Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús

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Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús

Todas las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús, sabemos que la muerte del Señor Jesucristo colgado en un madero en el lugar del Gólgota, ha sido el hecho más transcendental que ha percibido la historia.

Precisamente, para la indemnización del género humano, con el propósito de que la justicia perfecta de Dios lo alcanzara para salvación.

Comenta la enciclopedia libre que, Dios pudo haber mandado al infierno a todos los hombres que hubieran pecado; pero, por el mucho amor con que nos amó, no hizo tal cosa, sino que, al contrario, quiso hacerse hombre para redimirnos.

Y aunque hubiera bastado para esto una sola lágrima de sus ojos o una palabra de sus labios quisieron sufrir tormentos tan espantosos y muerte tan cruel, para que veamos el valor que tienen nuestras almas, y tengamos pendiente el castigo que merece el pecado.

Sin embargo, este hecho nos sirve para darnos prueba de su amor, y para que abnegadamente le sirvamos aunque también pasemos por trabajos y penalidades, de allí, que todas las enseñanzas del evangelio tienen su lugar de acopio, inexcusablemente en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

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La cristología apostilla que, todas las enseñanzas o doctrinas giran alrededor de este sacrificio, y son comparadas como los peldaños de una escalera, la cual, se apoya en la parte inferior en la tierra y se eleva a la parte superior del otro extremo; si el escalador, no principia a subir peldaño a peldaño nunca se puede llegar al final de la misma.

De igual manera, esto se asocia al ejemplo de «las doctrinas del evangelio» cuyo fundamento se afianza en el sacrificio del Señor Jesucristo en el calvario, y pasa por la muerte elevándose hacia la resurrección que, es el sello de la esperanza viva del cristiano y del ejercicio prometido 1 Pedro 1:3-4.

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Recuerda que el texto de hoy es sobre «Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús».

La eclesiología

La eclesiología del nuevo testamento está amparada por una serie de doctrinas que, unidas entre sí, dan como resultado la salvación programada por Dios desde tiempos antiguos; las cuales parten de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús y algunas de ellas se compaginan para perfeccionar una obra en el individuo.

En el desarrollo de este tema Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús. A continuación hablaremos de la «redención y la reconciliación».

Vea también: Qué es La Reconciliación

El mundo geofísico Bíblico, se apropia en la cueca del mar Mediterráneo; quien a su vez, se le llama la media luna “fértil”, la cual es la parte central de la tierra; en cuyas tierras, se conocieron tres clases de gobiernos:

  • El imperial
  • Monárquico
  • Teocrático

Este último, pertenecía al gobierno de Dios y estaba en Israel. De allí, para escribir lo que se conoce hoy como el Nuevo Testamento, se usaron términos inteligibles del tiempo, tales como:

  • El griego
  • Latín
  • Hebreo
  • Arameo

«Que fueron las lenguas amenas de la prehistoria».

En el tiempo trascendental de la historia de palestina en los tiempos de Cristo, existían tres leyes dominantes: La griega, la romana, y la de Israel.

Cuando el Señor Jesús murió en la cruz del calvario, «su muerte fue divulgada en tres idiomas: el griego, el latín y el hebreo». San Juan 19:20.

En todas estas administraciones gubernamentales, se proliferaron en sus leguas: el suceso de las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús, y de cuya muerte, parten las doctrinas pertenecientes a la eclesiología que sirven como plataforma para la salvación de todos los pueblos que la acepten.

“Si la muerte de Jesucristo” fue un evento mundial para su época; su “resurrección y sus enseñanzas o doctrinas” también lo serán. San Marcos 16:15.

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En teología se conoce como Cristología:

A la «manifestación de Dios en Cristo», teniendo en cuenta sus acciones, sus enseñanzas o doctrinas, las cuales se ajustan en el individuo para calificarlo como cristiano, las cuales se adquieren por medio de estudio en los textos sagrados.

Vea también: Dios manifestado en carne

Sin embargo, existen otras doctrinas científicas, que también se adquieren con lo relacionado entre el marco histórico y el raciocinio del ser; Por ello: S. Tomás de Aquino, I Metaphys. Glosa que la doctrina sagrada no es sabiduría.

