La propiciación
La propiciación tiene sus bases en la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
¿Qué es la propiciación?
En la primera de san Juan. 1 Juan 2:2 explica que, «Jesucristo es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo».
Se considera entre el mundo latino, que la palabra «propiciación» procede del latín «prope» que significa «cerca» o «aproximar».
La inmolación de la propiciación hecha por el Señor Jesucristo, aproxima al ser humano a Dios; le aleja su culpa hasta el punto de desterrarles sus pecados y certificarle la bienaventuranza del favor de la gracia de Dios.
Alguien interpretó, que la propiciación indica que se ha efectuado una provisión para todo el mundo, para que nadie quede en las afueras del plan divino, o sea, excluidos de las esferas de la misericordia de Dios.
Sin embargo, la eficacia de la propiciación se hace real para aquellos que la creen y la «acepten” ya que propiciar involucra quitar la ira por medio de una ofrenda sacrificada y así, el hombre pueda acercarse a su creador.
La palabra “propiciar” en su forma clásica fue usada por la mitología griega que, por medio de un sacrificio se podía apaciguar la ira a los dioses paganos; por una inmolación brindada, se podía adquirir el favor hacia el adorador.
La oblación se ofrecía por los adoradores paganos, para supuestamente sobornar la ira del dios airado, y comprar su amor.
Textos afines:
- 1 Juan 2:2
- Isaías 38:17
- San Lucas 18:13
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Según la teología Juanina, en el Nuevo Testamento “propiciar” fue el sacrificio expiatorio del señor Jesucristo.
El cual San Juan hace mención, para referirse al hecho de que el hombre obtenga la liberación de los pecados y el derrumbamiento de la pared intermedia de separación, la cual, estaba entre el hombre pecador y el Dios Santo.
La “propiciación” en el área teológica expresada en el latín, quiere decir, que el sacrificio del señor Jesucristo aplaca la ira justa del Dios santo hacia el hombre pecador, por esta razón Cristo, es descrito como tal propiciación.
Según: lo apostilla San Pablo a la carta a los romanos en:
- Romanos 3:25
- San Juan en 1 Juan 2:2
Los milagros hechos en el momento que Jesús estaba en la cruz testifican que el hombre quedó totalmente propiciado y libre de culpas:
San Mateo 27:51, la cortina del templo se rasgó, para manifestar que los misterios de la ley estaban al descubierto; se abrieron los sepulcros, para hacer ver que por su muerte iba a dar vida a los muertos.
La tierra tembló y se partieron las rocas, para probar que los corazones de los hombres, que son duros como las piedras, serían ablandados par su Pasión y que todo el mundo mejoraría por virtud de los sufrimientos de Cristo.
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Este sacrificio de Cristo, es precisamente, la propiciación, ya que ella contiene las herramientas para retener la potencia dominadora del diablo, del mundo y del pecado; quedando el hombre libre y con el camino abierto para «acercarse» a Dios.
De allí todo individuo que acepta el sacrificio de Jesús llevado a cabo en la cruz del calvario y se identifica con el bautismo en aguas en «el nombre de Jesús». Se hace propietario de esta preciosa doctrina de la propiciación.
En la historia vemos que el pecado ha alejado al hombre de Dios; pero Cristo con su sacrificio expiatorio ha tratado con el pecado de tal manera que el hombre puede «acercarse» a Dios, sin dificultad alguna.
Los lingüísticos han considerado que la palabra griega traducida como «propiciación» en Romanos 3:25 es la misma que en el hebreo significa sacrificio “expiatorio”.
La inclinación bíblica, es que el pecado del hombre merece la ira de Dios.
Esta ira cayó en el cuerpo de Jesús por medio del sacrificio expiatorio en la cruz. A partir de este punto de vista, la obra de salvación en el hombre, fue hecha por Cristo y se llama adecuadamente: “propiciación”.
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Entre el mundo religioso se ha comentado, que hay un día predestinado, donde Dios juzgara a la humanidad por sus pecados, la escatología señala que Jehová cargó en él, el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:6; eso quiere decir, que por medio del sacrificio de Jesús en el calvario, todos nuestros pecados han sido ya juzgados y San Juan dice que no solamente los nuestros sino los de todo el mundo. 1 Juan 2:2.
Alguien ha comentado: si no aceptamos que nuestros pecados han sido juzgados en el sacrificio de Cristo, pues, serán juzgados en el juicio del gran trono blanco.
- Apocalipsis 20:11-15
- San Mateo 26:28; 20:28
La propiciación tiene un poder magnético que, alcanza los términos más distantes de los cosmos y llega hasta donde el pecado tiene su habitación. San Pablo apostilló que, cuando el pecado abundó predominó la gracia.
Si consultamos con estos hermosos textos.
