Comentario exegético de las siete iglesias del Asia
El libro del Apocalipsis es un manual complejo para el progreso de sus pautas, su desarrollo se hace fácil porque posee una exégesis en sus divisiones. Hoy desarrollaremos el tema «Las siete iglesias del Asia». Apocalipsis 1:3.
Ya que su primer eslabón está relacionado con misterios propios de revelaciones y dentro de las cuales, se esconden los acontecimientos del presente y del futuro.
La parte central del libro se destaca en “la revelación de Jesucristo”, la cual significa el inicio de un desenvolvimiento consistente de su misterio.
Ya que su objetivo principal era mostrar la revelación del estado presente del Señor Jesucristo, tal cual como él es ahora, después de su manifestación en carne, en el sacrificio en la cruz y después de la resurrección.
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Una de las estructuras fundamentales se encuentra en las grandes visiones que contiene un aspecto nuevo de la persona de Cristo con su capacidad de juzgar al mundo y levantar su reino en el periodo propuesto.
En este libro se mencionan varias historias importantes que hablan de acontecimientos venideros y de las adonis ciudades del Asia Menor, que hacen parte de la historia universal del oriente, la historia general del arte; lo mismo que las historias del occidente en tiempo más tarde.
De allí se destacan la observaciones detalladas de los primeros tres capítulos, los cuales comienzan con las cartas dirigidas por el Señor a las siete iglesias del Asia Meridional.
Que no son otras sino comunidades llamadas: “comunidades cristianas” que se formaron en el primer siglo, las cuales han sido típicas y han estado presentes de manera simbólica en todos los tiempos.
En ellas se hace alarde a los elogios y las críticas hechas por el Señor que finalmente terminan con advertencias y promesas.
Los historiadores como Justino Mártir, quien vivió alrededor de los años 135 D.C. al igual que Irenio, que hace parte del aglomerado de los llamados “padre de la iglesia” en el año 185 D.C.
Citaron verbalmente este libro, atribuyéndoselo a Juan hijo de Zebedeo, supuestamente, escrito en el año 95 D.C. Durante el reinado de Domiciano, quien lo desterró a la isla llamada “Patmos” debido a su fe cristiana.
Por su parte, la isla de “Patmos”, muy conocida en su época como el lugar donde desterraban a los presos de alta criminalidad, estaba situada a 100 kilómetros al suroeste de Éfeso, ciudad importante del Asia Menor.
Esta isla tenía 16 kilómetros de largo por 12 de ancho; se dice que era una isla rocosa y sin árboles, llenas de hormigas carnívoras muy grandes.
Fue en este lugar donde se dictó el compendio llamado el “Apocalipsis”, cuyo libro fue el último del Nuevo Testamento escrito por San Juan el teólogo, conocido como el apóstol o el evangelista.
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Así como Moisés escribió el libro de Génesis en el monte Sinaí, en el cual, nos da una clarificación con respecto al principio de todas las unidades pre históricas e históricas; de igual manera.
El libro del Apocalipsis nos da una iluminación hacía el futuro con respecto a la consumación de todas, de igual manera nos asegura el triunfo final del pueblo de Dios sobre las fuerzas del diablo y del bien sobre el mal.
Al iniciar la primera exégesis de este libro parte de la descripción simbólica de Jesucristo, presentándolo en medio de siete candeleros de oro, que simbolizan las siete iglesias de Asia. Eso nos enseña que el Señor está siempre en medio de su pueblo. San Mateo 28:20.
Según la paráfrasis del capítulo 1:16-20 que habla del misterio de las siete estrellas, las estrellas son los ministros de cada una de estas congregaciones como los ancianos ministradores; las estrellas, han tenido muchas funciones en el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Las estrellas brillan y con su brillo disipan las tinieblas, Génesis 1:16. Además, proclaman la gloria de Dios. Salmos 8:4; 19:2.
En relación con lo anterior, se aplica, que una estrella fue usada para traer a unos sabios a Cristo. San Mateo 2:9.
Y Daniel 12:3 glosa, que todo el que enseña la justicia a las multitudes resplandecerán como las estrellas a perpetua eternidad.
Hermanos ministros, no dejes opacar tu luz en medio de este mundo lleno de tinieblas, ocupa tu lugar brillando.
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En su segunda exégesis, Juan percibió ciertas características de Jesús, «lo distinguió vestido con una ropa que le llegaba hasta los pies; ceñido con un cinto de oro, su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; sus pies semejantes al bronce bruñido; su voz como estruendo de muchas aguas; tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza».
Gracias al Señor por estas preciosas revelaciones, ya que no solamente San Juan lo conoció así, sino que nos explicó por medio de estos escritos como lo vio y nos queda una luz clara de la persona de Jesucristo en nuestros días.