La doctrina cristiana, hace del hombre un ser que ama la verdad divina, ya que la doctrina sagrada no toma sus principios de ninguna otra ciencia humana, sino de la ciencia que procede de lo divino, la cual, regula todo nuestro entender y se complementa en la fe.

Cuyo encuentro se origina un conflicto, llamado: “fe y razón” que muchos pensadores, como: San Jerónimo y San Agustín de Hipona, trataron de fusionarlos, confirmando tanto la fe como la razón.

Saulo de Tarso, en su carta ministerial a su homólogo Timoteo, le expone en forma absoluta y personal: “Ten cuidado de ti y de la “doctrina”, pues, haciendo esto te salvarás a “ti mismo, y a los que te oyeren”.

La “doctrina sagrada” tiene una propiedad y autoridad de salvar a quienes se hacen a ella, y cobija dándole promesa a menudo a los más cercanos.

Por medio de este manual he querido aclarar ciertas doctrinas que atañe el plan de la salvación en esta dispensación de gracia, la cual se encuentra plasmada en el Nuevo Testamento, por la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.

Por ende, se hace ineludible que abordemos hablando sobre algunos aspectos importantes de este substancial tema, Usando con mayor frecuencia las ilustraciones pertinentes.

Seguido del estudio Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús, continuamos con:

Doctrinas fundamentales para la salvación

Este esquema nos lleva a considerar el estado en que nos encontrábamos; y, a valorar lo que el Señor ha hecho a favor nuestro.

 La redención 

La redención obtenida por Cristo es algo que es existente, y a la vez, es una pauta que se está efectuando en cada persona individual que ha recibido a Jesucristo en su vida.

Por ende, garantiza una salvación grande, transformadora y real, que conlleva al individuo a tener una experiencia en el presente como un regalo de Dios, sin sufrir ningunas flagelaciones en su cuerpo ya que el redentor se ha placido en rescatarnos pagando él, el precio por ello.

Vea también: Qué es La Redención y su importancia

Hay que tener en cuenta que la redención opera frente a la raíz de la vida caída; es decir todas nuestras condiciones pecaminosas como vendidas bajo el régimen de la circunstancia operante en el individuo, que más adelante conoceremos.

Textos sagrados para navegar en la bibliología Cristológica

1 Pedro 2:24; 1 Pedro 1:18,19; Isaías 52:3; hebreos 2:14; Filipenses 2:6-9; Tito 2:14; Jeremías 15:21; Levítico 25:47-49; Gálatas 3:13; Apocalipsis 5:9; San Mateo 20:28.

Cuando se habla de la redención, se quiere indicar un:

  • Rescate
  • Liberación
  • Independencia
  • Una salvación, sin violencia o engaño

El sacrificio de Jesús fue una sustitución, una prenda dada por nosotros. Jesús es el redentor y su obra propiciatoria se llama redención.

En la redención existen tres palabras griegas que describen lo que es esta doctrina.

Se glosa entre los intérpretes de la Biblia que, en el lenguaje griego existen unas raíces que amplían, precisamente, la descripción de lo que es la redención, desde tres puntos de vista.

  • Agorazo: Este término quiere decir, Comprar pero en el mercado.

Nosotros estábamos en el mercado de los esclavos porque fuimos vendidos al pecado. Romanos 7:14 “porque sabemos que la ley es espiritual, mas yo soy carnal vendido al pecado”. ¿Quién nos vendió? Adán nos vendió y, no cobró por nosotros un solo peso.

La escatología glosa este negocio con las siguientes expresiones; Isaías 52:3 “porque así dice Jehová: de balde fuisteis vendidos, por tanto sin dinero seréis rescatados”

  • Exagorazo: Comprar en un centro de mercadeo, con la exigencia de pagarlo y sacarlo de tal zona para dejarlo en libertad.

Bajo este punto de vista el apóstol san Pablo le escribe a los Gálatas 4:4 “pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de “hijos”. Ahora no somos esclavos, en este momento ya somos “hijos”.

