Primero tienes que creerle a Dios

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Primero tienes que creerle a Dios

Si tu quieres recibir algo tan importante como es la salud: ¡Hoy declaro sanidad en ti! Hablaremos sobre el tema: «Primero tienes que creerle a Dios».

Mientras que lees este artículo, solamente ten fe en Dios, y conforme a ello, así se hará en tu vida.

En la Biblia hay un hombre llamado Moisés que fue mensajero para dar a conocer los hechos de gloria de Jesús.

La gloria de Jesús estuvo en templos hechos de mano, pero lo que no había sucedido aun, era su manifestación en carne, y la habitación de él en seres humanos redimidos.

Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, venía a este mundo, dice la palabra del Señor: «En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció’’ Juan 1:10.

Viene a un mundo oscuro y difícil, lleno de pecado, porque el hombre había preferido el mal antes que a Cristo, lo cual hasta el día de hoy ha traído desgracia, enfermedad, pobrezas a este mundo.

Pero aun con todo esto, Jesús se hizo hombre para salvarnos y hacer milagros en este mundo que tanto lo necesitaba.

La Biblia dice: «Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados’’ Marcos 2:5.

Vea también: Cree y tu milagro sucederá

Jesús sanó a un paralítico y como si fuese poco ese milagro, también le perdonó sus pecados.

Para recibir de Jesús necesitamos tener fe en él, dice su palabra:

«Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan’’ Hechos 11:6.

Por tal razón, no podemos pedirle a Dios, sin antes tener un acto de confianza en que él tiene todo para darnos aquello que necesitamos.

No podemos olvidar que nuestro Dios todo lo ve, lo escucha y lo sabe.

El Señor Jesús no es ajeno a las necesidades que pasas a veces por la economía o algún otro factor que te puede quitar la paz.

Pero Dios necesita que estemos cerca de él creyéndole siempre, en todo momento.

Jesús se mueve por nuestra fe y no por la necesidad que vives, debemos agradecer con fe de que nos está escuchando, debemos pedirle con la fe de que está a nuestro lado siempre.

Tu y yo hemos visto a Dios obrar en nuestras vidas, los milagros de sanidad, provisión, cuidados, protección, de eso debemos hablarles a las personas que no conocen a Cristo.

Muchos cristianos quieren ganarse a las personas que no conocen de Dios, discutiendo o peleando con ellos.

Estamos desarrollando el tema: «Primero tienes que creerle a Dios» pero también puedes leer: La redención es un milagro

Quiero decirle mi hermano, que esa es la peor estrategia que usted está usando para ganar almas a Cristo.

La mejor herramienta para ganar almas a Dios es hablando con amor de sus maravillas.

Decir que el Señor Jesús es fuego consumidor, es también válido, pero recuerda, que es mas grande su amor por el ser humano.

Dice la palabra de Dios, «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna’’ San Juan 3:13.

El amor de Jesús es tan grande que no miró nuestra condición, se acordó de lo que nos hizo polvo.

Por eso, es tan paciente con el ser humano, esperándolo siempre con los brazos abiertos para darle bien y sobre todo un regalo que trasciende hasta lo eterno la salvación.

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Primero tienes que creerle a Dios.

El vivir la vida cristiana trae tantas bendiciones a la vida de una persona, a veces solemos hablar y enfocar nuestra mirada solamente en los procesos difíciles que pasamos.

Hablamos de ellos tanto, que se nos olvida hablar con la misma frecuencia de las obras maravillosas de Dios en nosotros.

Después del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, todos los que hemos aceptado al Señor como nuestro único y suficiente salvador.

Hemos de ser ahora templo del Espíritu Santo de Dios, por eso, nuestra vida debe estar en completa integridad, porque ahora somos hechos hijos de Jesús.

Como hijos de Jesús, tenemos de su poder para hacer milagros también, su palabra dice:

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«De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre’’ Juan 14:12.

Es por esto, que al ser hijos del Dios todopoderoso podemos ser instrumentos útiles en sus manos, no para nuestra fama, sino para la gloria del Jesús.

En su palabra encontramos muchos versículos que nos dan autoridad para orar por los enfermos y que sean sanados.

También para entender que nuestro único proveedor, se llama Jesús de Nazaret.

Hoy Dios vive en nuestro corazón y somos fruto de su obra redentora en la cruz del calvario.

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Primero tienes que creerle a Dios.

Dice la palabra del Señor: «el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres’’.

«Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz’’ Filipenses 2:6-8.

No le interesó el mundo al que debía enfrentarse, su mirada estaba puesta en el hombre que estaba perdido en delitos y pecados, lleno de tristeza y de problemas.

Hoy Cristo puede hacer un milagro en tu vida, restaurar tu familia, brindarte una estabilidad económica.

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Traer del mundo a tu hijo apartado, aquello que mas deseas en tu corazón, el Señor tiene el poder para hacerlo.

Pero recuerda, que para que sucedan milagros en tu vida y en la de tu familia, primero debes creer que el Dios de todo poder, te escucha y puede hacer lo que desde tu corazón le estas pidiendo.

Jesús es amor y él puede hacer lo que anhelas, pero recuerda mi querido hermano, que sin fe es imposible agradar a Jesús. Primero tienes que creerle a Dios.

Por: Daniel Berdugo

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