Las siete iglesias del Asia Menor
Parte de este material que se va a emplear en este tema, ha sido extraído de: Wikipedia, la enciclopedia libre; compendio manual de la Biblia, Escofiel, Peshitta; Biblia de Torres Amat; evidencia que exige un veredicto; diccionarios bíblicos, comentario exegético de la Biblia; teología sistemática tomo 1-4 por P. Tillick; enciclopedia tomo 1,2 del culto cristiano; enciclopedia tomo 1, 2 de los santos padres apostólicos; historia de la teología tomo 1,2; historia de la escatología tomo 1,2; enseñanzas básicas tomo 1,2 de los grandes Filósofos.
Gracias a Dios por esta biblioteca que hizo parte de nuestra estantería, para las investigaciones de mis trabajos como estudiante de la Sacrae Theologiae.
Nuestro lema particular es el territorio de la península en donde se encontraba el “Asía Menor”, allí quedaban otras provincias, tales como: Bitinia, Ponto, Galaxia, Capadocia, Sicilia, Pan filia, Licia, Frigia y el Asia.
Las cuales fueron visitadas por San Pablo en su segundo viaje misionero, adonde el Espíritu Santo le prohibió la predicación. Dios más tarde buscó otros medios para llevarles el evangelio a estas provincias.
En el tiempo de San Juan, todas estas provincias estaban llenas de comunidades cristianas; claramente, luchando con las corrientes opuestas, como el ocultismo procedente de las supersticiones de las ciencias ocultas, natural de las nigromancias orientales.
La adoración del mundo angelical; las prácticas de las fornicaciones, sacrificios a los ídolos, las creencias del panteísmo del politeísmo y otras más.
Además, muchas iglesias estaban afectadas y el Señor se aparecía y le hablaba de acuerdo al estado espiritual y a los problemas que les afectaban; ya que a su vez, les suministraba el procedimiento pertinente para vencer las dificultades.
Estas siete iglesias tienen muchos apéndices expresados por algunos exégetas y eruditos en Bibliología, los cuales comentan, que estas siete iglesias apocalípticas que son los siete períodos que la iglesia general iría a pasar en la historia; también se estima como siete etapas por las cuales cada cristiano debe pasar en su vida privada.
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Cabe resaltar, que aunque en el Apocalipsis se habla con una simbología especial y propia de su realismo, tanto las ciudades como las iglesias físicamente existieron y prueba de ella son las referencias de la historiografía.
Actualmente sus ruinas en estas regiones se han constituido en una atracción turística importante más o menos hasta el siglo V.
De allí en adelante la historia asume que el mar sufrió un proceso de sedimentación y erosiones que dio como resultado un enérgico desbande, quien a su vez, sus corrientes han acabado con muchos puertos de los cuales han quedado abandonados.
A continuación seguimos con una breve descripción de cada una de las iglesias del Asia:
Éfeso
Según los compendios manuales, fue una ciudad arcaica situada en el Asia Menor, en la actual Turquía.
Coexistió como una de las doce ciudades jónicas a orillas del mar Egeo; era la capital de la metrópolis del Asia peninsular, la que se conoce como el “Asia Menor”, era una urbe muy importante para el imperio Romano; además, era la columna vertebral de la carretera imperial desde Roma al oriente.
Históricamente, esta cuidad era la puerta para entrar a toda el Asia. Cerca de los años 90 el Señor Jesús se le presenta a esta comunidad cristiana como el que tiene las siete estrellas en su diestra.
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El que anda en medio de los siete candeleros de oro. Según algunos datos históricos, en esta ciudad estaba la cuna de la magia, pero con la llegada del evangelio fue destruida, según lo relata San Lucas en Hechos 19:19.
Geográficamente, Éfeso estaba ubicada entre el extremo norte, es decir, en el antiguo monte Pion, y cerca del delta del río Caístro, donde tenía diversos puertos muy importantes debido a sus centros religiosos, culturales y comerciales procedentes tanto del mediterráneo como del mar Egeo.
El nombre de Éfeso, según el historiador Heródoto, manifiesta que sus fundadores le dieron ese nombre en memoria de una reina de las notables grecorromanas.
La ciudad por ser la entrada hacia el Asia, fue apetecida por diferentes reyes que la convirtieron en un campo de beligerancia, por motivo de sus combates permanentes, hasta el punto que los godos la destruyeron por completo.
Wikipedia, la enciclopedia libre apostilla, que el templo de Artemisa en Éfeso, ha sido una de las siete maravillas del mundo y el mayor de la antigüedad con 120 columnas de 20 metros de altura, de las que sólo sobrevive una en la actualidad.
En él se veneraba a la «deidad de Éfeso», una divinidad de múltiples pechos a la que los griegos identificaron como Artemisa. El templo fue saqueado y quemado por los godos en el año 262.
Según una “leyenda antigua”, María la mamá del Señor Jesús, vivió y murió en esta ciudad a cargo de San Juan. Según Justiniano, la estructura del evangelio de San Juan y sus tres cartas fueron escritas en esta ciudad.