Colosenses 1:13. El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado hijo.

  • Lutróo: El comprador debe pagar el precio completo del cautivo, luego, desatarlo, desencadenarlo, liberándolo; es decir, el redentor da al esclavo la condición oportuna de ser verdaderamente libre. Esta es la aclaratoria del evangelista San Juan 8:36 “Así que, si el hijo os libertaré, seréis verdaderamente libre».

Recuerda que el tema de este estudio es Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús.

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La redención en el mundo Mosaico 

Este vocablo de la “redención” se usaba para expresar las recuperaciones de las posesiones, nombres y personas que habían sido vendidas a causa de un compromiso adquirido.

Redimir es obtener nuevamente una prenda pagando el precio “debido” o exonerar, absolver a una persona culpable de algo que está obligado a pagar.

En la sapiencia hebrea eran comunes las prácticas de la “redención” ya que era practicada en tres casos diferentes:

  • Uno de los cinco libros del pentateuco, En Levítico 25:25. Habla de la recuperación de “posiciones”“cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su “posesión”, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido”.
  • Para la rehabilitación del “Nombre” de un Israelita que muriera sin tener descendencia. En el Libro dominado la segunda Ley, o sea, Deuteronomio 25:5 “Cuando los hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijos, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño: su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer y hará con ella parentesco.”
  • En Levítico 25:47-49; Si el forastero y el extranjero que habita contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extraño; después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos o pariente cercano lo rescatará.
El que redime tenía que reunir estos requisitos que la ley de la remisión exigía.
  • Debería ser un pariente cercano

Levítico 25:48 “Después que se hubiere vendido podrá ser rescatado, por uno de sus hermanos o un pariente cercano».

La teología sistemática en su rama de la angelología nos comunica que existen Ángeles malos y Buenos.

La Pneumatología nos dice que Dios es Espíritu, ¿qué quiere decir esto? Que ni los Ángeles buenos ni malos e incluso Dios en su esencia de Espíritu, no podían redimir ni hacer nada por el hombre caído, porque el hombre pertenecía a otra creación (A la creación terrestre).

Y según la ley de la redención, tenía que ser familia o pariente para que lo pueda librar. (Levítico 25:47-49).

El único que puede salvar al hombre es Dios, y lo hizo por medio de Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús.

Ningún ser humano por muy bueno que haya sido, no lograba salvar a otro, ya que un perdido no puede salvar a otros perdidos.

Todos en la historia fracasaron; Adán nos vendió; su Primogénito Caín mató a su hermano; Lamed practicó la bigamia, (tuvo dos mujeres): Enoc desapareció; Los hijos de Dios, es decir, los antediluvianos se casaron con las inconversas y provocaron la ira de Dios, haciéndoles traer el diluvio hasta exterminarlos a todos, con excepción de Noé y sus hijos.

Luego, Noé después del diluvio se embriagó y por ello trajo la maldición; Abraham el padre de la fe pecó por falta de fe; Isaac supuestamente por no perder su mujer mintió; Jacob engañó a su padre haciéndose pasar por el primogénito.

Vea también: El diluvio como juicio de Dios

Si hablamos de los hijos de Jacob les mintieron a su padre haciéndoles creer que José lo había asesinado una fiera; José puso al diablo a adivinar en una copa; Moisés el hombre manso pecó por falta de mansedumbre.

Josué desobedeció a Dios haciendo pacto con los cananeos; Jefté por desconocer la ley de Dios sacrificó a una hija. Sansón el hombre de las fuerzas se casó con una inconversa y fracasó.

En el tiempo de la monarquía hebraica, los tres primeros reyes fracasaron: Saúl el primer rey de Israel, perdió el reino por haber desobedecido a Dios en la guerra contra Amalec.

David el Dulce cantor de Israel, mató a uno de sus subalternos para hurtarle a la mujer; ¿de quién más hablamos? Salomón el gran sabio pecó por falta de sabiduría; y así en la historia no se halló uno que pudiera hacer algo por sus contemporáneos, hasta que Dios nos visitó, en Cristo, y así, solucionaría nuestros problemas.

