tema secundario: La consecuencia del arrepentimiento, si esto lo hiciere, Dios los librará de los filisteos vuestros enemigos.

6. Conclusión: Los israelitas escucharon a Samuel, luego, se arrepintieron y por ende, sirvieron a Dios y Dios los libró de sus enemigos.

¿Amigos, ustedes quieren hacer igual como lo hicieron aquella gente? también Dios hará contigo lo que hizo con ellos, destruirá a tus enemigos, ¿Quiénes se van a arrepentir en esta noche?.

Recuerde, que este es un modelo donde podemos tomarlos como ejemplo para hacer los propios.

  • Sermones de «frases»

En esta clase de sermones se lee un texto y se usan “frases principales del texto”, como temas secundarios y se escoge un título para cada división.

  • Sermones de «palabras»

Se escoge un texto que tenga “dos o más palabras sobresalientes o repetitivas” y usar estas palabras como temas secundarios, haciendo hincapié no solamente sobre el texto, sino explicando también las verdades contenidas en cada una de ellas, por ejemplo:

1. Texto: Josué 1:6-9. “Esfuérzate y sé valiente”.

2. Tema principal: “El esfuerzo”

3. Introducción: Podría el predicador mostrar la diferencia entre la voluntad propia y el esfuerzo obtenido.

4. Primer tema secundario: Dios pide el esfuerzo de Josué.
Explicar que el hombre para cumplir con lo que Dios le ha delegado, se necesitaría un arresto o un esfuerzo particular. Josué 1:6.

5. Segundo tema secundario: Sin el esfuerzo, no podemos obedecer a Dios.
Se necesita un mundo de esfuerzo para obedecer la ley de Dios, antes que la nuestra. Josué 1:7.

6. Tercer tema secundario: Promesas para los que luchan con esfuerzos solamente los que se esfuerzan tienen promesas de vencedores y poseedores de las promesas del Señor. Josué 1:9.

Aplicación: El predicador puede usar ejemplo de Napoleón Bonaparte y otras personalidades que ha demandado esfuerzos para ganar sus batallas.

Conclusión: Dios necesita gente que rebate con esfuerzos el reino de los cielos y sus bendiciones.

Estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2»

  • Sermones «específicos»

Primero se puede escoger un texto o un pasaje y desarrollarlo por medio de:

  • Personajes
  • Ciudades
  • Montes
  • Ríos
  • Lugares
  • Árboles
  • Animales
  • Ejemplos bíblicos

Cuando se trata de esta clase de mensaje, el predicador tiene que contar parte de la historia de los personajes, la parte geográfica de los lugares y las características de cada cosa de tal manera, que los oyentes vean la parte sobresaliente donde el mensaje tendrá sus bases.

Vea también: Las bienaventuranzas del conferencista

  • Sermones «colectivos o agrupados»

Esta clase de sermones se dan cuando se selecciona un pasaje o que se pueden fraccionar, utilizando cada división como tema secundario, por ejemplo:

  • El fruto del Espíritu Santo como un racimo de gracia. Gálatas 5:22-23.
  • Las obras de la carne. Gálatas 5:19-21.
  • Los dones del Espíritu Santo repartidos entre los creyentes. 1 Corintios 12:7-10.
  • Las cosas que pasaron de la vieja vida. Colosenses 3:8-9.
  • Las cosas de la vida nueva. Colosenses 3:12-14.

Frecuento la dicho anterior, todo lo que contenga colectividad.

Nota: Esta clase de mensajes son poco usados entre los predicadores principiantes, pero si es bueno que se valla teniendo en cuenta.

  • Sermones «temas especiales»

Todas las variedades de eventos se necesitan unas clases de sermones acordes, es decir, que se considere o que se ajuste al programa, por ejemplo: los asuntos especiales son aplicados, tales como:

  • Los servicios de bautismo.
  • La dedicación de un nuevo templo.
  • La santa cena.
  • La posesión de un nuevo ministro.
  • Matrimonios.
  • Sepelios.
  • Presentación de niños.
  • Cumpleaños.
  • Ceremonia de grados.

Cuyos mensajes deben ser aplicado de acuerdo a cada circunstancia, ya que cada predicador debe tener la capacidad permanente de adaptación del medio y éste, debe ser las herramientas usadas para los esquemas epistémicos del aprendizaje.