Ya que por la doctrina de sus escritos es para contrarrestar la ideología de las creencias frívolas del paganismo de su época.
Según se cree que San Pablo visitó a esta ciudad en el año 54 donde permaneció por dos años predicando en un centro educativo de un tal Tiranno, y por la influencia de éste, se le predicó de allí a todo el Asia.
Más tarde el apóstol San Juan se trasladó a esta ciudad, y de este lugar administraba las demás comunidades cristianas expandidas en el Asía Menor; desde allí fue preso y trasladado a la isla de Patmos, donde tuvo la preciosa revelación apocalíptica.
Más tarde es liberado bajo el imperio de Nerva, y pudo volver a Éfeso, donde falleció pocos años después de una edad muy avanzada.
He considerado en la historia de Israel que cuando un hombre encubría el pecado, Dios se apartaba de él y muchas veces contaminaba al pueblo, esto lo vemos en Acán en el tiempo de Josué.
Josué 7:21. Éste vio un manto babilónico, plata y oro, los codició, se los llevó y luego los tapó con tierra en su tienda y el dinero debajo de lo anterior. Y por ello, le vino la derrota a Israel y la destrucción a él y a su familia.
La historia nos cuenta de Saúl rey de Israel, cuando Dios lo envió a Amalec para que lo destruyese y que tuviera cuidado con el anatema; éste, vio una hermosura raza de ganado, la cual codició, se lo llevó a su hacienda y lo quiso cubrir con el dicho del pueblo; por tal motivo perdió el reinado, lo sucedió David. 1 Samuel 15:13-33.
David, se dio cuenta del proceder de Saúl y dijo: «examíname oh Dios». Salmos 139:23-24.
Más tarde Salomón mirando con el Espíritu de sabiduría y de ciencia, habló de lo mismo: «El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia». Proverbios 28:13.
La iglesia de Éfeso geográficamente era el grupo central e importante; sin embargo, había permitido cubrir una falta simple, “había dejado su primer amor” cuya falta, la habían protegido con varias cosas muy buenas, pero el Señor principio a desmantelarlas a una por una, hasta llegar a la mala.
Con esto entiendo que el Señor todo lo ve hasta lo más cubierto posible. Apocalipsis 2:2-3.
San Pablo aplicando su enseñanza a los filipenses les dice: Filipenses 1:6. «Estando persuadido en esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo».
En otras palabras, el Señor vigila permanente su iglesia para no dejar pasar nada por alto, que más tarde le acarreará malestar y su vez le puede causar nauseas.
Este proceder del Señor, me hace pensar como persona consiente de nuestros propios actos: Hermanos. ¿Cuántas cosas buenas hemos hecho desde el día que llegamos a la iglesia? Y ¿cuántas malas también? Vemos el testimonio de Jesús a la iglesia en Éfeso.
Apocalipsis 2:1-3. Una cosa negativa dentro de las buenas, naturalmente puede dañar también las buenas.
Por lo cual, el Señor manda que se arrepientan y que no las sigas más abrigando con cosas buenas. Proverbios 28:13.
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Esmirna
Comentario tomado de la “Wiki, Esmirna ha sido una de las ciudades más antiguas de la provincia del Asia, fue fundada en el 3000 a. C. Formó parte del primer imperio que hubo en la historia “el hitita”, y tras el derrumbamiento del estado hitita frente a los ataques de los frigios.
Fue ocupada por los Eolios, emigrados de Grecia a Anatolia alrededor del año 1000, tras la caída de la civilización micénica. Después fue ocupada por los jonios, con los que vivió su florecimiento.
Esmirna, estaba situada a 56 Km de Éfeso, la cual tenía una reseña histórica muy acertada, era la metrópoli de Asia Menor; fue una ciudad pequeña pero bellísima.
Roseada por el céfiro que venía del mar Egeo. Se supone que fue la cuna de Homero. De todas las ciudades del Asia Menor solamente existe Esmirna con el nombre de Izmir en Turquía.
Esmirna en griego quiere decir, Mirra «sufrimiento».
Mirra: Era un árbol espinoso, que producía una goma o resina, de la cual sacaban perfume.
De su tallo hacían una aromática bebible para mitigar el dolor; de ese árbol también sacaban una especie de formol que lo usaban para embalsamar a los cadáveres.
Esta ciudad aunque pequeña se hizo muy importante, porque el imperio en turno, la estableció como vitrina comercial y por ello, se construyó un puerto costero en el mar Egeo.
Los eruditos creen que la ciudad creció hasta formarse a una población con gran número de personas en la época apostólica.
Esmirna, como la mayoría de las ciudades de Asia y del mar Egeo, también perteneció como provincia romana.
Al pasar de los años fue decayendo su estructura financiera por causa de las guerras civiles que acosaban a la corona imperial, con todas las provincias del Asia peninsular en especialidad a Pérgamo.