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  • Debería tener la capacidad, la disponibilidad de comprar otra vez. 

Recuerda que en este estudio se esta hablando de: «Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús».

Si analizamos el enlace voluntario de la redención, ejecutaremos, que no sólo era el hecho de ser pariente, sino tener el precio y estar dispuesto a pagarlo, y a su vez, debería tener la disposición para redimir.

En los libros históricos de la biblioteca sagrada, descubrimos a un hombre cercano a alguien que podía redimir; el “Nombre de su pariente fallecido”, éste, tenía la facilidad para poder redimir, pero no estaba dispuesto a hacerlo.

Rut. 4:6 “…Y respondió el pariente: no puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad: redime tú, usando de mi derecho porque yo no redimiré”.

La escatología del Antiguo Testamento indicaba por medio del profeta Isaías 52:3,6 y 49:24,25 que, Dios se inventaría un plan que llevaría a cabo la “redención del hombre”.

En 1 Timoteo 3:16 dice que Dios fue manifestado en carne, y esa manifestación en carne, se llamó “Jesucristo”  “el cual reunió todos estos requisitos”:

  • Primero. Siendo Dios, se manifestó en carne para hacerse pariente cercano del ser humano. Hebreos 2:14 “Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, el también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte esto es al diablo”.
  • Segundo. Tenía que estar dispuesto a redimir. El Señor Jesús estuvo dispuesto a suministrar todo para redimirnos. 2 Corintios. 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo que por amor a nosotros se hizo pobre, siendo rico para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.

Hebreos 10:10 “En esa voluntad somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”. San Juan 10:11 “Yo soy el buen pastor, y el buen pastor su vida da por las ovejas.

  • Tercero. Estaba apto a pagar el precio.

El Señor Jesús siempre estuvo dispuesto a pagar el precio de este rescate. En el poso de Jacob, se lo hizo saber a sus discípulos: San Juan 4:32-34, al igual que en el huerto del Getsemaní. San Mateo 26:36-42. San Pedro en su primera carta habla la efectuación del rescate 1 Pedro 1:18,19.

En Isaías 49:24,25 y 52:3 dice: «Sin precio fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados».

1 Pedro 1:18 “Sabiendo que fuiste rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación».

1 Corintios 6:20 «Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.»

Jesucristo nos compró, estando nosotros en el centro del mercadeo de la esclavitud, y nos sacó, nos trasladó de ese mercado.

Colosenses 1:13 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado hijo”.

La redención en el léxico teológico 

Es apremiante que, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se considera la “redención” con los principios acertados de la liberación que, a su vez, se obtiene a través del pago de un precio cabal, y se explica de la siguiente manera:

  • Es “obtener” nuevamente una prenda por medio de una compra, pagando otra vez el precio debido. (Sin rebaja) Isaías 52:3; Oseas 3:2.
  • Es “librar” de la esclavitud a un esclavo, pagando el precio completo. (Nada al crédito) 1 Pedro 1:18-19.
  • Es comprar en un centro de mercadeo, para “sacar lo comprado de tal zona”. Para dejarlo en libertad. Romanos 6:18; 1 Pedro 1:18-19, habla de la realización de este negocio y el precio pagado.

Uno de los libros que habla de la cristología, en su oratoria nos dice: “Así que, si el hijo os libertaré, seréis verdaderamente libres”. San Juan 8:36.

Jesucristo nos ha redimido, nos ha librado y liberado de la potestad de las tinieblas Colosenses 1:13; Romanos 8:2; 6:17-18.

Los mercados han sido siempre lugares públicos. Cuando Cristo nos compró, fue en un lugar público: en el lugar de la “calavera”.

San Mateo 27:33; San Juan 19:17-18; Colosenses 2:13-15. En este lugar público se unían los romanos los griegos y los hebreos haciéndose testigos oculares de la magnífica compra. San Juan 19:20.

El hombre no fue comprado por dinero. Isaías 49:24,25. Isaías 52:3. La parábola de San Mateo 13:44,45 vislumbra el negocio a realizarse.

La teología petrita aclara que el precio que él pagó fue su propia sangre. 1 Pedro 1:23.

