Ser cristiano no significa ser perfecto

Debemos entender en qué consiste la condición que Dios nos ha dado, la vida que tenemos ahora surge de una condición muy sencilla y muy compleja a la vez. Hablaremos sobre el tema: «Ser cristiano no significa ser perfecto».

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” Efesios 2:5.

Nosotros tenemos una condición nueva en el Señor, la vida espiritual nace por la acción del Espíritu Santo.

Eso quiere decir, que la vida que tenemos ha sido creada en el Señor, no podemos intentar vivir esta vida cristiana por nuestra voluntad, no es posible.

No es posible que por nuestras propias fuerzas intentemos dar frutos, el amor, el gozo, la paz, la paciencia, benignidad, bondad, fe, son frutos que solo los da el vivir en el Espíritu.

Ser cristiano no se logra haciendo un esfuerzo, lo que es nacido del espíritu, espíritu es, nueva vida, nuevas obras.

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Hemos nacido del Espíritu, pero por su gracia y obra somos participantes de la naturaleza divina.

Hoy estamos aquí y en pie, alabándole y glorificándole, porque hay algo nuevo en nosotros, es la vida de Cristo en nosotros.

Hablamos de él con libertad, cantamos porque somos nuevos, hoy tenemos vida y vida en abundancia por él.

Esa es la realidad de un hijo de Dios y a partir de esa condición podemos hacer buenas obras.

Al tener esta nueva vida hay sucesos que han ocurrido, ocurrió un milagro en nosotros y el que lo ha experimentado no tiene dudas.

“Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” Efesios 2:10.

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Estábamos inmersos en maldad, nuestra vida era desastrosa, pero el Señor nos levantó y nos hizo nuevas creaturas.

Es realmente un milagro el cambio que hemos tenido, por eso, no nos cansamos de alabar y glorificar, porque él hizo por nosotros una obra gloriosa.

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó” Efesios 2:4.

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Hoy tenemos vida, nuestra vida está unida a Cristo y como él es vencedor hoy somos vencedores, estábamos muertos, pero hoy vivimos porque él vive.

Hoy estamos en pie, solo por gracia, hoy seguimos triunfantes porque Cristo va en frente y estamos unidos a él.

El poder, la estabilidad, la permanencia en el tiempo de esta iglesia solo ha dependido, depende y seguirá dependiendo de la unión con Cristo Jesús, solo por él estamos aquí.

Él es el jefe, la cabeza, la guía, Jesús es quien mantiene en pie esta iglesia, él la ha transformado y es quien la mantiene con vida.

No tenemos ningún mérito por el cual podamos gloriarnos, todo ha sido regalo de Dios; no es un premio, porque nada hicimos para obtenerlo o ganarlo, entendamos que ha sido un regalo.

Si tenemos fuerzas para seguir, también es porque él nos las ha dado, todo ha sido dado por él y no nos queda más que agradecerle.

Nueva vida, nuevas obras y esto es solo por su misericordia.

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Quien entiende esto, diariamente se mantiene en contacto con Dios, porque sabe que solo depende de la obra que el Espíritu Santo puede hacer.

El que puede entender esto no se separa de Dios, porque tiene claro que solo en él estamos completos.

Quien tiene clara esa obra majestuosa y quien ha recibido este regalo inmerecido, no hace más que agradecer y servirle a su Señor.

Mantengamos intimidad con Dios, permanezcamos humillados, sigamos diariamente siendo perfeccionados por su Espíritu.

Pastor: Celestino Forero