En la actualidad, Esmirna es la tercera ciudad más grande de Turquía y es conocida con el sobrenombre de “Izmir occidental” se caracteriza por ser la “la perla del Egeo”.
Es cumplidamente considerada como la ciudad más occidentalizada de Turquía en términos de valores, ideología, estilo de vida y la igualdad de los sexos.
La Esmirna moderna también incluye antiguas ciudades de renombre mundial como Éfeso, Pérgamo y Sardes, que son visitadas por cientos de miles de turistas al año.
Posee una línea de metro moderna que recorre la ciudad en direcciones del sudoeste y nordeste; posee un aeropuerto internacional que acoge la ingente llegada de turistas cada año y actualmente en ella se encuentra el emplazamiento del cuartel general al mando de la Otan.
Según el libro del Apocalipsis, Esmirna, es la segunda iglesia mencionada en esta provincia.
La historia indica que en esta ciudad falleció el pastor de la iglesia, “Policarpo”; quien murió torturado por los crueles verdugos que le incitaban a gritos: “Policarpo, maldice a tu Cristo y te ponemos en libertad”.
Él respondía: “Tengo 86 años de estar sirviéndole y ningún daño he recibido de él ¿Cómo puedo maldecir a mi rey?” como resultado de su confesión fue quemado en una hoguera.
Se supone que fue a quien el apóstol Juan le escribe como el ángel de la iglesia.
En el tiempo de Juan, la iglesia de Esmirna estaba atropellada por espíritus de pobreza, blasfemia, tribulación y padecimiento, y lo que observamos en esta carta, es que el Señor le da las herramientas apropiadas para vencer todas estas circunstancias: “No temas”.
En otras palabras: Quiten de ustedes el temor y de lo que puedan padecer, permanezcan fieles hasta la muerte.
A esta iglesia el Señor se le aparece como el primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió; con esta aparición, Jesús, les estaba diciendo en el lenguaje figurado, no le tengan miedo a la muerte porque yo la vencí.
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Pérgamo
Según el mapa que viene en la portada de la Biblia observo, que esta antigua ciudad se hallaba situada en el noroeste de Asia Menor a 30 km de la costa del mar Egeo y frente a la isla de Lesbos, en la región llamada Misia.
Sus ruinas rodean a la actual ciudad de Bergama, construida sobre la parte más bajas de los límites con Pérgamo. En esta ciudad apareció el arte de la jardinería. Sus reyes fueron grandes coleccionistas de arte y con buenas industrias.
Las historias complementadas que hablan de estas provincias, expresan que la ciudad de Pérgamo fue organizada por Pérgamos, hijo de Neoptómelo y Andrómaca, todos ellos eran protagonistas de la guerra de Troya.
En el año 560 a. C. Esta ciudad pertenecía al rey de Lidia Creso y algún tiempo después pasó a depender de Ciro II de Persia.
Sin embargo, otras informaciones manifiestan que cuando Alejandro Magno venció a Darío III, rey de los persas y dominó toda el Asia Menor, puso como regente de Pérgamo a Barsine, la esposa de un comandante persa, el cual, había fallecido.
A partir de tales acontecimientos, se considera el comienzo de esta gran ciudad, la cual llegó a ser igual que una ciudadela situada en la parte más alta, donde el general Lisímaco de Tracia, almacenaba sus fortunas, además, se cree que atesoró una gran riqueza, al cuidado de sus subalternos en ejercicio.
Otro comentarista glosa, que ésta, era una metrópoli griega perteneciente a Misia, situada en el N.O del Asia Menor. Estaba a 70 Km al norte de Esmirna.
Era una ciudad grande y próspera. Capital del reino homónimo, creado en 283-282 por Filetero, quien fundó la dinastía Atálica.
Su época de su florecimiento corresponde al siglo II A. C. Después de las victorias contra los Gálatas y sobre todo tras la alianza de Eumenes III con Roma para luchar contra los Seléucidas.
Atalo III, a su muerte entregó el reino a los romanos, mientras la ciudad se convertía en capital de la provincia de Asia. Fue el centro cultural helenístico, sede de un distrito en el siglo IV.
Muchos historiadores clasifican a Pérgamo como una ciudad de carácter internacional de encuentros culturales; también como centro pagano de deidades antiguas, según se encontraba la silla de Zeús.
Los ensayistas glosan, que durante el periodo de la conversión al cristianismo, la doctrina del evangelio destruía las creencias y las prácticas de las creencias paganas.
Esta ciudad también llegó a tener una de las siete iglesias de Asia. Además, se distinguió por ser muy importante, llegando a obtener ciertos centros artísticos y literarios.
La ciudad tenía un pináculo en forma de una especie de plataforma, era distintivo por su inclinación hacia el oeste y bajaba hacia el sur a modo de terrazas, cada una de las cuales presenta su independencia funcional de la obra arquitectónica.