La escatología del Antiguo Testamento, glosa que, él derramó su vida. Isaías 53:12; La segunda ley escrita por Moisés explica que, la vida está en la sangre. Deuteronomio 12:23. De allí que él derramó su sangre, o sea, dio su vida hasta la muerte. Isaías 53:12.

En el libro de las revelaciones de Jesucristo dado a san Juan, dice: que el canto celestial, se debe a este sacrificio expiatorio del calvario.

Apocalipsis 5:9 “y cantaban un nuevo cántico diciendo: digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje lengua y nación»; de allí se conjetura que sólo los redimidos serán los voceros de este canto.

Esta redención es costosa

No debemos considerarla como algo muy leve.

En el evangelio de San Mateo 16:26 dice “¿Qué aprovechará al hombre si se ganaré todo el mundo y perdiere su alma?”. Ningún tesoro el hombre puede dar para ser rescatado.

Así lo consideró el salmista. Salmos 49:7 “Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate, porque la redención de su vida es de gran precio y no se hará jamás».

En el primer siglo, según la teología paulina. Algunos creyentes desatendieron el precio de su redención. Para ellos, el apóstol san Pablo les recordó el precio que Cristo había pagado.

1 Corintios 6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cuál tenéis de Dios y que no sois vuestros?, porque habéis sido comprados por precio; Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios».

De allí, no podemos hacer lo que queramos con el cuerpo. El cuerpo ya no nos pertenece, el cuerpo es del Señor porque él lo compró, lo redimió y es evidente, que el cuerpo externo debe reflejar lo que hay interiormente.

En el  Nuevo Testamento habían dos grupos de seres esperando la redención. 
  • Los seres angelicales que pecaron
  • Los seres humanos.

La angelología nos cuenta que una tercera parte de los ángeles por haberse rebelado contra Dios Pecaron, y la otra parte siguieron a Dios, en su labor permanente.

Vea también: ¿Qué son los ángeles y cómo funcionan?

La antropología nos cuenta que Dios hizo al hombre libre, Santo y perfecto, luego entró en esclavitud, en pecado y en transgresión.

La bibliología en la carta a los Hebreos 2:16. Exterioriza: que Dios no socorrió a los ángeles que pecaron, sino a la descendencia de Abraham.

Motivos pertinentes por los cuales Dios no socorrió a los Ángeles.
  • Porque los ángeles no fueron engañados como lo fue Eva. Ellos estuvieron en la presencia de Dios disfrutando de la vida.
  •  Porque los ángeles pecaron voluntariamente.
  •  Los ángeles no tuvieron promesa como la tuvo Eva.
  •  Los ángeles no nacieron, fueron creados y Abraham con su descendencia sí nacieron. Y la ley expuesta por el Señor Jesús, decía: el que no naciere de nuevo.

Atisbo aclarativo: Si Dios se hubiese manifestado en ángel para redimir al hombre no lo habría podido hacer:

  • Primero: Porque los Ángeles no son familia del hombre, pertenecen a otra creación.
  • Segundo: Porque los Ángeles no habrían podido derramar sangre porque no la tienen; y la ley dice que, sin derramamiento de “sangre no se hace remisión de pecados”.

Hemos aprendido que, Dios para venir a redimir al hombre se manifestó en carne y se hizo familia del ser humano, y por ende, esos privilegios no lo tuvieron los ángeles, ni ninguna otra criatura creada.

Vea también: Dios manifestado en carne

Por ello, a los humanos se nos demanda una absoluta responsabilidad de cuidar lo que Dios nos ha proporcionado; nos ha suministrado una liberación, un rescate, una libertad, una salvación.

Hebreos 2:3. Nos expone: “¿Cómo escaparemos si tuviéremos en poco una salvación tan grande? Si perdemos lo que Dios nos dio, ¿Cómo lo vamos a recuperar? Recordemos: el caso de “Esaú”, no la pudo recuperar, ni con “lágrimas”. “Judas” tampoco la recuperó aunque “devolvió el dinero”.

Hagamos como “Nabot” que dio su vida antes que perder la heredad de sus padres.