Que son las unidades fundamentales de la razón de la nueva pedagogía, que personifica al mundo científico de nuestra era cognitiva.

  • Sermones «temas controversiales»

Cada predicador está en libertad de escoger los sermones que se ajusten a la circunstancia del caso, pero hay sermones que se les llaman asuntos controversiales.

Esta clase de sermones es dada cuando se presenta la oportunidad y no son aconsejables para el ganador de almas, porque se trata de discusiones abiertas y por ende.

Nadie desea perder una discusión, es mejor, no practicar este tipo de mensajes, por ejemplo:

  • El purgatorio.
  • María tuvo varios hijos.
  • Pedro fue primer papa de Roma.
  • La trinidad no es bíblica.
  • La droga, el alcohol, el tabaco, perjudica el organismo del individuo.

Esta clase de mensajes aunque sean verdades, hay veces que no conviene predicarlas, porque en vez de traer a las almas, más bien las retira y en un popular y vulgar dicho conviene esta aplicación, que “las moscas no se atrapan con sal, sino con miel”.

Recordemos el viejo refrán que dice: ¡Hay verdades, que aunque sean verdades, no conviene decirlas!, mucho menos el ganador de almas, eso lo aprendimos de Natanael, «ven y ve». Juan 1:43-51.

El buen pescador primero agarra el pez, luego lo escama, lo arrolla, lo frita y lo pone a la mesa.

Las personas son iguales, llévela primero al Señor y luego le será fácil de quitarle las diferentes ideas, caprichos, doctrinas extrañas que tienen; esto lo aprendimos del maestro en la resurrección de Lázaro. Juan 11:43-44.

Primero, el Señor tiene que tratar con las personas y luego viene la parte nuestra.

Estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2» pero vea también: Bases para iniciar como predicador

  • Sermones «desarrollado de un pasaje»

Esta clase de sermones son muy difíciles de predicar, porque se necesita que el predicador tenga un conocimiento amplio en escatología, en eclesiología, en historiografía, en teología, en géneros literarios, etc, que pueda llenar el vacío ocupacional en el oyente.

Su desarrollo es el siguiente:

  1. Lea el pasaje haciendo énfasis en los contextos anteriores y posteriores.
  2. Escoja el tema principal.
  3. Decida las divisiones y los temas secundarios a tratar.
  • Sermones «desarrollado de un libro, capítulo o texto»

Su desarrollo es el siguiente:

Escoger un libro, un capítulo o un texto y sobre la verdad contenida en él, explicarla sea por libro, por capítulo o versículos por versículos y desarrollar una dilucidación en forma de sermón o enseñanza libres y conceptuales, dándoles insinuaciones al oyente su participación privada.

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Manual de homilética – Parte 2.

Según esta concepción de aprendizaje, la enseñanza, debe proveer las oportunidades y materiales para que los discípulos aprendan directa y activamente.

Quienes a su vez, descubran y se formen sus propias concepciones, como nociones propias del mundo presente y del texto original.

Es importante usar nuestros propios instrumentos de asimilación de la realidad que provienen de la actividad constructiva, de la inteligencia usada como una herramienta que transporta nuestra doctrina a los quehaceres del medio.

Para esto citamos la nueva metodología expuesta por Piaget, este instructor glosa, que la enseñanza es un proceso que mediante el cual el sujeto.

A través de la experiencia de la administración, de las nuevas metodologías, con la interacción de las demás personas, generan o construyen un conocimiento transformador en forma activa.

Usando los esquemas cognoscitivos del mundo existente, mediante el proceso de asimilación, adaptación y acomodamiento en el ecosistema respectivo de la cristiandad, todo lo anterior es considerado como aprendizaje constructivista.

Esta nueva guía en su teoría “histórica cultural”, que el sujeto aprendiz es activo en la construcción de su aprendizaje, ya que disfruta de las mismas herramientas del sujeto instructor.

Mediante esta forma satisface la necesidad de la equilibración conjunta, dándole sentido al mundo de la ex ponencia, al establecer una coherencia entre éste y aquel con sus esquemas cognitivos.

  • Sermones de «palabras, frases o nombres claves»

Su desarrollo es el siguiente:

Esta clase de sermones para desplegarlos se coge una palabra, un nombre o una frase que está repetida varias veces, sea en toda la Biblia, en un libro o en un pasaje, estas palabras, nombres o frases son usados como temas secundarios del sermón o enseñanza.