Los ciudadanos se esmeraban por ser cada día más consagrados a su divinidad Atenea, extraída de las ciudades griegas.
Al norte de la ciudad estaba el palacio real, rodeado de un cuartel militar; al sur se alzaba ver el gran altar de Zeus, dominando a su vez el “ágora”.
La fortaleza estaba construida en la parte más alta, a 335 metros sobre el nivel del mar, dominando todo el valle con las laderas del río “Selinus”.
Pérgamo se hizo famosa por su inmensa biblioteca que podría competir con la de Alejandría en Egipto. Contenía doscientos mil pergaminos para satisfacer el ambiente cultural de la época; además se hizo célebre y muy distinguida del Asia Menor por tres cosas:
Por la industria de pergaminos que sustituyó al papiro.
Por los monumentos religiosos al dios mitológico “Zeus Soter”; de igual forma, el de Esculapio titulado “el ídolo de la medicina” que su emblema es el de la serpiente en un asta.
Finalmente por la escuela llamada la escuela de “Esculapio”, donde por medio de artes mágicos aprendían a hacer curaciones, de allí fue egresado el famoso médico curandero “Galeno”.
Según la etimología el término Pérgamo procede de dos raíces griegas a saber: El prefijo “per” que quiere decir unidad, doble o mixto. Otro prefijo que ocupa el lugar de sufijo “gamos” – matrimonio.
Entonces Pérgamo significa “matrimonio mixto”. El mensaje a esta iglesia denota este problema con los términos.
“Retienes la doctrina de Balaam”; Balaam fue uno quien enseñó el amor mixto a Israel El amor entre creyentes e inconversos Números 31:16; 25:1-9) y “Retienes la doctrina de los Nicolaítas”. Apocalipsis 2:6.
A este agrupo de cristianos el Señor se le presenta con la espada aguda de dos filos porque habían dejado filtrar las doctrinas de Balaam y la de los Nicolaítas. Recordemos que Baalan fue asesinado con la espada de los israelitas más tarde.
Las siete iglesias del Asia
En estas cartas apocalípticas notamos que a cada una, Dios le da la oportunidad del arrepentimiento V. 16. Y en esta lección hay que tener cuidado con los Balaanitas y Nicolaítas. ¿Cuáles serán para nosotros en este tiempo?
En el tiempo del apóstol San Juan, era la tercera ciudad, según se cree era muy visitada por los nigromantes, magos o encantadoras; ya que a San Juan, se le informó que en esta ciudad, estaba el trono de Satanás; sin embargo, allí se había cristianizado una comunidad conocida como la “iglesia de Pérgamo”.
Con esta aparición de la espada aguda de dos filos, el Señor les estaba diciendo a los creyentes de esta localidad, que al diablo, las falsas doctrinas y la unión mixta de creyentes e inconversos, hay que combatirlas con la palabra de Dios, que es la espada del Espíritu.
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Tiatira
Tiatira era una antigua población de lidia, la cual quedaba en la parte norte, cerca del río Lico; esta ciudad continuó siendo una de las más pequeñas helenísticas del Asia Menor occidental.
Aunque llegó a ser el centro comercial del valle, nunca fue una metrópoli como Éfeso, Esmirna o Pérgamo.
En el Apocalipsis es mencionada como una de las sietes iglesias del Asia. Su ideología mitológica se inclinaba al dios sol.
Tiatira pertenecía al cuarto lugar por su engrandecido templo dedicado a Artemis, otro nombre de “Diana”.
También se destaca una ciudad muy idólatra, por ser el centro de muchos dioses paganos, tanto, que sus habitantes le brindaban alimentos, sacrificios de animales y festividades. El nombre “Tiatira” significa actividad sacrificial, convertían la actividad en sacrificio.
En la parte geográfica se localizaba a 65 Km al sur de Pérgamo. Era una ciudad célebre por su comercio, tenían fábricas de hilo, de lana finísima para la exportación.
Algunos intérpretes y exégetas religiosos apostillan que, esta iglesia figura: el “tiempo representativo del período medieval”.
Lidia, era una mujer adinerada, comerciante, vendedora de púrpura en la ciudad de Filipo, ella era oriunda de la ciudad de Tiatira, según los actos de los apóstoles, Lidia, fue una de las primeras creyentes de San Pablo en Filipos, conocida como «vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira» Hechos 16: 14.
Se supone, que ella fue el canal que Dios usó para que llegara el evangelio al Asia Menor, especialmente a su ciudad natal.
Se define que este antiguo lugar era un centro bien organizado con varios gremios disciplinados y destacados en artesanías y tintores.
Los tintoreros habían aprendido a hacer tintura de púrpura con raíz de rubia, y también con figuras de crustáceos; gozaban del privilegio de ser grades imitadores de otros productos de púrpura del mundo antiguo.
