Qué sucede si nos alejamos de Dios

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Qué sucede si nos alejamos de Dios

Cuando observamos el mundo, nuestro país, la situación por la cual estamos atravesando, nos damos cuenta la cantidad de problemas que se presentan a diario. Hablaremos sobre el tema: «Qué sucede si nos alejamos de Dios».

Y si a eso le agregamos lo que cada persona vive, nos hace pensar que estamos frente a una situación donde queremos encontrar una respuesta a lo que está sucediendo.

Muchos se preguntan y se cuestionan diciendo: ¿Quién es el culpable de todo esto? ¿Qué pasa?

Y si hacemos una encuesta, veríamos que cada quien tiene un repuesta diferente y cada quien creería que su respuesta es la más acertada.

Muchos responderían que la situación actual se debe a la falta de empleo, otros dirían que el problema es la ciudad donde reside.

Y que aún no es una ciudad desarrollada y tal vez, otros le echarían la culpa a la situación política.

Pero vemos que la palabra de Dios dice “me dejaron a mí, fuente de agua viva” Jeremías 2:13.

Entonces vemos que el mal de todo lo que está sucediendo, es que el hombre ha abandonado a Dios.

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La iglesia del Señor no es ajena a lo que el mundo está viviendo, porque podemos ver cómo hay hermanos desesperados, con depresión.

Viviendo con incertidumbre y lleno de problemas, olvidando que el Señor nos dice en su Palabra:

“Porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo” Isaías 43:20.

Volvemos entonces a la pregunta inicial, ¿Dónde está el mal?, ¿Qué nos está pasando?

Y vemos cómo las personas buscan miles de pretextos para dar respuesta a esta incertidumbre.

Pero es necesario que el mundo abra la mente, el corazón y así puedan mirar a Cristo y logren entender que es el único que puede lograr cambiar las vidas y que, si con fe lo miramos a él, las cosas empezarían a cambiar.

El hombre actualmente no quiere mirar a Dios, se suelta de él, no quiere poner su confianza en el Señor y andan de un lado a otro buscando soluciones.

Pero siempre se encontrarán en la encrucijada, cuando cree que ya tiene la repuesta, sabrá que fuera de Dios el hombre siempre estará lleno de vacíos y de problemas.

Pero cuando estamos con Cristo y le creemos a él, sabemos que aunque el sol esté muy caliente y fatigante.

El Señor pondrá una nube y sabremos que un gran aguacero se oye y se aproxima, porque nuestro Dios cambia las cosas.

Debemos andar con Dios, porque andando con él, las cosas en cualquier momento cambian.

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No es tiempo de soltarse de Dios, es tiempo de decir: Ahora más te busco Señor, tengo razones para continuar contigo.

Vemos que el Señor a través de su palabra nos menciona a tres personajes llamados Sadrac, Mesac y Abed-nego.

Los cuales se encontraban en una nación extraña donde su fe y creencia no era bien vista, y bien aceptada.

Unos hombres decidieron acabar con la fe de ellos y la única manera que tuvieron para hacerlo era poniéndolos a prueba y atacarlos a través de su misma fe, a través de lo que ellos creían.

Y es esa la manera, la que el enemigo utiliza para atacar a los hijos de Dios, a través de su misma fe.

Es por eso, que no hay tiempo de soltarnos de Dios, es tiempo de colocar nuestra confianza en el autor y consumador de la fe.

Es allí donde aquellos hombres lograron que el rey Nabucodonosor llamara a estos tres personajes.

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Qué sucede si nos alejamos de Dios.

Los cuales no aceptaron postrarse ante otro Dios fuera del que ellos creían y los enviaron al horno de fuego.

El cual calentaron siete veces más de lo acostumbrado y vemos que los guardias que llevaron a estos jóvenes, quedaron muertos en la entrada de este.

Estamos desarrollando el tema: «Qué sucede si nos alejamos de Dios»

Así podemos ver, que el mal no era el horno, el mal era soltarse de la mano de Dios, porque cuando Sadrac, Mesac y Abed-nego estaban dentro del horno ardiendo.

El rey no vio solo a estos tres hombres, vio a cuatro paseándose y ese cuarto era el Señor el cual estaba con ellos.

Entonces podemos ver que el problema actual no radica en la crisis económica, ni en la falta de empleo que exista.

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El problema es que no estamos buscando, ni llenándonos de la presencia de Dios, como debe que ser.

Y así como Sadrac, Mesac y Abed-nego se paseaban dentro del horno, debemos hacerlo nosotros dentro de los problemas que estemos atravesando.

Pero no solos, debemos pasearnos agarrados de la mano del Señor.

Confirmamos que el mal no era el horno de fuego, el mal era soltarse de la mano del Señor.

Vemos que después de este episodio que el rey vio, levantó un edicto donde ordenó a todo el pueblo a postrarse delante del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego.

El Dios todopoderoso y el que no hiciera lo ordenado, lo echarían dentro del horno de fuego.

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Qué sucede si nos alejamos de Dios.

Es por eso, que cuando nosotros vivimos bajo la voluntad del Señor y hacemos lo que él quiere, hasta a nuestro enemigo lo hace estar en paz con nosotros, aunque él no lo quiera.

¿Dónde está el mal? Es nuestro interrogante.

El mal se encuentra en que muchas veces nosotros solo miramos lo exterior y pensamos que el problema está fuera de nosotros.

Y así buscamos miles de pretextos, y le echamos la culpa del mal a las cosas que pasan a nuestro alrededor.

Pero no es así, debemos examinar nuestro interior y tener muy claro, que si sacamos a Cristo de nuestro corazón ahí sí, estamos en serios problemas.

Examinemos nuestra vida, nuestro corazón y nuestro andar, analicemos si hemos sacado al Señor de nuestra vida.

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Si hemos permitido que el mal se apodere de nuestro corazón y reine en nosotros el pecado.

Recuerda, que tenemos al Dios que puede transformar la vida del hombre, que no necesita abrir el corazón, ni hacer ni una sola cicatriz para cambiar nuestro corazón.

Es momento de aceptarle y permitirle que opere en nuestras vidas y destruya todo el mal que nos está acechando.

Por: Rudecindo Garcés

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