Cuál es el gran pecado de la humanidad

Las coronas tienen un problema, y es que se llevan puestas en la cabeza, y como está puesta en el lugar más visible e importante del cuerpo, todo el mundo la ve. Hablaremos sobre el tema: «Cuál es el gran pecado de la humanidad».

Entonces por eso es que las personas se esmeran para tenerlas bien cuidadas.

La palabra del Señor dice: «Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre’’ Marcos 1:6.

Este versículo es muy peculiar, yo recuerdo que la primera vez que prediqué basándome en este versículo.

Un pastor trinitario fue a la escuela dominical y cuando yo leí este texto, el pastor le dijo a la persona que lo había invitado: «ahora tu pastor se metió en un callejón sin salida’’.

Ese pastor trinitario se expresó de esa manera porque en realidad, este versículo es como extraño, pareciera que no tuviese forma y salida para predicar.

Pero usted y yo sabemos que el Espíritu de Dios es especial y nos guía para enseñar.

Entonces Dios me hace ver este versículo como una pasarela moderna, donde está Juan con un vestido elegante en piel de camello, adornado con un detalle, un cinturón de cuero.

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Juan, podríamos decir, que se alimentaba bien porque comía langostas, practicaba un estilo de vida saludable, tenía músculos y se veía agradable.

Pero yo te pregunto a ti, si la Biblia es un libro tan serio y que el espacio de cada uno de los libros es estricto para decir lo más importante.

¿Qué nos interesa a nosotros saber qué ropa llevaba Juan el Bautista y qué comía?

Resulta que nosotros como hijos de Dios, debemos partir de una visión igual que la de nuestro padre.

No podemos tener la visión del pastor, del líder, por encima de la de Cristo, porque él es la razón de todo.

En efecto, Jesucristo es el rey de reyes, nació del linaje de David y aunque cuando creció fue carpintero, el cepillo se ennoblecía en las manos de él porque lo estaba manejando el Señor.

Del mismo modo podemos ratificar esto cuando los magos llegan preguntando por Jesús, dice: ¿Dónde está el rey? Mas que por descendencia Jesucristo es el rey porque es el creador de todo.

Las personas cristianas o no, bautizadas o no, nuevas o viejas en el evangelio, no vamos a tener una proyección real, acorde con la Biblia.

Aunque seamos pentecostales a morir, sino tenemos un concepto real de quién es Jesús, de nada sirve estar en el camino.

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En otras palabras, quiero decirte que, si tu crees que Jesucristo es un ayudante, tu le compras un limpión y le dices que la limpie, pero si tu supieras que él es el Señor y no un ayudante, tu actitud sería distinta.

Dios quiere cambiar tu vida hoy, deja de mandarlo y permítete estar en su presencia.

Sin embargo, a algunos cristianos les gusta decir: «El Señor es mi ayudador’’, pero con la mentalidad de que Cristo es un ayudante, y no es así.

Entonces si queremos tener una proyección real, vamos a poner los bueyes delante y el carro detrás y no al revés.

Porque entonces se nos tropiezan los bueyes y no andamos, mas bien todo se convierte en un problema.

La vida cristiana de algunos está defectuosa y no tienen muchas victorias porque tienen el orden alterado.

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Ellos no se arrodillan a orar para ver qué es lo que Dios quiere que se haga, sino que ellos le dicen a Dios todo lo que tiene que hacer.

Del mismo modo, llegan ante él y le dicen las cosas con una velocidad impresionante, como si le dijeran al Señor:

«Apúrate Señor, necesito esto’’, no sé por qué la gente cuando ora, cree que tiene que hablar corriendo, no entiendo.

Así pues, hermanos, no debemos entrar con prisa a la presencia de Dios porque eso es malo.

A lo mejor usted ha hecho visitas a amigos, familiares, compañeros de trabajo etc. Y todos sabemos que uno llega a esa casa con el propósito de dedicar tiempo.

Ahora, si nosotros nos esmeramos siempre para que las personas tengan un buen concepto personal y se sientan en agrado con nosotros.

¿Cómo nosotros no le vamos a dedicar un tiempo especial al que nos ha dado todo?

A causa de esto, es que no tenemos victorias en nuestras vidas espirituales, por eso, te invito a que le saques tiempo al Señor, entrégate en oración y él te va a ayudar.

Cuando nosotros aprendemos a tener una conversación con el Señor, allí empieza nuestra vida cristiana, nosotros tenemos que aprender eso.

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Porque si analizamos, el gran pecado de la humanidad no fue la fornicación, tampoco la borrachera.

El gran pecado de la humanidad es que, habiendo conocido a Dios como Dios, no le reconocieron ni le dieron gracias.

A raíz de esto, el Señor nos entregó a una mente depravada para hacer fornicación, es decir, que la fornicación es hija del no reconocimiento a Dios.

De manera, que reconocer al Señor no es ir a una iglesia solamente y levantar las manos, hay un versículo del Antiguo Testamento que dice:

«Servid a Jehová con alegría, Venid ante su presencia con regocijo’’.

«Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias’’.

«Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones’’ Salmos 100:2-5.

Cuando estos versos mencionan que hay que entrar por sus puertas con acción de gracias, no se refiere a las puertas físicas.

Eso era en el tiempo pasado donde Dios vivía, pero ahora el templo del Señor somos nosotros.

En consecuencia a esto, a veces llevábamos una vida cristiana que no es fructífera porque estamos interpretando las escrituras de manera equivocada.

Es como el que se alimenta y come hasta cinco veces al día, pero lo que come no es saludable y no aporta a que sea una persona fuerte.

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Del mismo modo pasa con el cristiano, este versículo y muchos más se han interpretado de manera equivocada.

Cuando Jesús dice que debemos reconocerlo, hace referencia a nuestra vida personal.

Es decir, desde que me levanto hasta que me acuesto, todo lo que pienso, la forma en como me comporto, debe estar enfocada a agradar al Señor, allí sí lo estoy reconociendo.

Dios es un Dios de oportunidades y lleno de amor.

Por eso, si estás llevando el orden equivocado en tu vida espiritual, te invito a que te acerques a Dios, solamente basta eso, que su espíritu nos guía a toda verdad.

Pastor: Álvaro Torres