- Isaías 53:12
- Hebreos 9:28
- 1 Juan 2:2
- Isaías 38:17
Nos vislumbrarían más nuestro estado personal y nos inclinaríamos a su búsqueda permanente.
Estimado educando, pretendo con estas líneas decirte, que: por la muerte de Cristo, el poder de Satanás y del pecado, ha sido abolido y revocado, quedó sin efecto.
El hombre ya no necesita ser un esclavo del pecado, porque el sufrimiento de Jesús trae a los necesitados la remisión de los pecados.
Un especialista expresó:
Ahora no mostrare más mi tesis de ¿Qué haré con mis pecados? Más bien le pongo nuevo título ¿Qué haré con Jesús el que me favoreció con su sacrificio? por que Cristo en el calvario «Anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz».
- Colosenses 2:14
- San Juan 12:31-32
- Romanos 3:25-26
- Hebreos 9:26
Sabes que la realidad del evangelio es que Dios no juzgará a los hombres por los pecados cometidos, 1 San Juan 2:2, sino, por haber despreciado la muerte de Jesús en el calvario, San Marcos 16:15. San Juan 3:19.
Cuando se presenta el doloroso sacrificio de Jesús en vídeos, teatro, etc. Queremos culpabilizar a los crueles verdugos que actuaron en la flagelación del Señor, empero si lográramos ver el rostro de Dios en ese instante momento, lo veríamos satisfecho, por motivo del pago de la deuda que se estaba llevando a cabo por el pecado.
La deuda fue pagada por completo; la ira de Dios fue apartada del hombre, y caída en el hijo de Dios y por su misericordia más bien quedamos con un paz y salvo y muy cerca de él.
EL Dr. W. A. Criswell, glosa que: “La propiciación es la obra de Cristo en la cruz, en la cual, él cumplió las demandas del Dios justo contra el pecado, satisfaciendo así, los requisitos de la justicia suya, y cancelando la culpa del hombre” quedando en él una satisfacción perfecta.
Cuando leemos todos estos textos que siguen, nos hacen que le brindemos más pleitesía y reverencias al alto y sublime Dios, por su profundo amor hacia nosotros.
1. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
2. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
3. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).
4. Romanos 3:25, “A quien Dios puso como propiciación”.
5. 1 Juan 4:10 dice así: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amo a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.
El amor de Dios es tan extenso por los impenitentes que fue expresado por la escatología, que Cristo sería entregado a sufrimientos y muerte “por el determinado consejo, y anticipado conocimiento de Dios” Hechos 2:23.
Es por ello, que “Con todo eso, Jehová quiso “quebrantarlo” sujetándole a “padecimiento”. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado…” Isaías 53:10.
Vea también: Qué es la expiación y sus características
La traducción literal de Edward J. Young, Publishing 1972, tomo 3, comenta lo siguiente:
La palabra traducida “quebrantarlo” En Isaías 53:10, para este teólogo, significa: ser “triturado” “Jehová quiso triturarlo». Pese a la inocencia de Cristo, Jehová tuvo placer en quebrantarlo y triturarlo.
Su muerte no estuvo en manos de hombres malvados sino que en manos de Dios.
Lógico, esto no quitaba la responsabilidad de aquellos verdugos que le dieron muerte, sino que ellos no tuvieron control de la situación.
Y el Señor les permitió hacer hasta consumar lo que hicieron. Todo esto lo hizo Dios para aplacar su ira contra el pecador, y hacer posible la salvación para el hombre en todos los tiempos.
Hay que observar el quebranto que habló el profeta Isaías, tocante a Cristo, el cual, principió en el huerto de Getsemaní y finalizó en el calvario.
Si hablamos del huerto de Getsemaní encontramos los primeros quebrantos:
- Sus discípulos se les durmieron.
- Su sudor era como grandes gotas de sangre.
- Su vida estaba muy triste hasta la muerte.
- Oraba muy intensamente, por una causa. “Padre pasa de mí esta copa”.
- El diablo le quebrantaba y, se le oponía, que no fuera a la cruz, porque él sabía que Jehová cargaría en sus hombros el pecado de todos los humanos.
- La escatología dice que el pastor iba hacer herido en el Huerto de Getsemaní, San Mateo 26:31; Marcos 14:27; de esta manera Isaías lo vio en pleno quebranto.
- En el huerto del Getsemaní había una máquina para triturar aceitunas, y sacar el aceite; En cuya máquina, mi Jesús fue triturado, y salió de él amor, para salir rumbo para ser arrestado, azotado, flagelado y crucificado.
Vea también: El resultado de los quebrantos de Jesús
Ocupando nuestro lugar, para traernos la propiciación, que mucho tiempo la anhelábamos.