1 Reyes 21:1-4 “Y Nabot respondió a Acab; guárdame”…

Los redimidos nos debemos al Señor por dos cosas:  

1.El nos Creó, nos formó y nos hizo. En “Adán”. Isaías 43:7.

2. Nos redimió en “Cristo Jesús” Porque éramos esclavos:

  • Del “mundo” San Juan 16:33; De allí que a los redimidos se nos dice: no améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, 1 San Juan 2:15.
  • De la ley y, del “pecado” Romanos 6:18; Por eso dice San Pablo en Romanos 6:14.
    El Pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Por ende, vivamos como libre y no como esclavos.
  • Del “diablo” Colosenses 1:13; Santiago 4:7 nos exhorta resistid al diablo y de vosotros huirá.
  • De la “carne” Gálatas 5:1, 24 Por eso dice San Pablo. Gálatas. 5:16. No satisfagáis los deseos de la carne.
  • Del “ego personal” Gálatas 2:20. San Pablo lo reconoció. Gálatas 2:20; 1 Pedro 1:18: Gálatas 4:3-5; 3:13. 1 Corintios 6:20.
La reconciliación es otra de las doctrinas que se asocian a la redención y funcionan para perfeccionar una obra en el individuo. 
  • 2 Corintios 5:19-20
  • Génesis 35

La reconciliación hay que observarla desde varios puntos de vista:

Según los estudiosos del Nuevo Testamento. El Término Usado proviene del griego “Allasso” que significa cambiar de enemistad a amistad.

«Reconciliación», quiere decir: restablecer la concordia, recuperar la amistad o amistarse de nuevo. Tener nueva comunión, nueva amistad. Vivir nueva vida.

Un ejemplo de esto: El Señor enseñó en San Mateo 5:24. “Por tanto si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti. Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda y reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

De una vez, que se haya recuperado la amistad, si podemos ofrecer la ofrenda. Porque aquello que perturbaba la paz ha sido quitado. Por medio de la reconciliación se puede tener paz y comunión los unos con los otros.

En las sagradas escrituras encontramos que en el principio el hombre tenía comunión con su creador, y por haber pecado el hombre con Dios, se creó una pared intermedia de enemistad y separación, quedando el ser humano destituido y desprotegido de la gloria de Dios. Romanos 3:23. Isaías 59:2.

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El apóstol San Pablo haciendo mención a los Romanos dice que con la muerte del Señor Jesucristo fuimos reconciliados.

Romanos 5:10 este programa de reconciliación, dice San Pablo a los Corintios en su segunda epístola 5:18. «Que Proviene de Dios, y no de los hombres. Quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo…»

El apóstol Pablo no dice que el hombre se reconcilió con Dios sino que Dios hizo algo para reconciliar al hombre con él.

Este acto de reconciliación es una acción consumada; es una obra hecha para beneficio del hombre, de modo que ante Dios el mundo ya está reconciliado. Ahora le toca al predicador difundir la reconciliación al hombre perdido, para que éste, a su vez, se reconcilie con su Señor.

Es indispensable que, así como la muerte de Cristo ha hecho posible la reconciliación de todo el mundo. De igual manera cada persona tiene que hacerla segura en su propia vida.

San Pablo dirigiéndose a los Colosenses hace efectiva la reconciliación como un caso ya efectuado. Colosenses 1:21 «Y a vosotros…ahora os ha reconciliado.»

En la historia bíblica, numerosos hombres que se conocen en la era de los patriarcas, de los Jueces, de los Reyes: muchos de ellos son conocidos como reconciliados; eso quiere decir, que en cierta época estaban enemistados con Dios y en el transcurso de la vida tuvieron un encuentro nuevamente con él.

Y el libro de los hebreos los llama: los héroes de la fe en el capítulo 11…

Tenemos como ejemplo al patriarca Jacob, Llegó a tener un encuentro a solas con Dios, y aprovechó esta oportunidad para reconciliarse con él, y al mismo tiempo se cruzaron entre ambos unos votos desafiantes: Génesis 28:12-15.