Es lógico creer que esta ciudad tuviese representantes en varios países comerciales, teóricamente, Lidia podía ser uno de ellos.
Existen varias creencias apócrifas, que en la antigua Tiatira, supuestamente, había un templo dedicado a una deidad llamada “Sambate”, imagen representante de Diana donde se destacaban nereidas profetizantes, instructoras, consejeras a los feligreses de esas deidades.
Imaginariamente, se puede pensar que esa mujer “Jezabel” podía ser una de esas nereidas fanáticas, abominable seguidora y presagia de estas deidades.
Quien a su vez, podía tener capacidad de dirigir a las nereidas y a los demás seguidores de estas representaciones ideológicas, con sus desenfrenados placeres exotéricos en forma ambigua y privativa.
Al llegar la predicación del evangelio, supuestamente, esta señora había ingresado al cristianismo; pero sin pasar por el arrepentimiento, por la conversión, ni por la enseñanza del evangelio.
Sin embargo, quería traer esas prácticas paganas a la iglesia, tal como lo hizo en el tiempo del rey Acab en Israel con las abominaciones de los cultos de Astarté, Astoret. De los baales 1 Reyes 16.
En el libro del Apocalipsis, el Señor le había dado suficiente tiempo para que se arrepintiera, pero no quería arrepentirse de su vieja vida y costumbres abominables. Apocalipsis 2:20.
El Señor le dictamina la sentencia a esta supuesta creyente: La reduciría a cama, y la llevaría a la muerte, a ella y los que con ella fornicaban; porque les había dado tiempo para que se arrepintieran y no quisieron arrepentirse.
Esta puede ser una razón, por la cual, el Señor se le presenta a esta iglesia como el que tiene ojos como de llama de fuego.
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Es decir, el que «todo lo ve» y sus pies semejantes al bronce bruñido con esto indica, que está presto para hacerle juicio a “Jezabel” a sus hijos, a los que cohabitan y a los que se “portan como ella”.
“Ojos como llama de fuego”, significa: Una mirada que penetra hacia lo interior, por su visualidad descubre todo, quien a su vez, lo lleva a la luz del conocimiento epistemológico de la sapiencia del Señor.
El filósofo Platón, llegó a considerar que para gozar de una mirada perfecta, se necesitaba que el mirador tuviese una luz emanada de sí mismo, que penetra al interior del interlocutor.
San Agustín de Hipona, confirmó esta idea que más tarde sería llamada infracción de la psicología.
Sus pies semejantes al bronce bruñido. El bronce bruñido es tipo de fortaleza y juicio. Equivale a estar listo para hacer juicio; listo para pisotear como el alfarero. Isaías 63:3; Salmos 2:9.
Otra interpretación suministrada con la manifestación del Señor a estos hermanos: «Con los ojos como llama de fuego y con los pies como el bronce bruñido».
Les está diciendo al ángel, o sea, al pastor de esta congregación, “Hay que tener los ojos abiertos para vigilar la fornicación que es un individuo procedente del mundo exotérico, que constantemente quiere visitar a la iglesia, y el ministro debe estar listo para enfrentar, resistir y darle muerte a Jezabel, con la espada del Espíritu que es la palabra de Dios”.
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Sardis
Fue una antigua ciudad de Asia Menor fundada por el rey lidio Gyges. Aproximadamente en los Años 680-644 A. C.
Esta ciudad circuló como capital del antiguo reino de Lidia, en el valle medio del río Gediz, que desemboca en el mar Egeo.
Sardis tuvo mucho auge en la historia debido a las diferentes dinastías hasta que llegaron los persas por Ciro el grande, los cuales le dieron el nombre de Sardes; donde, comenzaba el camino real que conducía a la capital persa que es la ciudad de Susa.
Sardis, fue incinerada por los atenienses en el 499 a. C. Luego pasó a ser ciudad romana convirtiéndose en una de las principales de la provincia del Asia en 129 a. C. Más tarde fue destruida por un terremoto y durante el reinado de Tiberio fue reconstruida.
Luego se convirtió en una de las más ricas, famosas y poderosas del mundo peninsular: por el templo de Artemisa que a su fondo iluminaba su famoso altar.
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Además se construyó una torre de mármol de la época de Antíoco Epífanes, glosada por las ciudades vecinas como una obra gigantesca, monumental y formidable.
Sardis también aparece como una de las siete iglesias de Asia Menor. Su interior se observa muy azotado por un espíritu de apariencia frívolo, es decir, creencias superficiales extraídas del paganismo; de allí, se denota los términos: “tienes nombre de que vives y estás muerto”.
Sin embargo, un pequeño grupo habían permanecido fiel en la instrucciones suministradas por el evangelio.
Por ello, el Señor se les presenta como el que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas; y con una exhortación mostrándoles su situación espiritual de «que viven y están muertos», es decir, tenía gran popularidad; sin embargo, estaban totalmente deshechos e impotente.