El predicador tiene que escoger, palabras, nombres o frases que atiendan a las explicaciones de verdades espirituales.

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En consecuencia de lo anterior y para la apropiación de este conocimiento, se hace necesario partir de bases históricas, donde algunos estudiosos hacen aportes aplicables a la enseñanza en nuestra propia iglesia.

Abriendo campos de desarrollo cognitivo, enfatizando aspectos generales de la pedagogía y su uso en el acto comunicativo.

A manera de introducción, conoceremos aspectos particulares de estudiosos, que de alguna u otra manera, tocan la puerta de nuestro conocimiento, dentro de este grupo de conocedores encontramos a Jean Piaget.

Jean piaget, es un psicólogo suizo que comenzó a estudiar el desarrollo humano en los años 20 del siglo XX.

Su propósito fue postular una teoría del desarrollo, que ha sido muy discutida entre los psicólogos y los educadores, basado en un enfoque holístico, que postula, que el educando construye el conocimiento a través de muchos canales, como:

  • La lectura
  • La charla homilética
  • La exploración
  • La investigación

Todo relacionando a su medio ambiente.

Este estudioso, establece ciertas etapas para el desarrollo cognitivo, las cuales son aplicables a entornos reales de la práctica de la enseñanza, de allí, que las etapas fundadas por Piaget para tal desarrollo son las siguientes:

1. Sensoriomotor: Desde neonato hasta los 2 años, cuando el niño usa sus capacidades sensoras y motoras para explorar y ganar conocimiento de su medio ambiente, son sus padres los docentes apropiados para esta clase de educación.

2. Preoperacional: Desde los 2 a los 7 años, cuando los niños comienzan a usar símbolos, responden a los objetos y a los eventos de acuerdo a lo que parecen que «son».

La asimilación es recibir una nueva experiencia, una estructura mental existente.

3. Operaciones concretas: Desde los 7 a los 11 años, cuando los niños empiezan a pensar lógicamente.

Cada docente debe ser un experto para acomodar y revisar un esquema preexistente a causa de una nueva experiencia.

4. Operaciones formales: Desde los 11 años en adelante, cuando empiezan a pensar acerca del pensamiento por el cual es sistemático y abstracto, para esta edad el docente debe tener una moderación.

Una estabilidad formativa a través de la enseñanza, asimilando un proceso activo para lograr el equilibrio en sus edades.

Estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2»

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Conclusión 

Las anteriores etapas corresponden a un campo general dentro de un proceso de aprendizaje desde la niñez.

De allí, que el conocimiento adquirido desde la infancia puede ser aplicable a metodologías del entorno, unificando criterios teológicos para el mejoramiento de una sociedad claudicante.

El principio de todo conocimiento se enlaza desde la niñez, como lo manifiesta Piaget en su tratado del desarrollo cognitivo, tomando caracteres específicos de la asimilación de procesos constatables.

Fundamentarse sería lo ideal para cualquier predicador, puesto que no tendría menos inconvenientes para la transformación y organización de un texto o documento.

Finalmente, construir un conocimiento es lo ideal para el emisor de la palabra de Dios, ya que toma de sí mismo pre-saberes internos, enmarcándolo en contextos reales, tomándolo como soporte hacia una nueva investigación y complementación del contenido a enseñar.

Esta estructura educativa es la experiencia que se puede haber cambiado en el pasado y puede cambiar en el futuro, pero si bien no podemos excluir esta posibilidad de practicarla.

Tampoco existe ninguna razón para utilizarla como un argumento contra el carácter a priori de los conceptos educativos.

Cada expositor debe trasmitir las concepciones a priori, las cuales son, aquellos conceptos dogmáticos que se dan por supuestos en toda experiencia concreta, puesto que constituyen la estructura misma de la experiencia.

Las condiciones de la experiencia son a priori, si estas condiciones cambian por las nuevas estructuras.

La experiencia pasaría a otra serie distinta de condiciones, la cual se hará posible con otras nuevas experiencias mediante nuevos usos.

Por lo tanto, el educador debe transmitir sus áreas en las estructuras experimentales hasta las nuevas metamorfosis, que vendrán a acompañadas con las futuras reglas académicas. Estamos desarrollando el tema: «Manual de homilética – Parte 2».

Engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com

Por: York Anthony Shalom

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