Jacob: Hizo voto Génesis 28:20-22. Y dijo: «Si Dios, fuere conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer, y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me dieres el diezmo apartaré para ti».

Cuando hay una reconciliación, se borra de la memoria de lo sucedido antes y eso lo promete Dios.

Salmos 103:12; Miqueas 7:19. Levítico 16:10. Zacarías 1:3. Cuando el Hombre se reconcilia con Dios debe hacer como hizo Jacob con los suyos, dejándose ver los frutos de la reconciliación: Quitaron los dioses ajenos Génesis 35:2. Se limpió de la inmundicia con los suyos

Génesis 35:2. Construyeron un altar para adorar a Dios Génesis 35:7.

Siempre en los diferentes tiempos cuando la gente ha estimado reconciliarse con Dios, se le ha dictado la misma fórmula:

Samuel a su pueblo. 1 Samuel 7:3-4. Isaías a sus contemporáneos. Isaías 55:7; San Pablo a los Corintios, en su segundo libro 7:1; Jesús a Pedro. San Juan 13:6; 15:3; San Pedro Exhorta a los jóvenes. 1 Pedro 5:5. Isaías declara que Dios fue quien lo vistió como novia ataviada. Isaías 61:10; 6:5.

Recuerda que en este estudio se esta hablando sobre «Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús».

El hombre Cuando se acerca a Dios debe cambiar su forma de vida y su vestido interno y externo, para que no circule harapiento, y no darle motivos al diablo para que lo acuse. Zacarías 3:1-10. San Pablo a los Gálatas 3:27; Colosenses 3:10, 12,14. Romanos 13:14. San Lucas 15:22.

Cronología de la reconciliación 

En el edén, Dios y el hombre estaban en comunión. Génesis 2:15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase”.

Dios le dice: Aquí está este huerto, trabájalo, cuídalo come de todos los árboles, pero de éste no comas porque el día que comas de él ciertamente moriréis.

Dios le había dado por compañera a Eva sacada de su propia costilla. Cuando Adán la vio le dijo a Dios. Génesis 2:23 “Pero esta es hueso de mi hueso y carne de mi carne, y también debo ponerle un nombre, se llamará “varona”.

Si personificamos el cuento. Dios le dice «¿Pero por qué la vas a llamar varona? El responde: porque del varón fue tomada”

Después de la caída, esa comunión fue interrumpida.

Dios llamó Adán no para tener un diálogo amistoso, sino para preguntarle ¿Dónde estás tú? ¿Qué está pasando contigo que no me has vuelto a hablar? Adán le dice: Cuando oí tu voz, sentí mucho miedo. (Nuevo Testamento) Me tengo que esconder porque estoy desnudo.

El día que el hombre desobedeció en el edén, se creó una distancia, tomó el gobierno las enemistades. Después se formó entre ambos una neblina muy espesa que producía una pared de separación. Isaías 59:2.

Lo único que Adán tenía eran excusas intrínsecamente y hojas de higuera por fuera. Pero Dios mató unos animalitos inocentes de lo sucedido, y con esas pieles les hizo túnicas y los cubrió.

Por lo tanto, el hombre necesita ser amigo nuevamente de Dios, y eso fue lo que Dios se propuso hacer en Cristo, quitarle esa pared intermedia de separación y nuevamente recrear la nueva amistad perdida en el Edén.

Vea también: Recuperación del hombre caído

Hay que tener en cuenta que, a partir de ese momento de la expulsión de Adán del huerto, Dios le dio las espaldas al hombre.

El ser humano no podía ver su rostro, sino sus espaldas. Éxodo 33:20 “dijo: más no podrás ver mi rostro, porque no me verá hombre y vivirá, y dijo: aún Jehová: he aquí lugar junto a mí y tu estarás sobre la peña y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado, después apartaré mi mano y verás mis espaldas más no se verá mi rostro”.

Recuerda que en este estudio se esta hablando sobre «Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús»

En el calvario Dios volvió su rostro para hacer la reconciliación con el hombre. Esta gran verdad la hallamos en la bendición sacerdotal.