El Señor le da la fórmula para vencer la apariencia, la cual es: “acuérdate, pues, lo que has recibido y oído, guárdalo y arrepiéntete”, eso quiere decir, que la enseñanza hay que oírla, hay que recibiría; en ella hay que perseverar y retenerla, de otra manera creísteis en vano. 1 Corintios 15:1-2.
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Filadelfia
Fue fundada en el año 189 a. C. por el rey Eumenes II de Pérgamo, quien le dio el nombre a la ciudad por amor a su hermano, que se convertiría en su sucesor más tarde.
Filadelfia significa literalmente: “Afecto fraternal» o «amor a su hermano», el libro del Apocalipsis narra que esta iglesia hacia parte de las siete iglesias de Asia Menor, siendo ésta, alabada por el Señor Jesucristo, sin reprensiones ni reproche porque sus obras eran perfectas.
La ciudad estaba ubicada a una intensidad de terreno predicho a grandes temblores de tierra. La cual está localizada aproximadamente a 100 millas al este de Esmirna y a 26 millas al suroeste de Sardes, en el río Cogamis.
Tenía las fortificaciones sobre el triple montículo de la ciudad, el cual, era codiciable por ser la cabecera de aquel valle fértil; de allí que fuese seleccionada para el ejercicio misionero ya que tenía una puerta abierta para el Señor. Apocalipsis 3:8.
Sin embargo, en esta ciudad le habían construido un oratorio o sinagoga a Satanás; y sus miembros querían prevalecer contra la iglesia del Señor; pero éste, la socorre con una fortísima promesa, «He aquí yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no son, y haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado».
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El Señor le añade otras promesas a esta iglesia: «por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré de la hora de la prueba de que ha de venir».
El obispo Domingo Zúñiga, padre, glosaba figurativamente, que se hablaba de “la gran tribulación”.
Esta comunidad cristiana se caracterizaba por su humildad y por su fidelidad al evangelio
El Señor se le presentó a esta iglesia como el Santo, el verdadero, el que tiene las llaves de David, es decir el que tiene toda autoridad y cuando él abre ninguno cierra y cuando cierra ninguno abre. En esta comunidad, le estaba debatiendo una inmensa debilidad. Apocalipsis 3:8.
La promesa: «Al que venciere yo le haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí». Apocalipsis 3:12.
Laodicea
Esta ciudad quedaba a 65 Km del sudeste de Filadelfia, junto al afluente del Licus; fue fundada por Antioco II, quien le puso el nombre de su esposa, que significa: «Juicios o dominios de los pueblos» ella le recompensó más tarde envenenándole.
Esta ciudad era muy célebre, porque primero había sido la cuidad de Zeus.
Algunos historiadores comentan que Laodicea era una ciudad que pertenecía al antiguo gobierno de los “Seléucidas”, fundada entre los años 261 al 245 a. C. por el rey Antíoco II Teos y designada en decoro de su esposa Laodice.
Esta ciudad fue una floreciente urbe beneficiosa debido a sus fructuosas operaciones bancarias y numerosas transacciones comerciales, para toda el Asia, Macedonia entre otras; parte de su opulencia derivaba de todos estos mercadeos.
Había una floreciente industria de tejidos, textiles con pelusa en lana y de algodón absorbente con propósito de exportación.
Además, era famosa por sus prendas de vestir de alta calidad hechas de excelente lana negra, procedente de sus apriscos nativos de aquellos parajes; tenía centros comerciales para difundir sus productos a las regiones circunvecinas.
En los primeros tiempos del cristianismo, albergó una importante comunidad de creyentes.
Esta comunidad de cristianos hacían parte de las siete congregaciones del “Asia Menor” y a su vez, considerada por el Señor Jesucristo, como la iglesia apática, trivial por su tibieza; pero rica, apetitosa por su intelectualidad y su patrimonio financiero.
Hoy día las ruinas de la ciudad, aún se conservan.
Existe la idea histórica, que era la sede de una prestigiosa universidad de medicina, sobre todo especializada por oculistas.
Donde tenía un foco laboratorial para elaborar colirios y medicamentos líquidos Oftalmológicos que demandaba su acogida para toda Asia Y Europa.
Esta condición de opulencia, indumentaria y científica, afectó el estado espiritual de los creyentes, hasta llevarlos a un extremo jactancioso y vanidoso, que pensaban que lo tenían todo y no tenían necesidad de nada.
Por la confianza a las riquezas, a los vestuarios y a los fármacos, habían quitado su firmeza, su fidelidad del Señor, hasta el punto de llegar a la vista de Dios como una comunidad desventurada, miserable, ciega y desnuda.