Jesús sufrió voluntariamente el quebranto, el dolor, los azotes y la crucifixión; padeciendo voluntariamente por nuestros pecados, ya que él expresó: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” Juan 6:38.
Sin embargo, todo esto no lo hizo retroceder, porque mi señor se sostenía con las miradas puestas en las glorias que vendrían después de todo este quebranto. Isaías 53:11.
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Siguiendo este estudio bíblico de “La propiciación».
Cuando se habla de doctrinas Bíblicas son comparadas como los peldaños de una escalera, la cual, se apoya en la parte inferior en tierra y se eleva a la parte superior del otro extremo.
Si el trepador, no principia a subir desde la primera grada, y si no continúa peldaño a peldaño nunca puede llegar al final de la misma.
De igual manera, esto se asocia al ejemplo de las doctrinas del evangelio, cuyo base se fundamenta en el sacrificio del Señor Jesucristo en el calvario, y pasa por la muerte engrandeciéndose hacia la resurrección que, es el sello de la esperanza viva del cristiano y del ejercicio prometido, según la observación del apóstol San Pedro. 1 Pedro 1:3,4.
Si hablamos del cimiento con que se fundamentó la iglesia primitiva, nacida en el día de pentecostés; su base fundamental fue la doctrina.
Cuando los acudientes de Jerusalén se hicieron presentes en el aposento alto por motivo del estruendo percibido, después de la exposición del apóstol san Pedro, la gente contristada pronunciaban: varones hermanos ¿qué haremos? La repuesta fue oportuna y doctrinaria:
- La doctrina del arrepentimiento.
- La doctrina del bautismo en el nombre de Jesús. Que conlleva a la doctrina del perdón.
- La doctrina de recibir el Espíritu Santo. Hechos 2:38.
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Si miramos todas las epístolas del Nuevo testamento, tienen como fundamento todas las doctrinas por ejemplo, Efesios 2:8 porque por “gracias” sois “salvos” por medio de la “fe”; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
Solo en este versículo encontramos las doctrinas de la “gracia”, de la “salvación” y de la “fe”. Estas tres doctrinas se compaginan para llevar a cabo una obra en el individuo.
Si observamos la carta a los romanos encontraremos las doctrina del pecado:
- De la justificación de la redención.
- De la santificación de la adopción.
Vea también: Qué es La Redención y su importancia
Y en todas las demás epístolas se encuentran más de cincuenta doctrinas y todas ellas son las bases fundamental de cada epístola.
Por ejemplo:
- San Pedro hace énfasis en la santidad.
- 1 Pedro 1:2, 16; de la redención.
- 1 Pedro 1:18,19. Y así, sucesivamente.
Todas estas doctrinas parten de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús y algunas de ellas se compaginan para perfeccionar una obra en el individuo.
Si apelamos a la historia, nos daremos cuenta que todas las culturas del tiempo de Jesús se dieron cuenta de su muerte, las cuales fueron testigos también de su resurrección y para ellas el Señor Jesús les envió que se les predicara su evangelio.
San Marcos 16:15. De allí que San Pedro en el día de pentecostés les predicó al mundo Israelitas, tanto a los de Jerusalén como a los esparcidos del mundo conocido.
Luego, Felipe se trasladó al desierto a encontrarse con el etíope de Candase (que pertenecía al(África) rápidamente se desplazo para Samaria a los samaritanos; y san Pedro para Jope, a tener un encuentro con los gentiles en la casa de Cornelio un centurión.
Y a todas estas personas aunque tuvieran diferentes culturas, se les aplicó la misma fórmula doctrinal, la cual, no ha cambiado en la historia ni cambiará y, de allí, nosotros que hemos alcanzado la postrimería de los tiempos nos daremos cuenta si estamos en el fundamento primitivo o no.
Si le damos un vistazo a la teología, nos vamos a encontrar con una rama llamase Cristología, en ella veremos ampliamente la manifestación de Dios en Cristo, que el profeta lo “llamó Dios con nosotros” el cual se destacó en sus acciones, en sus enseñanzas o doctrinas, que se conciertan en la mente y corazón del oyente y lo hacen titubear de sus intuiciones ideales.
Vea también: Dios manifestado en carne
Estos mensajes pronunciados por el Señor, son palabras de ciencia y de poder que cambian al individuo; los cuales, fueron plasmadas en una biblioteca llamada la “Biblia” y revisadas por el Canon, como libro sagrado.
Por ello: S. Tomás de Aquino, I Metaphys. Glosa que, la doctrina sagrada no es sabiduría humana, sino revelación e inspiración divina.
Querido lector, estas glorias somos nosotros, cuando lo reconocemos como nuestro salvador, y por ello, san Pablo glosaba: Cristo en vosotros es la esperanza de gloria.
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Copyright y engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com
Por: York Antony Shalom