El deseo del sacerdote era que Dios alzara su rostro sobre los hijos de Israel y pusiera en ellos paz. Números 6:26 “Jehová alce su rostro sobre ti y ponga paz”.

Siendo Dios manifestado en carne fue en el lugar del calvario, donde encumbró su rostro y dijo “consumado es”. ¡Hecho está! Para que todo aquel que me reciba pueda tener el verdadero encuentro y verse cara a cara como lo dijo el profeta Isaías 52:6 y gozar de la verdadera reconciliación que trae la paz. 1 San Juan 3:2

El patriarca estimula al hombre que vuelva ahora su rostro para reconciliarse con su creador.

Job 22:21 “Vuelve ahora en amistad con él y tendrás paz y por ello te vendrá bien” 2 Corintios 5:19,20 Nos confió a nosotros la palabra de la reconciliación; por lo tanto, os rogamos en nombre de Cristo: reconciliaos con Dios.

La reconciliación era una iniciación de Dios 

Dios se hizo a la reconciliación para recuperar la amistad perdida: Allegarse, amistarse, hacer paces, arreglar el problema. Restablecimiento de la amistad del hombre con Dios.

En el texto sagrado se dejan ver cuatro pasajes que hablan de la obra de la reconciliación  
  • Romanos 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

Nos dice con claridad que el hombre era enemigo de Dios. El día que el hombre desobedeció en edén, creó una distancia entre Dios y él.

  • Isaías 59:1-2 “He aquí no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír. Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
  • 2 Corintios 5:18 “Y todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió consigo mismo con Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación”.

Aquí el apóstol Pablo hablando de este tema, nos expone; que fue Dios mismo el que tomó la iniciativa. El se proveyó un sacrificio para reconciliarnos con él. El hombre no tenía méritos para recobrarla.

  • Efesios 2:11 Pablo le recuerda a los Efesios, por ser ellos gentiles que andaban sin esperanza y sin Dios. Pero que en la cruz, Dios le dio muerte a esas enemistades e hizo del pueblo hebreo y los gentiles un solo pueblo.
  • Efesios 2:16 “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo matando en ella las enemistades”.

Esto indica que si el pueblo hebreo quiere ser salvo se tiene que reconciliarse con Dios. Lo mismo que el pueblo gentil. Por que Ahora no hay diferencia. Hubo un tiempo que si hubo diferencia pero ahora no.

La reconciliación en la cruz del calvario tuvo efectos terrenales y celestiales.

Colosenses 1:19 “y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” es decir, que la reconciliación llevada en la cruz tuvo dos frutos primordiales.

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En el cielo no había paz 

El patriarca Job en sus días declaraba que ni aún los cielos son limpios delante de sus ojos. Job 15:15. «¿Qué haría en los cielos Satanás después que se rebeló contra Dios?».

Pero Cristo con su sangre hizo posible la paz. La forma de terminar con la enemistad es quitando aquello que la ocasionó.

Recuerda que en este estudio se esta hablando sobre las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús. Lo que originó la enemistad fue el pecado.

Por eso había que quitar el pecado, y Cristo vino a quitar el pecado; por ello, san Juan bautista lo declara: el “Cordero de Dios”. San Juan 1:29 “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”

Dios nos ha reconciliado a todos los seres humanos consigo mismo por medio del sacrificio de Cristo en el calvario; quien a la vez, nos dio «el ministerio de la reconciliación”.

Ahora le falta al hombre llegar a Cristo para que reciba la reconciliación con Dios, y queda electo, como embajador de esta preciosa reconciliación.

La restauración y la paz que tenemos entre nosotros fueron de parte de Dios. Nosotros en Adán fuimos los que ofendimos a Dios.

Según la ley de Cristo en San Mateo 5:23,24 el ofendido, tenía que llegar al que ofendió y hacer la reconciliación; eso fue lo que Dios hizo con nosotros, que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros. San Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo…”

Esperamos que nuestro tema de hoy sobre «Las doctrinas proceden de la muerte sepultura y resurrección de Jesús», haya sido de mucha bendición para tu vida.

Copyright y engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com

Por: York Antony Shalom

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