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Su asimilaciones de cristianos los hacia como una comunidad escéptica, es decir, que no era fría ni caliente, sino “tibia”, la cual le producía nauseas al Señor; y además de ello, lo tenían a la puerta.
Eso indica que el verdadero oro refinado no lo tenían, ya que su verdadero simbolismo es: la fe en el señor Jesús.
Aunque tenían las mejores fábricas de lino fino, no tenía la verdadera vestidura, que es símbolo de la justicia divina, dada en el calvario.
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Tampoco tenían el verdadero colirio, símbolo de la unción del Espíritu Santo porque lo habían perdido.
Por esta razón el Señor se le presenta como el amén, el testigo fiel y verdadero. “Amén» dicha palabra viene del vocablo hebreo «aman» que significa sustentar, dar firmeza y seguridad.
Él reprende la tibieza porque le da nauseas, vómito. Por lo tanto la exhorta a que dejen la apariencia, busquen la realidad y se arrepientan para tener acceso a una promesa:
«Comeré con ella y ella conmigo. Al que venciere le haré que se siente conmigo en mi trono» Apocalipsis 3:20-21.
Las siete iglesias del Asia
Conclusión
Ha sido muy placentero haber podido desglosar este tema de Las siete iglesias del Asia y agrupar estos comentarios para ponerlos a disposición de los educandos del mundo contemporáneo, tanto seculares como prelados y para todos los interesados que tratan de socavar en el establo del conocimiento.
Hay que anotar que estas correspondencias van dirigidas a las comunidades del Asía Menor.
Las congregaciones como: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo y Tiatira, mencionadas en los capítulos dos y tres del Apocalipsis, comienzan con los términos “yo sé tus obras”.
Cada una de estas cartas contienen promesas: “al que venciere” y a su vez, cada una termina con una reflexión, “el que tiene oído oiga la que el espíritu dice a las iglesias”.
Cada una de estas expresiones corresponden de acuerdo a cada caso conocido en las iglesias y así mismo viene la naturaleza del mensaje lógico, extraído de la imagen o del simbolismo perpetrado del capítulo uno que es la manifestación del Señor Jesucristo después que ascendió a los cielos.
Estas sietes cartas, contienen mensajes de amonestaciones, rodeadas de promesas, pero si se arrepienten otras contienen las dos cosas.
En todas ellas se conocen en su orden como distinguidas, eclesial, civil y geográfico. Su secuencia regional pertenece al sistema geomorfológico, por las vías rudimentarias del imperio.
Por ejemplo: para entrar al Asía peninsular tenía que pasar por Éfeso, cuyo pase la constituía como la “ventana del Asia” o la metrópolis, llamada: “la luz de Asia”.
Esta importante ciudad quedaba más cerca de Patmos, donde San Juan recibió órdenes para escribir las siete epístolas.
Además, pareciera ser la ciudad más asociada con Juan porque allí vivió muchos años.
Si le dedicáramos un análisis a estas ciudades hallaríamos que en las demás congregaciones, como Esmirna y Filadelfia, no se observan exhortaciones ni amonestaciones, sino más bien alabanzas; Sardis y Laodicea reciben exclusivamente censuras.
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Todas estas ciudades de la antigüedad especialmente en esta península, muchas de ellas fueron desmanteladas perdiendo sus prestigios adquiridos durante varios siglos; lógicamente, que en otras épocas florecieron tanto en cultura, comercio y economía.
Se dice que hasta “Alejandro Magno”, construyó una nueva ciudadela que luego pasó bajo el dominio de su más allegado y excelente general. Dentro de ellas: Éfeso se hizo muy famosa por el templo de Diana.
Llegó a poseer una de las siete maravillas del mundo. San Pablo por tres años trabajó allí. San Juan, supuestamente en su vejez vivió mucho tiempo y la convirtió en un centro de sus actividades para toda la jurisdicción.
Muchas de estas ciudades se hicieron muy importantes por sus centros artísticos.
Por ejemplo: Pérgamo fue dividida en tres partes: “La acrópolis, la ciudad media y la ciudad baja”, contaba con monumentos de gran importancia. La escuela escultórica de Pérgamo fue una de las más influyentes del mundo helenístico.
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La geología comenta, que las excavaciones llevadas a cabo en 1878 se descubrieron gran cantidad de monumentos:
- El templo de Trajano
- El palacio real antiguo y el moderno
- La basílica y el templo de Atenea
- El templo de Dionisio
- El mercado vecino
- El teatro y el monumental sagrario, el cual se haya reconstruido en el museo de Berlín, en honor a Zeus.
En el extremo de la ladera se encontró una larga vía que conducía a la acrópolis, un gran nacimiento que formaba una gran fuente, un gimnasio de la época real, muchos sedimentos de los cuales formaban casas con diferentes reparticiones.
Esperamos que este tema «Las siete iglesias del Asia», haya sido provechosa y de bendición para tu vida.
Copyright y engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com
Por: York Antony Shalom