No seas como Jezabel

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No seas como Jezabel

Tiatira es la cuarta etapa de la iglesia del Señor en la Biblia, esta iglesia narra proféticamente las cosas que sucedieron entre los años 605 hasta el año 1517. Hablaremos sobre: «No seas como Jezabel».

El año 605 fue el año en que la iglesia oficial, aquella que no siguió la doctrina del nombre, la que se dejó enredar en la trinidad y adoración a la cruz, más tarde la adoración a María e introducir la adoración a imágenes.

En este tiempo la iglesia oficial, ya estaba totalmente desdibujada, sumida en la adoración a cosas que el Señor no mandó a adorar.

Este periodo de Tiatira se extendió hasta el año 1517, ha sido el periodo más largo y oscuro de toda la historia.

En el año 1517 un sacerdote de la iglesia romana, cansado de las mentiras, decidió publicar parte de la verdad y ese acto se le conoce como la reforma.

Tiatira significa: «actividad en el sacrificio de víctimas’’, dicho de otra manera: «muchas víctimas sacrificadas’’.

Pero ¿por qué le dieron ese nombre a la ciudad? La razón es que esta ciudad eminentemente ganadera tenía el matadero más grande de Asia.

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Esta ciudad al caracterizarse por tener este matadero, eran muchas las reses que sacrificaban diario.

Esta ciudad exportaba carne a Pérgamo y a otras partes, ella era la que abastecía a otras ciudades que no tenían ganado.

El Señor Jesús se le identifica a la iglesia como hijo de Dios, el que tiene ojos como llamas de fuegos y pies semejantes al bronce bruñido, ¿Por qué se le identifica así al Señor?

La respuesta es porque a esta iglesia le está haciendo daño una extraña profetiza, la cual está enseñando a la iglesia una falsa doctrina y cuando esto pasa, el Señor Jesús se presenta como hijo de Dios.

¿Usted sabe qué entendían los hebreos como hijo de Dios?

Dios mismo, en el contexto hebreo, cualquiera que dice ser hijo de Dios, lo apedreaban, porque se estaba queriendo parecer a Dios.

En el capítulo 8 del libro del San Juan, Jesús empieza a decir, que su padre que está en los cielos se identifica como hijo de Dios y los judíos cogen piedra para apedrearlo.

En ese momento Jesús le dice: «muchas buenas obras he hecho delante de vosotros por ¿Cuál de ellas me vas apedrear?’’

Y los judíos le dijeron: por las buenas obras no te vamos hacer daño, sino porque siendo hombre te haces Dios.

Pero si analizamos, él dijo que era hijo de Dios, solo que en el contexto hebreo quería decir, Dios y ellos lo entendían de esa manera porque Isaías lo había profetizado.

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Dice la palabra de Dios: «Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará’’ Isaías 35:4.

Ahora, a la iglesia en Tiatira, el Señor se les manifiesta a ellos como Dios mismo, al decirles el hijo de Dios, el que tiene unos ojos que conoce las intenciones del corazón de una persona.

Dios no necesita mirar para conocer, si puso los ojos en alguien, es porque ya le conoció cuáles eran las intenciones de su mente.

Vamos a ir desglosando poco a poco este versículo: “Sus pies eran semejantes al bronce pulido, refulgente como en un horno, y Su voz como el estruendo de muchas aguas” Apocalipsis 1:15.

Parece que estas dos formas de identificarse se contradijeran, porque los ojos como llamas de fuego, también nos está hablando de una ira.

Pero nos muestra los pies semejantes al bronce bruñido, dándole a entender de qué se trata de una obra misionera.

Entonces cuando analizamos todo el mensaje a ver por qué razón el Señor se le identifica así.

La iglesia del Señor que estaba en Tiatira, tenía fe, amor, servicio, paciencia, unas cualidades hermosas.

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Y contrario a Éfeso, las cosas iban bien, subiendo de nivel, pero se descuidaron y cayeron del primer amor.

Pero en Tiatira las últimas obras eran mejor que las primeras, o sea, que iban bien, no había necesidad de decirle que volvieran al primer amor o a las obras primeras.

A pesar de que Éfeso no estaba haciendo las obras adecuadas por falta de amor a la obra del Señor, ellos tenían discernimiento Espiritual, lo cual les permitía detectar a los falsos apóstoles.

En Tiatira amaban la obra de Dios y servían con mucho entusiasmo, estaban en su primer amor.

Pero no tenían discernimiento de Espíritu y no habían detectado a una falsa profetiza.

Este mensaje también va tocante al pastor, pues no entendemos cómo una mujer entra a la iglesia y comienza a hacer estragos, y el sacerdote no mira lo que estaba pasando.

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Podemos decir, que esta mujer llegó a la iglesia, se convirtió al Señor y estaba bien.

Pero de pronto, en un momento de sequedad Espiritual, comenzó a hacer unas prácticas extrañas.

La iglesia en Tiatira, la historia la recoge como una iglesia que producía muchas mujeres líderes.

El Señor Jesús en un momento de corrección a esta iglesia en Tiatira, usa el nombre de una mujer del Antiguo Testamento, Jezabel.

La iglesia había empezado a caer en los errores de esa profetiza, que me imagino que una de sus profecías fue acertada.

Ya que si la gente le creyó, fue porque algo tuvo que suceder.

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No seas como Jezabel.

Entonces el enemigo aprovechó a esta mujer para ser instrumento de distorsión para la iglesia en Tiatira y a lo mejor, muchas de las profecías que había dicho se cumplieron.

Ahora, para nosotros entender qué era lo que esta profetiza estaba haciendo en la iglesia de Tiatira.

Debemos mirar a la Jezabel del Antiguo Testamento, la cual es mencionada allí de manera simbólica porque a la profetiza la historia no le recoge nombre alguno.

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La Jezabel del Antiguo Testamento, era una sacerdotisa de Baal, falsa, una gentil casada con un rey de Israel llamado Acab.

Ella no comenzó a apoderarse del culto de Jehová, sino que poco a poco fue entrando y arrinconando el culto que se le hacía a Dios.

No permitamos que eso suceda en nuestras vidas, debemos pedirle al Señor discernimiento de Espíritu para conocer las artimañas de satán.

Pero del mismo modo, pedir ferviente amor por la obra de Dios.

Por: Luis Atencio

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